Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Contrabando y evasión millonaria: qué nombres están bajo la lupa

Investigan a dos ciudadanos de origen chino, un despachante de aduana y una contadora. La maniobra habría generado un perjuicio de casi 100 millones de dólares. 

Fotos: Rodrigo García y archivo La Nueva y Policía Federal Argentina

   Luego de la batería de allanamientos realizados ayer en Bahía Blanca -mayoritariamente- y en la Ciudad de Buenos Aires, relacionados con posible contrabando y millonaria evasión tributaria, los peritos e investigadores empezarán a analizar todo el material recopilado, como documentación y soportes electrónicos que fueron secuestrados. 

   El caso, denunciado en octubre del año pasado por la Dirección General de Aduanas, está siendo investigado por el juez federal Nº 1, Walter López Da Silva y por el momento no hay detenidos.

   El foco está puesto en la compañía pesquera exportadora White Gulf, que tiene asiento en el puerto de Ingeniero White, uno de los lugares allanados por personal de la Policía Federal, bajo orden judicial.

   Se cree que para la venta del producto -especialmente merluza- al exterior se valían de una triangulación que permitía evadir impuestos y sacar ganancias a cuentas de afuera. También se investiga el lavado de activos.

   Desde la Policía Federal se informó oficialmente que, por la posible adulteración tributaria y contrabando, el perjuicio alcanzaría casi los 100 millones de dólares.

Empresario de perfil bajo

   El presidente de White Gulf es el chino Yi Sun, cuyo domicilio, en Hipólito Yrigoyen 164, piso 4, de nuestra ciudad, también fue allanado en la víspera.

   Yi Sun es un empresario de perfil bajo, que hace mucho tiempo vive en Bahía Blanca.

   Está casado (con una mujer también de nacionalidad china) y tiene hijos. Hace varios años que se asentó en Bahía Blanca, donde socialmente se lo conoce por jugar al golf de manera habitual.

   Dicen que llegó a nuestro país hace más de 30 años, en un pesquero que arribó al puerto de Mar del Plata y que luego se trasladó a nuestra zona para avanzar con la empresa del rubro.

   Además de Yi Sun, bajo la lupa hay otra persona de origen oriental: Rong Ding, quien vive en Terrada 50, piso 3, lugar que también se allanó.

   En su caso, a su vez, requisaron un domicilio en la avenida Libertador 4040, piso 6, La Lucila, partido de Vicente López.

   Otro punto de la investigación es la firma Cominter, dedicada al asesoramiento logístico y el despacho de aduana, cuyo director es Rodrigo Rafael Iglesias, a quien le allanaron las oficinas de Vieytes 752, piso 2 y su vivienda en Garay al 4700, además del piso 3 de la calle Portugal 543.

   El procedimiento relacionado con Cominter, a su vez, incluyó una oficina en la avenida Julio Argentino Roca 610, piso 2, donde tiene su domicilio comercial.

   Por último, otro allanamiento tuvo lugar en Michai 50, del barrio Patagonia, donde vive la contadora Paola Roxana Tarocco.

   Desde la Policía Federal se informó que otros dos ciudadanos chinos también fueron notificados de la causa, aunque no trascendió la identidad de los mismos. 

   En total se secuestraron varias computadoras, notebooks, pendrives y teléfonos celulares, además de 28 cajas con archivos documentales y demás elementos de interés.

La foto de 2014

   En julio de 2014, el empresario Yi Sun, ahora bajo investigación, quedó registrado durante la firma de un acuerdo de colaboración y mantenimiento de fuentes laborales de su empresa.

   La foto lo muestra -primero desde la izquierda- junto al entonces presidente del Consorcio, contador Hugo Borelli; Juan Pablo Moreno, titular del Sindicato de Industria y Alimentos y Marcelo Osores, director consorcista como representante gremial.

   Vale aclarar que ninguna de las otras 3 personas tiene relación con la causa que se está investigando.

   Aquel convenio que firmaron era consecuencia de un fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de la ciudad de La Plata, que había aceptado una medida cautelar que impedía el asiento de buques de arrastre en el puerto de White.

   De esa manera quedaba rubricado que la compañía pesquera White Gulf se comprometía a conservar y garantizar los puestos laborales a su cargo.