Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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Orgasmos múltiples para todos y todas

Llegar a la fase del orgasmo más de una vez, con unos pocos segundos o minutos entre uno y otro es lo que se considera multiorgasmo. El secreto reside entre la fase de meseta y la del orgasmo ya que se debe conservar la estimulación suficiente, continuando y controlando la excitación, sería algo así como un típico “que no decaiga”. 

   Uno, dos tres, cuatro, cinco… ¿cuántos orgasmos? Hablar de múltiples orgasmos es el sueño de muchos y muchas. Traigo excelentes noticias porque se pensó que acabar una y otra vez era una práctica solo para unas pocas elegidas, a tal punto que en algunas épocas se lo consideró una rareza. Sin embargo, vos, yo, todas y todos podemos tener orgasmos múltiples.

   Hay una fórmula que pareciera la receta de la bebida más conocida en el mundo, sin embargo, hoy te voy a contar cómo lograr ese sueño denominado multiorgasmo. Una vez logrado podrás juzgar si te gusta, si es que tenía más prensa que placer, si es una forma más o si se convierte en tu favorita.

   Llegar a la fase del orgasmo más de una vez, con unos pocos segundos o minutos entre uno y otro es lo que se considera multiorgasmo. El secreto reside entre la fase de meseta y la del orgasmo ya que se debe conservar la estimulación suficiente, continuando y controlando la excitación, sería algo así como un típico “que no decaiga”. 

   Hay que distinguir los orgasmos múltiples de los orgasmos en secuencia; no son lo mismo. El intervalo entre uno y otro abarca más tiempo, como tomar un vaso de agua o cambiar el preservativo. Orgasmo múltiple es uno tras otro. La fórmula sería estimulación y orgasmo, estimulación y orgasmo, así cuantas veces se quiera.

   Es evidente que la estimulación es clave, solo que a veces, ante esos orgasmos que son para el recuerdo, los tejidos y la piel están tan sensibles que al intentar ir por otro se requiere de unos segundos porque la estimulación puede ser molesta, incómoda; en otras cosas se puede continuar estimulando sin parar.

   Seguramente te preguntás si esta experiencia múltiple es solo para mujeres, buenas noticias los hombres también pueden acceder a esta vivencia, aunque no la tienen tan fácil.

   La clave es el período refractario, es ese tiempo de recuperación tras la eyaculación, que varía entre minutos y a veces horas según cada caso. Si bien esto interfiere en ese sueño de tener varios orgasmos, como se dice vulgarmente “sin sacarla”, no lo impide.

   El secreto está en el control, es decir controlar la eyaculación. Se trata entonces de evitar la eyaculación, pero no el orgasmo, si bien una sucede luego del otro. Se puede tener un orgasmo o varios sin eyacular o se puede eyacular sin tener orgasmos. La fórmula sería disfrutar y controlar, disfrutar y controlar, dejar la eyaculación para el final, final.

   Si tuviera que decirte entonces cuál es la fórmula para tener múltiples orgasmos te cuento que primero es el deseo de querer experimentar, luego paciencia.

   A su vez hay que saber cómo funciona nuestro cuerpo, tocarse, auto estimularse una y otra vez para saber los tiempos y determinar las propias fases. Luego hay que establecer una buena comunicación con tu pareja, la otra parte debe saber que querés probar o entrenar esa variante. 

   Algunos recomendamos ejercicios de relajación, respiración para desarrollar aspectos sensoriales que siempre mejoran la calidad de los orgasmos. También son recomendables los ejercicios de la musculatura pélvica conocidos como los ejercicios de Kegel.

   Se requiere de tiempo y esto no es para los que tienen poco tiempo o están apurados. Se necesitan caricias de calidad para lograr mucha excitación, excitación que se puede alcanzar recurriendo a la fantasía, a mirar algo que erotice o hasta escuchar relatos calientes. Sugiero siempre el uso de lubricantes, ante la estimulación continua todo se debe deslizar con facilidad. 

   Por encima de todo siempre recomiendo que toda práctica o juego jamás debe ser forzado, ni exigido ni autoexigido, la sexualidad debe ser placentera y nadie nos debe decir ni imponer cómo acabar y mucho menos cuántas veces acabar.

   Hasta el próximo encuentro. Lic. Magda