Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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“El mundo pide cada vez más soja y Argentina tiene que adecuarse"

Gustavo Idigoras, presidente de CIARA, expresó que son fundamentales las decisiones políticas a corto plazo.

Este año el sector oleaginoso, que es el principal sector de exportación de la Argentina, que genera 7 de cada 10 dólares que entran al país, ha sufrido uno de los años más graves de la historia, particularmente causado por la sequía. Perdimos 30 millones de toneladas de soja, 9 millones de toneladas de maíz y 8 millones de toneladas de trigo. En términos de valores, se perdieron 22 mil millones de dólares de contrato”.

Así lo expresó Gustavo Idigoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), al ser consultado sobre las pérdidas que sufre el sector cerealero-oleaginoso, en cuanto a valores de venta al exterior.

“Cuando el Gobierno Nacional habla de que la economía argentina la perdió, etcétera…, en realidad los perdimos los exportadores, los productores agrícolas y los exportadores agroindustriales. Este es un año trágico debido a la sequía, que también tiene algún efecto la política macroeconómica por los distintos tipos de cambio, pero básicamente es por la ausencia de millones de toneladas de granos que no se pudieron cosechar”, afirmó Idigoras, quien ejerce el cargo desde 2008 y es licenciado en Ciencias Políticas, además de ejercer como profesor en la UBA.

--¿Cómo ve CIARA la situación del sector de moliendo, que en una coyuntura internacional complicada pero favorable a la exportación de agroalimentos tiene alta capacidad ociosa?

--En cuanto a la capacidad ociosa de la industria, hoy está en una capacidad ociosa cercana al 70%. Es decir, de cada 10 líneas de producción, 7 están paradas. Se debe a dos razones: primero, la sequía y, segundo, a que todos los gobiernos de turno han castigado a la soja en términos impositivos. La soja es la única que mantiene activo al país y que evita que haya inflación, porque genera los dólares que la Argentina necesita. 
“Sin embargo, todos los gobiernos han castigado a la soja por cuestiones ideológicas o por cuestiones impositivas, le ponen 33% de impuestos por encima del resto de la economía y eso ha estancado la producción de soja”, expresó. 

“Desde 2010 Argentina produce exactamente lo mismo, mientras que Brasil creció 120% y Estados Unidos, país dedicado a otros bienes de exportación, creció 35%. El mundo pide más soja, así que Argentina tiene que revertir esto, bajar los derechos de exportación rápidamente de la soja y vamos a tener muchos más dólares. Si bajamos los derechos de exportación de la soja, es la única manera de estabilizar la macroeconomía en Argentina”, apuntó.

--¿La capacidad de molienda sigue bajando, se debe a la exportación directa del grano o a las políticas que afectan al sector industrial?

--La capacidad de molienda este año aumentó sensiblemente. Estamos en 70% debido, básicamente, a este castigo impositivo y a la sequía. Y también hay un punto adicional que es que los derechos de exportación entre un producto altamente utilizado, como el aceite, por ejemplo, tiene únicamente una diferencia de impuestos de dos puntos. 

“Eso implica que se castiga la industrialización, el valor agregado en Argentina, comparándolo con un producto sin procesar. Por eso es que muchas veces Argentina pierde grano, que lo exportamos a China, que los chinos lo industrializan con empleo chino a su país, en vez de exportar el aceite, el biodiesel o la harina”, apuntó.

--A pocos días de elegir nuevo presidente de los Argentinos, ¿han podido acceder a las propuestas que los candidatos tienen para el sector agropecuario?

--Respecto al relacionamiento con la política, como CIARA venimos trabajando hace tiempo en eso, pero también como Consejo Industrial Argentino, en marzo presentamos un plan agroindustrial que incluye desde la pesca hasta la foresta industria, con pautas de crecimiento al 2033 y 40.

“Son medidas de política pública, para generar 100 mil millones de dólares de exportación y 838 mil puestos de empleo. En el caso de la soja, si logramos bajar del 33% al 22% al complejo soja en derechos de exportación, vamos a generar 10 mil millones de dólares adicionales para el país de un año para el otro y generar 80 mil puestos de empleo adicionales”, subrayó.

--¿Considera que el panorama internacional, complicado por guerras focalizadas, es una oportunidad para el segmento exportador argentino?

--A nivel internacional es muy complejo, la geopolítica hoy está en una etapa de alto conflicto militar y tecnológico con guerras comerciales, tecnológicas y militares, pero con una alta demanda de seguridad alimentaria y seguridad bio energética. Y Argentina tiene las dos capacidades, exportar más productos procesados con valor agregado al mundo y, sobre todo, exportar bioenergías.

“Para eso necesitamos cambiar la Ley argentina de Bioenergías, no penalizar más a las grandes empresas y dejarnos crecer. Y en segundo lugar, estabilizar la macroeconomía y bajar los derechos de exportación, que es la única manera en que podemos despegar”, concluyó.