"Son 40 años de luchas y sacrificios, pero tengo el respaldo de mi familia"
El médico psiquiátrico Gustavo Mena hizo un repaso de su gestión como profesional y resaltó el trabajo de sus hijas, Julieta y Eugenia, acompañando el emprendimiento familiar. "Es un momento muy difícil para los médicos", afirmó.
"Son muchísimos años de esfuerzo, donde hubo que sortear distintas épocas en esta argentina donde siempre hay que adaptarse. Han sido épocas distintas y difíciles, algo que suelo charlar con mis amigos y con mis hijos, que también están en esto”.
El doctor Gustavo Mena cumplió 40 años ejerciendo la profesión de médico psiquiatra y es, sin dudas, uno de los profesionales más apreciados y valorados en Bahía Blanca.
Con paciencia y sacrificio implementó un modelo de superación acompañado de su familia.
“He podido salir adelante apelando al deseo interno de superación personal; de una formación basada en el sacrificio. Más allá de cualquier cosa que le pueda pasar a uno en la vida el sacrificio y el esfuerzo son para mi la piedra angular para lograr superarme y desarrollarme como persona”, afirmó el doctor Mena.
“Hace días comentaba una frase de Fiódor Dostoyevski, quien decía que el ser humano tiene dos cuestiones antagónicas y difíciles, como son mantenerse con vida y darle sentido a su vida. En estos 40 años, en mi caso, el sentido de la vida ha cambiado muchísimo, porque me tocó vivir todas las épocas con cambios sociales, políticas económicas y médicas que se han visto reflejadas en la salud”, apuntó Mena.
“Quiero expresar mi mayor preocupación por el estado de la salud pública como privada en nuestro país. Estamos en un momento muy difícil, donde los médicos, a quienes quiero saludar cordialmente en este día, atraviesan situaciones de estrés laboral y otros factores que se manifestaron en los últimos años”, apuntó.
--¿El sentirse acompañado le alivia el camino?
--Tuve la suerte de estar acompañado siempre por gente muy valiosa y por mis hijas Julieta, con toda su capacidad, y Eugenia, con su energía juvenil. Ambas muy preparadas, gracias a su propio esfuerzo, ya están tomando responsabilidades y me van superando, algo que me gratifica profundamente.
--Siguieron sus pasos con gran vocación.
--Julieta es especialista en Psiquiatría Infanto Juvenil y en Psiquitría de Adultos, y Eugenia es psicóloga y especialista en Psicología Infanto Juvenil. Ambas adquirieron una excelente formación y, como todo médico, saben de luchas y de esfuerzos. Es muy prolongado el tiempo de formación y, luego, dentro de un sistema injusto, el médico está expuesto a riesgos que no están ameritados en las leyes.
"Es un sistema anárquico, en el final de un proceso de servicios de salud que se ha ido deteriorando a lo largo de muchísimos años y de todas las corrientes políticas. Numerosas organizaciones médicas y científicas han expresado su preocupación por una situación de crisis inminente. El deterioro de la salud de la población se ha incrementado y cuesta encontrar soluciones.
--¿Eso lo observan en el día a día?
--Por consultas y pacientes que recibimos con problemas de depresión, ansiedad y trastornos de pánico; es desencadenante de incertidumbre, inseguridad y los cambios. Una sensación de vulnerabilidad, temores por pérdida de trabajo o de lo que ha sido hasta ahora el sostén de su vida. Es lo que pasa en la sociedad.
--¿Cómo hacen para estar siempre al pie del cañón?
--En ocasiones hablamos de cansancio, agotamiento o de la complejidad de un problema y lo tratamos de compartir para ver de qué manera podemos salir de él. Todos aportan; Eugenia desde la psicología y Julieta desde su excesivo y ponderado profesionalismo.
"Los fines de semana recibimos mucha gente con intentos o autoagresiones que ponen en peligro sus vidas, algo que antes no se veía. Son varios casos por semana y cada vez son chicos con menor edad, donde los cuadros son más graves. Ingresan pacientes de entre 12 y 13 años”, puntualizó.
--¿Se descansa cuando se puede?
--Eso me dicen en casa: el porqué el teléfono está prendido las 24 horas. Acá no hay sábados ni domingos, ni lo teníamos cuando éramos estudiantes.
“Me trae a colación mencionar a Juana, la hermana menor de Julieta, que está en segundo año de medicina en Buenos Aires. Es algo persistente, que se hace extensivo en la familia", dijo el doctor Mena.
--Parece el común denominador de muchos médicos hoy en día.
--Por eso quiero recordar a todos mis colegas de todas las especialidades, porque hay mucha incertidumbre y toca encontrar soluciones. Trabajar con personas que llegan con motivo de angustia y vulnerabilidad es difícil y es un cuadro que a nosotros también nos pasa como médicos.
--Por el INBARE y la Clínica Privada, modelos que usted proyectó y desarrolló, ¿siente que la falta algo más?
--Me pesa mucho las dificultades que he atravesado para sostenerlos. Sostener un emprendimiento con responsabilidades laborales y legales, además de económicas, en este país no es sencillo. Por eso expreso que no han sido fáciles estos 40 años, a pesar que he pasado por todos los puestos de salud que pueda tener un médico, incluyendo el cargo de secretario de Salud. El esfuerzo, a esta altura de mi vida, está cobrando su precio.
Estrategias y planificación
A su turno, Julieta se mostró entusiasta con la idea de seguir creciendo como profesional.
"Ser médico es una profesión muy sacrificada porque uno se esfuerza muchísimo, pero a la vez vale la pena porque te sentís gratificada con los resultados. Me gusta trabajar y poder ayudar desde el conocimiento. Eso tiene que ver con los valores que me han transmitido mis padres.
-¿Cómo son los tratamientos en los casos de salud mental?
--La salud mental es parte de la salud integral, un proceso que tiene altibajos y momentos de mayor o menor demanda, pero como todo proceso lleva tiempo. No hay soluciones mágicas curativas, sino de estabilización de los cuadros y acompañamiento.
“La persona con su ambiente y sus relaciones interpersonales -trabajo, estudio, pareja y familia-, requiere una planificación y un cambio de estrategias permanente.
"Son tratamientos muy dinámicos, pensados y evaluados, donde trabajan todos: el paciente, la familia y el equipo; y cada vez somos más. La demanda es cada vez mayor y diferente, porque las personas se angustian por diferentes causas y algunas de ellas son difíciles de pensar y de imaginar. Se buscan otras estrategias, otros elementos y motivaciones", sintetizó.