Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

La bahiense Vicky Rego presentó con éxito su último libro

La escritora nacida en nuestra ciudad llevó a España su más reciente creación, la novela de ficción titulada "Ema", una historia en donde plasma la necesidad de eternizar el amor.

Fotos gentileza Martín Pastene

    Vicky Rego camina por las calles de San Isidro, bajo la sombra de sus centenarios árboles, donde conviven en armonía el pasado histórico con sus innumerable estilos y arquitecturas.

   Desde su hogar desde hace casi cincuenta años, donde nacen cada uno de los personajes y conversaciones de sus obras, cuenta que nació en Bahía Blanca y que pertenece a la generación  que fue joven en los años 60/70.

   "Era la época en la queí bamos a bailar a Rancho X, y Chez Otto en Palihue; y Poseidón, en Avenida Colón, frente al Hotel Austral. Entonces, todos seguíamos la tendencia de la música que marcaba Raúl Martí en sus programas de radio de LU2, LU3 Y LU7. El mismo de quien me enamoré, nos casamos, y nos vinimos a vivir a Buenos Aires en el 72, donde nacieron mis tres hijas".

   Egresada del Colegio La Inmaculada, cuenta que empezó a estudiar Filosofía y Letras en la Universidad del Sur, pero después de ganar una beca en la Universidad Complutense de Madrid optó por la carrera de Psicología.

   “No me pregunten por qué, tal vez fue el auge del psicoanálisis o la atracción que siempre tuve por los desórdenes mentales”.

   Agrega que “vivir en España bajo la dictadura de Franco no fue fácil, pero aprendí que sin libertad no se puede crecer, ni pensar, ni tener futuro. Volví rebelde, como corresponde a esa edad. Me casé al poco tiempo de llegar a Argentina, nos instalamos en Buenos Aires, donde vivo desde entonces".

   De sus raíces bahienses, conserva a una hermana viviendo en la ciudad, sobrinos y amigos.

   "No voy a Bahía con la frecuencia que me gustaría. En 2017 hice la presentación de mi primera novela, ‘Fefo', en la Casa de la Cultura de la Universidad del Sur. Varias librerías de la ciudad la tienen a la venta", destaca.

   Recuerda con especial fervor, su adicción a los libros cuando era chica. Dice que devoraba todo lo que caía en sus manos:

   "Atacaba la biblioteca de mi casa, la de mis tías y retiraba libros de la Biblioteca Rivadavia semanalmente. Tengo muy presente esas tapas duras con una etiqueta que encerraban tesoros que lamentablemente tenía que devolver. Mi tía, Carmen Sánchez Rego era profesora de castellano y escritora de obras de teatro para títeres.Ella y su hermana Irene influyeron mucho en mi infancia. Eran —como mi padre— gallegas, y me contaban historias increíbles, a veces inventadas, sobre sus vecinos de Villalba, en la provincia de Lugo".

   Con el tiempo, Vicky aprendió el artesanal armado de títeres y su hogar,en la calle Luiggi y Brown, se llenaba de chicos que esperaban con ansias las representaciones y los personajes que con una amiga montaban en un teatro casero.

   Cuenta que "Ya casi adolescente, escribía poemas, influenciada por Rubén Darío, Jorge Isaac y José Martí. Despertaron la parte más cursi de mi personalidad. Siempre fui muy enamoradiza y la literatura del siglo XIX me sumergía en el mundo en el que creía que tenía que vivir.Todavía pienso si no seré la reencarnación de George Sand o alguna de las hermanas Brontë”.

   Cuando nacieron sus hijas,empezó a estudiar fonoaudiología en la Universidad de Buenos Aires. Es la profesión que ejerce desde hace muchos años. Pero siempre se las ingenió para escribir, de alguna manera, aunque sea en revistas y periódicos de la especialidad.

   Vicky siente que si no escribe, se ahoga. No sale de su casa sin un libro en la cartera.

   "Necesito vivir mi vida y otras. Y crear personajes que se atrevan a hacer lo que yo me reprimo. En los noventa empecé a escribir cuentos, un par de ellos resultaron finalistas en un concurso y fueron publicados en la antología Jorge Luis Borges (Ed. Los CuatroVientos). Después vinieron los blogs. Todavía vuelco mis miradas de lo que me rodea en “Algunas cosas” y “Orejas  Perezosas”, ambos de Blogspot".

   Luego de los talleres literarios con Dalmiro Sáenz, Federico Jeanmaire, Daniel Guebel y Marcial Gala, Vicky comenzó a pensar en sus propias novelas.

