Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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La guerra contra las Leliqs se cobró a su primera víctima: el plazo fijo

Como consecuencia de la nueva política monetaria del BCRA, los ahorristas recibirán un menor interés por sus depósitos. 

Fotos: Archivo La Nueva.

La menor tasa que reciben desde ayer los ahorristas por sus plazos fijos es la consecuencia de la batalla que el gobierno le ha declarado a las Leliqs y tiene como riesgo que, desilusionados por los bajos rendimientos, vuelvan a buscar refugio en el dólar, lo que complicaría el plan anunciado por el ministro Luis Caputo hace apenas seis días atrás.

Es que mucho tiempo antes de asumir la primera magistratura, el presidente Javier Milei ya acusaba a un “enemigo”, poco conocido para el público en general, de ser el responsable de una eventual hiperinflación: la “bola” de Letras de Liquidez (Leliqs) en cabeza del BCRA.

“Si no resolvemos el problema de las Leliqs y abrimos (el cepo), nos vamos a una hiper”, había dicho el libertario allá por noviembre de 2023, aunque navegando por la web, se pueden encontrar declaraciones similares aún mucho más antiguas.

Ya en el gobierno, la estrategia de Milei-Caputo cobra forma y el stock de Leliqs, que era de 14,2 billones de pesos al 20 de noviembre de este año, se desplomó hasta los 3,3 billones de pesos de hoy, de acuerdo con datos del BCRA.

Incluso antes de que se conocieran los trazos gruesos del plan económico, las entidades ya estaban desarmando sus tenencias de Leliqs para posicionarse en Pases Pasivos, un instrumento de cortísimo plazo. El resultado de este canje fue que el stock de Pases Pasivos aumentó desde los $ 9,1 billones a los actuales $ 21,72 billones en sólo 30 días.

Pero lo que más siente la calle es la baja de la tasa de interés del Plazo Fijo, que pasó de una Tasa Nominal Anual (TNA) del 133% al 110% actual, algo que, de acelerarse la inflación, perjudicará todavía más al ahorrista, quien ya venía percibiendo rendimientos por debajo de la inflación, es decir, negativos en términos reales.

Y aquí surge un serio riesgo ya que, ante esto, se pueden pasar al dólar, aumentando todavía más el tipo de cambio y afectando al plan del Gobierno, que pretende un incremento controlado y al ritmo del 2% mensual para el tipo de cambio oficial.

“Los bancos dejaron las Leliqs y se fueron a Pases. El BCRA les bajó la tasa que les pagaba por los Pases y, ante esto, tuvo que hacer lo mismo con la de los plazos fijos, que la pagan los bancos, ya de que otra manera, perderían rentabilidad, porque iban a terminar pagando un interés superior al que ganaban”, dijo el economista Amilcar Collante.

Agregó que “el gobierno espera con esto que la gente no se vaya a dólar, primero porque el cepo no se levantó, y segundo, como no tiene pensado aumentarlo más, el ahorrista va a mirar la tasa del plazo fijo que, aunque bajó, va a seguir siendo mayor al aumento del dólar, por lo que espera que no exista tal pasaje. Se trata de una jugada muy arriesgada para un arranque de gobierno”.

La batería de medidas se complementa con la emisión, mañana, de nuevos instrumentos en pesos (Ledes y Boncer), que permitan a los ahorristas más sofisticados obtener mejores rendimientos para sus ahorros.

¿Qué son las Leliqs?

Las Letras de Liquidez (Leliqs) son lo que se denomina un instrumento de regulación monetaria. La idea es que los bancos compren Leliqs (por el que reciben un interés) a cambio de los pesos que, vaya novedad, pertenecen, en buena parte, a los ahorristas.

Con todo, se busca que esos pesos queden “encapsulados” en las Leliqs y no se vuelquen al sistema (en forma de créditos, por ejemplo) un modo de morigerar los niveles inflacionarios. Los Pases Pasivos persiguen una meta similar y, en conjunto con las Leliqs, reciben el nombre de Pasivos Remunerados, ya que remuneran a los bancos a cambio de mantenerlos en sus carteras. En la jerga, este tipo de políticas recibe el nombre de esterilización.

Quizá la idea de porque Milei considera a las Leliqs como el huevo de la serpiente que puede gestar una hiperinflación haya que encontrarla en un viejo paper de 1981, escrito por dos economistas de Chicago, Thomas Sargent y Neil Wallace, quienes advertían que crear más Leliqs para esterilizar significaría mayores intereses a futuro de modo que, por la magia del interés compuesto, crecerían a niveles desmedidos y exigirían más emisión de pesos de la autoridad monetaria para poder pagarlos, leáse, mucha más inflación.

Por este motivo, es fácil inferir porque las Leliqs son el enemigo a eliminar para evitar una híperinflación, situación que, para Milei, la economía nacional ya esta sufriendo.

“Si anualizan este dato la inflación está viajando al 7.550% anual... en mi barrio a eso le llaman hiperinflación... Espero sepan comprender el esfuerzo extraordinario que estamos llevando a cabo para evitar una catástrofe en términos de pobreza e indigencia... Venceremos...!!! “, tuiteó el presidente el viernes 15.

Pero para el grueso de la profesión, nada hace pensar que nuestro país este bajo ese escenario.

“Señor Presidente, al margen de lo debatible de anualizar una inflación de frecuencia quincenal, el dato que cita es una medición mensualizada. Por ende, al anualizar ese dato, la inflación sería del 636%, no del 7.550%. Con lo cual, tampoco estamos en hiperinflación”, advirtió ayer, en su cuenta de X, el economista Juan Manuel Telechea.

Sólo el correr del tiempo dirá si el gobierno acertó en su diagnóstico o creo un enemigo a la medida de sus pretensiones, ya que el propio Caputo admitió la semana pasada que la dolarización de la economía sigue en pie.