¿La personalidad impacta en el voto?
.
Ya sabemos que el voto no es racional y aumentan los estudios sobre comportamiento electoral para tratar de entender y de explicar este proceso. La Psicología Política se centra en la persona ya que es el actor político fundamental en toda elección, mirar procesos de socialización, estilos de personalidad y escenarios condicionantes determinarían un comportamiento electoral y político.
¿Se puede establecer una relación entre rasgos de personalidad y votos?
Según Daniel Eskibel, psicólogo y consultor político, autor de libro Maquiavelo y Freud. Psicología política para ganar elecciones, hay cuatro tipos de votantes. Los duros: electores que siempre van a votar al candidato, haga lo que haga, pase lo que pase, son fieles, seguros e inamovibles. Los blandos, es decir indecisos, están pensado en votar al candidato, tiene puntos de coincidencia, está a punto de “dar el sí” pero aún es permeable a hechos, palabras, gestos, imágenes, duda y hasta puede llegar a cambiar de opinión.
Luego, están los posibles: sienten cierta simpatía, pero aún no están absolutamente convencidos y por último, los imposibles: el candidato, haga lo que haga, diga lo que diga, (algunos hasta hacen el ridículo), pase lo que pase, jamás lo van a elegir.
También podemos agrupar en voto bronca, voto bolsillo, el voto castigo… y podríamos seguir de acuerdo con las situaciones y las emociones que desencadenan.
La teoría del “Big Five personality traits” formulada por Lewis Goldberg distingue cinco rasgos de personalidad, es el modelo más empleado para describir estilos que determinan ciertos patrones. Someramente el factor Conciencia hace referencia a la responsabilidad y la organización, quien puntúa alto suele ser confiable, cumple con sus compromisos y es ordenado. Por otro lado, quienes que puntúan bajo en Conciencia pueden ser descuidados y poco confiables.
El factor Apertura a la experiencia se refiere a la apertura a nuevas ideas, la creatividad y la imaginación, son personas dispuestas a probar cosas nuevas, curiosas y dispuestas a aprender. Extraversión refiere a personas amigables, extrovertidas y que disfrutan estar en compañía. El factor Neuroticismo refiere a la estabilidad emocional, quien obtiene un valor alto suele ser inestable, ansioso y con tendencia a la tristeza. Por último, factor Amabilidad alude a la cooperación y empatía.
Según Eskibel, la teoría de personalidad mencionada se puede adaptar al ámbito político dando como resultado que la Extraversión está relacionada con el votante social, es decir hay estímulos externos que determinan la participación y la militancia construyendo un compromiso partidario.
El factor Responsabilidad se vincula con el votante metódico, quien no es impulsivo, no se guía por la primera impresión y analiza la información pare ver el mensaje político con rigurosidad. El factor Neuroticismo condiciona al voto más emocional, ya que quienes tienen este rasgo de personalidad son generalmente los que se manifiestan de forma violenta.
La Amabilidad da como resultado el votante amable, donde la empatía hace inclinarse por candidatos cuyas políticas solucionen problemas de la gran mayoría. El votante abierto deriva del factor Apertura de la experiencia, es un votante abierto que se inclina por explorar lo nuevo y es inconformista.
Falta una semana, queda pendiente definir qué rasgo de personalidad debería tener el presidente que nos posibilite cubrir nuestras necesidades y nos garantice mínimamente algo certidumbre y momentos de felicidad.