   "Cuando di los primeros pasos de Fefo, en el taller de Daniel, se me escapaba mi costado cursi y en una ocasión, él me dijo: “por favor, matá a ese padre moralista, es insoportable”. Me dolió, pero dio en el clavo. Di vuelta mi cabeza y el padre de Fefo también dio un giro de ciento ochenta grados. Cuando empecé a escribir Ema, Daniel me sugirió que releyera Madame Bovary: había algo entre las dos Emas, la de una m y la de dos. Fue fundamental relacionarlas, no se me había ocurrido. A veces lo que uno lee queda grabado en el inconsciente e influye de alguna manera".

   "La novela la seguí trabajando durante dos años con el escritor Iosi Havilio, que tiene una capacidad inigualable para romper estructuras. Porque a los escritores nos cuesta dar esa vuelta de tuerca, darnos la oportunidad de mirar la historia desde otro punto de vista, probar, cambiar, reescribir. Con Iosi aprendí eso, que me sirve también para la vida. No hay certezas, no hay un 'esto es así'. Todo puede ser de otra manera".

La artista bahiense Cora Hitce pintó a Vicky Rego en su lugar de trabajo

 

   Ema, su última novela —que cuenta le encantaría presentar en Bahía Blanca—,es pura ficción. Pero reconoce que le puso en ella sus intolerancias, su amor por los viajes y la necesidad que siempre sintió de eternizar el amor.

   "La protagonista es una septuagenaria muy paqueta que se encuentra con Álvaro, un músico muy apuesto,  en una residencia de rehabilitación: ella por una accidente en un brazo, él por su epilepsia. Ema lo confunde con Andy, el gran amor —prohibido— de su juventud, él le sigue el juego y eso da lugar a una historia de amor en donde la realidad se confunde con la ficción —a veces casi surrealista— y la verdad con la mentira. Todo sirve para creer que cuanto más loco se está, hay más posibilidad de vivir la vida de otra manera". 

   A través de los monólogos interiores de Ema los lectores se van enterando de su aventura con Andy cuando eran jóvenes. Como suele ocurrir con la memoria, no hay un orden cronológico en esos recuerdos, que van y vienen. Y por los mails de Álvaro con su amigo, tenemos la posibilidad de tener una mirada más realista.

   En "Ema" está presente la música desde el principio hasta el final.

Con Andy hacen música country. Álvaro es concertista y entran en el mundo de compositores clásicos, juegan a que son ellos, a cambiar de identidad; se disfrazan, viajan por todo el mundo, son músicos callejeros en Dublín. En Ema hay mucho sentido del humor. A veces se la odia, tan snob, tan elitista, y a veces divierte hasta hacer reír de verdad.

   “ Me costó mucho darla por terminada, pero un día lo tuve que hacer".

   Vicky viaja seguido a España, es colaboradora de Mundiario, un periódico de Galicia, con artículos semanales. Algunos de ellos seleccionados para formar parte del libro “La pandemia”, de la Editorial Mundiediciones. La editorial Velasco Ediciones, de Asturias, se interesó en la novela y la publicó en febrero de este año.

   Con entusiasmo nos cuenta: "Viajé para sus presentaciones: en Madrid, el 24 de febrero, en la librería Antonio Machado del Círculo de Bellas Artes; el 3 de marzo en la librería Cervantes de Oviedo y el 4 en la Librería La Buena Letra de Gijón. La verdad es que me sorprendió la entusiasta acogida del público. Siempre la salas llenas, con colas para firmar libros. ¡Ya no me daba la imaginación para escribir las dedicatorias! Entrevistas en radios, en periódicos. Fueron días inolvidables, de mucha actividad y con mucha calidez por parte de los lectores y organizadores".

   En nuestro país, "Ema" tuvo una una excelente crítica del catedrático de Literatura Francesa de la UBA Walter Romero. (Link: https://www.facebook.com/587441253/posts/10158640017571254/?d=n.)

   "Me encantaría que se pudiera vender en las librerías de mi país. Pero parece que hay un tema complicado con los impuestos a la importación. Son tan altos que para que se justifique traer un libro tienen que venderse cientos de ejemplares. Eso solo es posible para escritores consagrados. Por el momento Ema, en Argentina se puede comprar por Mercado Libre, únicamente".

   Solo resta esperar que la escritora bahiense pueda presentar pronto "Ema" en la ciudad que la vio nacer.