Regresan las propuestas del Cine Club "Dos Miradas"
Será a partir del 7 de mayo, a las 18, con la película "Los sueños de Kurosawa", en la Biblioteca Mercedes de San Martín, en 9 de Julio 1051.
El Cine Club “Dos Miradas” nació en 2012 con dos propósitos. Uno, el de presentar, mostrar, el cine clásico, o sea el vigente en forma eterna y perdurable a través del tiempo como cine de autor o de arte; y otro, el de constituir un ámbito de reunión, de encuentro, para los amantes del “celuloide” (cinéfilos) y los espectadores casuales e informarles (no cinéfilos), con el objeto de dialogar, debatir e intercambiar opiniones sobre las obras.
Obras clásicas y también modernas, postmodernas y contemporáneas, siempre dentro de las posibilidades de espacio, tiempo, y tecnológicas o de accesibilidad a las mismas.
Por supuesto, hubo y hay, un cine club prepandémico, uno pandémico y otro, el actual, post pandémico.
El primero y el último, afines, por presencialidad y espacialidad en cuanto a lugar y medios técnicos. Pero el del medio -teniendo en cuenta lo trágico de lo vivido y sufrido- signado por lo virtual y limitado por lo tecnológico, ya que el cine club tuvo que adaptar sus recursos a la inédita situación presentada.
De todas maneras, "con esas restricciones y desafíos, logró en parte funcionar y lograr, creemos, los objetivos propuestos", expresaron sus impulsores a nivel local, Héctor y Luis Correa.
A ello agregaron que, de tanto en tanto, resurge, renace, reaparece, por obcecación y por pasión.
"Habíamos definido el cine arte en una breve introducción al cine francés" de la siguiente manera:
"No se puede concebir el hombre sin el cine. Como tampoco es concebible el hombre sin la lengua. Si bien el cine nace a fines del siglo XIX, su génesis se remonta a los albores de la humanidad. La comunicación con el otro a través de imágenes le ha dado al cine esencialidad, hasta tal punto que podríamos definir una comunidad si reúne este estado primordial y elemental de la condición humana.
Pero, así como las relaciones comunicacionales son inherentes y esenciales al hombre, tienen la capacidad de tomar y establecer modos, formas, contenidos que se enlazan con las emociones, los temperamentos y personalidades de los distintos individuos y comunidades.
En este sentido hablamos de una génesis remota para el cine (o la utilización de la imagen). La tecnología le ha dado a través del movimiento, mucho después, el soporte adecuado para transmitir esas emociones y esos sentimientos, y le ha permitido ser vehículo de las ideas y los pensamientos de los grandes creadores capaces de plasmarlos y darles la forma más apropiada.
El cine, entonces, fue uno de los instrumentos, heredero natural de las grandes formas narrativas que el hombre a través de su historia originó y creó para llevar a cabo y hacer concreta su necesidad de relacionarse.
Ahora, entendemos que, como arte, como expresión artística, no sólo transmite y tiene como objeto al hombre. Como confluencia, como eje, de todos los géneros del arte, y como receptáculo de todas las aventuras y desventuras, sufrimientos y goces, ideas o pensamientos ya sea para conservar o transformar la realidad o como forma de interpretar el mundo en el que vivimos, o distorsionarlo hasta hacerlo irreconocible para el engaño y la traición, el despojo y la explotación, el cine nos entregó una de las armas más fantástica de todos los tiempos. Y así fue usado.
"He tomado estos filmes porque son interesantes desde el punto de vista de los argumentos que abordan... El cine puede, y así lo ha hecho, abordar innumerables temas y condicionar determinadas estéticas. El cine de autor seguirá siendo la más genuina y profunda forma para que la obra cinematográfica sea vehículo de ideas y emociones trascendentes, reúne la concepción del mundo del director y refleja, como reacción, los pensamientos y emociones más genuinas y transparentes del espectador". (El cine y el hombre, agosto de 2009).