Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La construcción en la ciudad: la incertidumbre económica domina la escena

La caída de la actividad es del 42 % respecto de julio de 2021. Un dato alentador: en medio de la confusión, no son pocas e importantes las obras que no han detenido su marcha.

Compás de espera para invertir. / Fotos: Pablo Presti, Rodrigo García y Emmanuel Briane-La Nueva.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Con la presentación de permisos para construir 9.501 metros cuadrados, el último julio se presentó como el más bajo del año en cantidad de expedientes tramitados en nuestra ciudad: un 42 % menos que la superficie gestionada en el mismo mes de 2021.

   Por otra parte, en lo que va del año (desde enero a julio), los permisos sumaron 106.769 m2, un 15 % por debajo de los 125.785 registrados en idéntico período del año 2021.

   Estos valores se refieren exclusivamente a las construcciones debidamente presentadas para su aprobación.

   Sin embargo, las estadísticas que, de manera mensual, elabora la Central Territorial de datos del municipio de Bahía Blanca, dependiente de la subsecretaría de Planificación y Desarrollo Urbano, también incluye la declaración de obras realizadas sin haber cumplido con los trámites correspondientes: las declaraciones conocidas como sin permiso.

   En este caso, el detalle es que pueden ser obras realizadas mucho tiempo atrás.

   Si se comparan —entonces— los primeros siete meses de este año 2022 con los de 2021, considerando ambos parámetros, obras con permiso y obras sin permiso, este año suman 126.333 metros cuadrados, una disminución del 30 %.

   Empresarios locales del sector manifestaron que la incertidumbre económica sigue siendo un elemento clave a la hora de definir inversiones.

   Y si bien reconocen que el ladrillo mantiene su calidad de refugio medianamente seguro para inversionistas, los constantes cambios en materia económica, sumado a los vaivenes del dólar, generan momentos de espera por parte de los inversores hasta tener un panorama más claro de la situación.

  Un elemento alentador, en medio de tanta confusión, es que las obras en la ciudad, muchas de ellas de gran envergadura, siguen en marcha, sin ningún signo de paralización, sino que, por el contrario, se advierte como muchos edificios en altura van creciendo a un ritmo normal o adecuado.

En detalles

   Si bien la construcción de edificios en altura no se detiene y su presencia se hace evidente recorriendo las calles del micro y macro centro, es posible que en los años próximos esa situación se modifique, ya que de los permisos presentados en lo que va del año para viviendas multifamiliares apenas alcanza el 9,12 % del total.

   Este porcentaje equivale a haber gestionado permisos para una media de tres edificios de 12 pisos.

   La lista la sigue liderando la construcción de viviendas unifamiliares, con el 43,65 % de los permisos.

   Esto marca una tendencia de la gente a vivir en casas, con gran predilección por barrios ubicados en la periferia, tendencia que, de alguna manera, se incrementó con lo vivido durante la pandemia, donde disponer de un patio se convirtió en un componente clave.

   Los locales con distintos usos también han recuperado terreno con el 22,03 % de los permisos, al igual que las ampliaciones, con el 19,99 %.

   Los permisos de construcción tramitados entre los meses de enero y de julio, correspondientes a los años 2018-2022, son los que detallamos a continuación:

—2018, 138.950 metros cuadrados.

—2019, 88.929 m2

—2020, 36.438 m2.

—2021, 125.785 m2.

—2022, 106.769 m2.

Una visión más general 

   El mundo de la construcción tiene diferentes parámetros a la hora de analizar su situación.

   Uno de esos referentes es el despacho de cemento.

   De acuerdo con los datos aportados por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), en este julio en el país se vendieron 1.152.412 toneladas, un crecimiento del 9,4 por ciento respecto del mismo mes del año pasado.

   En los primeros siete meses del año, la suba interanual trepó al 11,1 por ciento.

   Los despachos de julio se compusieron de 1.146.900 toneladas destinadas al mercado interno y 5.512 a la exportación.

   Las proyecciones de la AFCP para todo el año 2022 dan cuenta de un nivel de 12,9 millones de toneladas que, de concretarse, representaría un crecimiento del 6,4 por ciento en relación con 2021 y, además, el volumen más alto de los últimos cinco años.

   La evolución de los despachos coincide con la de la actividad económica en general y la de la construcción en particular, que mostró un descenso a partir del proceso de devaluación del peso, con especial incidencia en el mercado inmobiliario.

   Esa caída se agudizó con la pandemia por el COVID-19, ya que la construcción no estuvo incluida entre los sectores esenciales.

   En otro orden, los resultados de la encuesta cualitativa de la construcción —realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Indec— para junio-agosto permitía anticipar este desempeño.

   Las grandes empresas constructoras manifestaron tener expectativas favorables, tanto las que se dedican a obras privadas como públicas.

   Las que previeron una suba de actividad durante junio, julio y agosto la atribuyeron a los nuevos planes de obras públicas, al crecimiento de la actividad económica y al reinicio de obras públicas, entre otros factores.

   De todas maneras, los últimos cambios verificados en el Gobierno en cuanto a funcionarios y medidas de ajuste vuelve a abrir un gran interrogante sobre cómo terminará el año y, a esta altura, muchas veces a las expectativas optimistas les cuesta encontrar un cimiento razonable.