Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

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Juanse Rodríguez: "Fui a disfrutar y terminé ganando la medalla de oro"

El joven de 15 años, oriundo de Saavedra, le dio a la Argentina una de las 16 preseas doradas en Rosario 2022. "Valió la pena tanto esfuerzo", señaló.

Fotos: prensa Rosario 2022

Especial desde Rosario

Twitter: @MGGiova

Mail: mgiovannini@lanueva.com

   

   La delegación argentina logró un total de 59 medallas cuando apenas pasamos la primera mitad de los III Juegos Suramericanos de la Juventud.

   De allí, cuatro viajaron desde Rosario hacia Bahía Blanca: Iara Villalba (dos de bronce en natación), Martiniano Montero (plata, natación) y Guillermina González (bronce, arquería) las trajeron en su valija.

Iara Villalba tuvo una jornada soñada y se trae dos medallas de bronce

   Mientras que una, muy especial por ser dorada, llegó a la región: el patinador Juan Segundo Rodríguez se subió a lo más alto del podio en la especialidad libre y volvió a colocar a Saavedra en el plano internacional.

   "La medalla es la muestra del sacrificio que hice durante tanto tiempo y de todo lo que me privé para priorizar el patín. Terminar cansadísimo cada entrenamiento... Es mucho el esfuerzo, pero valió la pena", le contó a La Nueva.

   "Ves las notificaciones del grupo de WhatsApp para juntarnos y yo no puedo, o voy a cenar pero me iba antes porque al otro día me tenía que levantar temprano para ir a entrenar", mencionó.

De la concentración a las lágrimas: Guille González, bronce en arquería

   Juanse obtuvo 52,04 puntos en su programa corto, superando al uruguayo Martín Gasalla (41,51) y al brasileño Kevin Medziukevicius (37,30).

   Dicha ventaja le permitió salir con menos presión a patinar el programa largo y allí la diferencia con sus perseguidores fue mucho mayor.

   Rodríguez totalizó 91,95, dejando atrás a Medziukevicius (64,42) y a Gasalla (63,43), por lo que el primer puesto no tuvo ningún tipo de discusión.

   "En el programa corto, que es con el que empezás, cuando caí bien en los primeros saltos me tranquilicé un poco. Para el programa largo estaba menos nervioso y saqué más diferencias. Al final me largué a llorar de la emoción porque quería patinar así", señaló.

   Juanse suele viajar a Bahía Blanca, no solo para competir sino también para entrenar en el club El Nacional bajo las órdenes de Gabriela Motecchiari, que es "quien marca las coreografías".

   "Antes de ir a Rosario pasé dos semanas en Bahía, para trabajar más y mejor", sostuvo.

Montero no se quedó atrás y completó la cosecha bahiense con otra medalla

   Su entrenadora personal es Belén Schofer, del club Sarmiento de Pigüé. Además, su equipo de trabajo se completa con Walter Iglesias, María Florencia Torres (psicóloga deportiva), María Eugenia Zerbi y Fabiana Buquete (preparadoras físicas), y Justina Dailoff (profesora de elasticidad). En tanto, Pablo Rodríguez y Karina Maidana lideraron al grupo en Rosario.

   "Entrené un montón, trabajé muchísimo. Mi principal objetivo era disfrutar de la experiencia porque es algo único para mí. Por suerte la pasé muy bien y sentía que había posibilidades de obtener una medalla. Cuando fue la de oro me puse muy feliz, es la verdad. Fui a disfrutar y terminé ganando la medalla de oro", resumió.

   Nacido en Pigüé, crecido en Saavedra, Juanse fue campeón sudamericano en 2017 y 2019, y Panamericano, en 2018, siempre en certámenes exclusivos de patín, aunque este título tiene un gusto especial.

   "Esta es la medalla más importante hasta ahora. Además, el recibimiento fue hermoso, me hicieron una caravana acá en Saavedra, me pasearon en el autobomba y mis compañeros me prepararon una merienda", relató.

   La pandemia y que se trate de un evento polideportivo, social y cultural harán que Rosario 2022 permanezca en su memoria por el resto de su vida.

   "Primero fue hermoso encontrarme con chicos que no veía hace dos o tres años. Y después, el evento estuvo buenísimo porque por ejemplo nos cruzábamos en el hotel con otros deportistas y hablábamos de qué hacían, en qué competían, cuándo. No solo apoyábamos a nuestros compañeros de patín sino también a los chicos de otros deportes", declaró. 

   "Además, al ser en Argentina, cuando salías a la pista lo de la hinchada fue increíble. La gente hizo todo muy especial, nos fueron a ver chicos de las escuelas y nos querían saludar; fue algo hermoso", recordó.

   Juanse tiene en agenda su futuro inmediato en el mundo del patín, aunque también se permite mirar más allá con una claridad sorprendente para su edad.

   "En junio tengo un sudamericano en San Juan y después vendrán los clasificatorios y torneos nacionales", dijo.

   "Patinar no voy a poder patinar toda la vida, pero cuando lo deje de hacer quiero ser profesor. Me gustaría muchísimo. Arranqué a los 7 años y a los 8 ya gané un torneo. Y la verdad es que espero la hora de patín para ir porque es algo que me encanta y si tengo algún problema, me pongo los patines y me olvido", completó.