Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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Manorexia, el trastorno alimentario que aumenta en hombres

En general no realizan consultas con profesionales, probablemente porque sienten vergüenza.

Un factor importante para llevar una buena nutrición es la educación alimentaria desde niños, no obligando ni restringiendo alimentos.

   El término “manorexia” no existe en el DSM V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) y tampoco los trastornos se diferencian por género ya que pueden padecerlos tanto mujeres como hombres.

   Históricamente se presentaban más en mujeres por la presión social, pero hoy los casos en hombres están aumentando, aunque sean más difíciles de detectar. 

   Ellos en general no realizan consultas con profesionales, probablemente por vergüenza o para no sentirse “débiles”, porque siempre la sociedad tuvo al hombre como “fuerte”.

   El trastorno más predominante en hombres es la vigorexia o trastorno dismórfico muscular que es la obsesión por la masa muscular, se ven muy débiles aún teniendo exceso de masa muscular. 

   Es un nivel de obsesión que termina poniendo en juego la vida de la persona, se aíslan, consumen hormonas, suplementos, esteroides y anabólicos y por consecuencia alteran la conducta alimentaria.

   Sumado a estos, existen otros trastornos de conducta alimentaria (TCA) en hombres como bulimia, anorexia, trastorno por atracón, etc. pero el mas “notorio” es el mencionado anteriormente, combinado con ortorexia que es la obsesión por comer 100% saludable, donde además la vida social se ve afectada y no hay conciencia de enfermedad.

   Un factor importante para llevar una buena nutrición es la educación alimentaria desde niños, no obligando ni restringiendo alimentos. Lo principal es una dieta balanceada con los nutrientes necesarios que se encuentran en los distintos alimentos. Y sobre todo, disfrutar de las cosas que nos gustan, por ej. no dejar de comer pizza con los amigos. 

   Por otro lado, es fundamental saber por qué comes. Muchas veces comemos por emociones, cuando hay una angustia muy grande con el tema del cuerpo, hay que ir a un psicólogo. La comida está todos los días, es necesaria, y uno tiene que tener buena relación con ella. 

   Y otro punto muy importante, es erradicar la crítica hacia el cuerpo del otro, uno nunca sabe por lo que el otro está pasando. Hay que empezar a querer y aceptar nuestro cuerpo y que los trastornos alimentarios dejen de ser un tema tabú.

   Se suele creer que los trastornos son un capricho y no lo son, es un pedido de ayuda en silencio. Cuándo acudir a un profesional: si tu pensamiento se centra en la comida y ves que la comida y el aspecto de tu cuerpo condicionan tu vida, si estas empezando a dejar de ir a fiestas, eventos o dejas de juntarte con tus amigos, ahí es un signo de alarma. 

   No hace falta llegar a algo grave para tratarse. Si le pasa a un familiar o amigo y tiene distorsión de la imagen corporal, vive diciendo que esta gordo y no es así, si se pasa muchas horas en el gimnasio, si empieza a dejar de comer o restringir ciertos alimentos, es momento de pedir ayuda, no esperar.