Bahía Blanca | Jueves, 30 de noviembre

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Bahía Blanca: ¿Por qué la demanda de vehículos supera a la oferta?

Las terminales no dan abasto con los pedidos y las concesionarias venden casi sin stock. La falta de piezas vitales retrasa el ensamblado. Y algunos adquieren el bien como una reserva de valor.

El mercado automotriz de nuestra ciudad se mueve con parámetros semejantes a los del país. / Fotos: Rodrigo García y Pablo Presti-La Nueva.

Audionota: Gino Mondino

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “La mayoría de las concesionarias tienen algunos vehículos para vender, pero hay marcas que en este mayo casi no facturaron; recién empezaron a hacerlo ahora. Y todo sucede en un marco en que la demanda supera a la oferta”.

   Luis Gallego, titular de la Regional Bahía Blanca, y zona sur, de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), describió la realidad del mercado automotriz nacional, del que Bahía Blanca no se diferencia.

   “Lo cierto es que podríamos vender más si los concesionarios tuviéramos más vehículos”, insistió.

   “Siempre hemos trabajado con stock, pero eso hoy no sucede. Si bien se depende de las políticas de cada uno de los concesionarios, lo cierto es que luego las terminales no terminan de cumplir con las entregas”, añadió Gallego.

Luis Gallego, titular de la Regional Bahía Blanca, y zona sur, de Acara.

   “Los stocks han ido a la baja porque se vendieron unidades con la promesa de entregas, pero arribamos a fin de mes y el auto no llega”, explicó.

   “Es decir, nos encontramos con que vendemos más de lo que tenemos en stock porque, en este caso, se trata también de una reserva de valor”, insistió.

   Gallego también dijo que el retraso en la entrega de las terminales obedece al faltante de autopartes, la mayoría de ellas de origen importado.

   “Hoy no sólo faltan determinados chips para ensamblado, sino que no hay gomas, parabrisas y otros repuestos clave. Y no sólo importados, sino de origen nacional”, aseveró.

   También dijo el directivo que los autopartistas tienen dificultades para conseguir elementos para determinadas piezas, que también arman ellos con importados, por las consabidas restricciones para importar.

   “Con unos recursos sobrantes, las terminales prevén prestarles a los autopartistas, en acuerdo con el Gobierno, para que puedan importar más piezas y así terminar los repuestos”, comentó.

“Pero este faltante ocurre en el mundo. Es una cuestión logística. Hay problemas con el transporte en barcos y también como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania”, dijo Gallego.

   “Por ejemplo, el mayor productor de gas de neón es Ucrania. Con ese elemento vital se fabrican algunas ópticas, por ejemplo. Y hoy hay problemas de abastecimiento en este sentido”, explicó.

   “Si en el mundo se trata de un tema complejo, imaginemos lo que sucede en la Argentina”, sostuvo.

   Gallego señaló que, en este año, los patentamientos en el país se mantendrán entre los 30.000 y 33.000 por mes.

   En 2021, las ventas de unidades totales en la ciudad de Bahía Blanca tuvieron un crecimiento de 3,73 % en relación al año 2020. Fue cuando las 2.589 superaron a las 2.496 unidades del período anual previo.

   Asimismo, las ventas totales en la Argentina crecieron el 10,15 %, con la venta de 33.934 más en autos, utilitarios y camiones en 2021 respecto de 2020: 368.250 vs. 334.316.

   Respecto del valor de las unidades, Gallego dijo que cambian en forma significativa casi todos los meses.

   “Se da la particularidad de que alguien aguarda que el dólar aumente para luego comprar, pero en esa espera el auto sigue subiendo de precio y se pierde la relación”, sostuvo.

   —¿La compra de un auto está relacionada, hoy, con la alternativa de sumar una reserva de valor?

   —Hay de todo. Existe gente que lo necesita para trabajar, como la camioneta para la gente de campo.

   “Otras personas venden el usado porque la diferencia que existe respecto del cero kilómetro es ventajosa para hacer la renovación.

   “También hay posiciones emocionales, por decirlo de alguna manera. En este país siempre estamos pensando en ahorrar, en capitalizarnos y demás, pero mientras tanto se nos pasan los años y nos perdemos de disfrutar.

   “Por otro lado, es cierto que hay gente que no puede cambiar su auto. En un país de 47 millones de habitantes, que sólo 400.000 lo puedan renovar por año es muy poco”.

   —¿En algunos casos el auto usado cuesta más que el cero kilómetro?

   —Eso se produce porque, en ocasiones, el cero kilómetro tiene un sobreprecio que vale más que el valor de lista.

   “Pero el concepto es que nunca vale más un usado que un cero kilómetro, aunque puede haber casos excepcionales.

   “Por ejemplo, un auto cero kilómetro que cuesta 2,8 millones de pesos y por el cual piden $ 3,2 M, se puede inferir que el usado, de ese modelo, acaso llegue a $ 2,6 M. Pero es la misma razón: cotiza más porque el cero kilómetro se comercializa, en realidad, a otro valor respecto de la lista”.

   —¿Cuál es el segmento más demandado?

   —La demanda es generalizada y se maneja de acuerdo con la disponibilidad de cada concesionario. Hay que verlo en cada marca en particular.

   “¿Más camionetas? Hay mayor demanda en nuestra región por el sector agropecuario. Y claramente no podemos cumplir con la mayoría, pero así sucede con casi todos los modelos, más allá de que impacta más en este segmento directamente relacionado con la producción”.

   —¿El mercado se acostumbrará a vender 400.000 vehículos por año, cuando en tiempos excepcionales, como en 2017, se llegó a 900.000?

   —Todo es parte de un proceso. Hoy, las terminales están lanzando vehículos construidos mayormente en el país. Es un cambio que no se logra de un día para otro, pero se va hacia ese camino.

   “Eso es bueno, pero insume una demanda de piezas nacionales que, hoy, no se puede satisfacer. Todos buscamos proveedores a nivel local, pero las exigencias de las terminales a veces son superiores a los productos presentados, tanto en calidad como en cantidad.

   “Las autopartes son cada vez más tecnológicas y más específicas. Es algo que hoy no se consigue en el país.

“Hay muchos modelos que se fabrican acá, es cierto, pero son para exportación, porque es la forma de poder hacerlo a través de la compensación de exportaciones e importaciones”.

   “Se traen piezas, se fabrican autos y se exportan, y con ese resultado recién se pueden volver a importar. Es una cadena compleja”, aseguró.

   De acuerdo con distintos estudios, en algunas marcas, que hace un par de años estaban en una cobertura del 35 % de piezas nacionales, actualmente han podido subir sólo hasta el 46 %.

La salud de las concesionarias locales

   “En la Argentina pasamos de vender un promedio de 700.000 vehículos a unos 400.000 (NdR: anuales). Y la misma relación puede hacerse respecto del mercado automotriz de Bahía Blanca”, sostuvo Gallego.

   “Estamos tratando de adaptarnos a eso”, añadió.

   “La reducción de grandes estructuras, y hasta ociosas, las vivimos todos los concesionarios”, dijo el directivo.

   De todas maneras, aludió a la salud de los salones comerciales existentes en nuestra ciudad.

   “Lo importante es que las concesionarias de Bahía Blanca están muy fuertes y son muy sanas. Eso es muy importante”, aseguró.

   “Cada empresario aplica diferentes ingenierías para que los números le cierren y atravesar este momento de la mejor manera”, comentó Gallego.