Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Expoagro 2022: Cuando lo agronómico llega para resolver la ecuación económica

Luego de dos años, la presencialidad de la muestra renovó las expectativas de un sector donde los actores priorizan lo sostenible y lo sustentable a la hora de intervenir en la elaboración primaria de los alimentos.

Rinde: otra palabra clave en la nueva agricultura. / Fotos: Pool de Periodistas

Guillermo D. Rueda / Enviado especial a San Nicolás de los Arroyos / grueda@lanueva.com

   Con la mira puesta en una producción cada vez más eficiente, pero inexorablemente más sustentable y sostenible, la capital nacional de los negocios volvió a mostrar su perfil productivo tras la obligada pausa por la pandemia del COVID-19.

   Si bien siempre se atiende lo que sucede por encima del suelo, en cuanto a siembra, cosecha, rendimientos y producción, lo cierto es que hoy la mirada, ya sin discusión, se orienta a lo que sucede bajo tierra y más allá de la radicular.

   El tema no importa sólo en forma directa a la agricultura, sino que sectores afines como maquinaria agrícola, implementos, medios de movilidad, combustibles y hasta crediticios están en la misma frecuencia de compromiso para una producción que trasciende lo económico si se utilizan prismáticos de largo alcance (a esta altura es imprescindible) .

   De allí que las palabras sustentabilidad y sostenibilidad aparecen algo más que instaladas como una moda pasajera.

   “Claramente, hoy debemos reimaginar la sustentabilidad”, dijo Rodrigo Ramírez, titular de UPL Argentina.

   “Pero el tema es cómo bajamos eso a la calle; es decir, cómo trabajamos en una red, donde nosotros nos vemos sólo como facilitadores, que trabaja en la sostenibilidad de la producción de los alimentos sin límites y sin fronteras”, agregó.

   “Cómo ser sustentable y mantenerse en el tiempo. Ese es el gran desafío, el que no se debe dejar de hacer”, afirmó.

Rodrigo Ramírez.

   “Porque las cosas deben tener un sustento, por eso la sustentabilidad y, además, sostenerse en el tiempo. Importan las dos palabras”, aseveró.

   Ramírez —en diálogo con Pool de Periodistas— también habló de bioestimulantes.

   “Pero hay otro tema relevante que los productores ya están haciendo: no es sólo pensar desde el suelo para arriba, algo que estamos acostumbrados a realizar, sino que se debe pensar del suelo para abajo”, dijo.

   “Sin diagnóstico previo no hay una buena receta”, sostuvo —por su parte— Nahuel Lo Cane, director general de Nutrien Ag Solutions LAS, la firma que puso al productor como eje para la toma de decisiones bajo el programa Lidera tu lote.

   “Una de las decisiones clave es proveer el análisis de suelo para elegir qué incluir en cada lote en particular. Una vez concluido ese proceso, se provee el germoplasma ideal”, agregó.

Nahuel Lo Cane.

   En este sentido, Lo Cane no dejó de lado la fertilización, antes de admitir que la incorporación de esta tecnología casi siempre depende del precio de los commodities, algo que hoy se encuentra en alta volatilidad.

   “De todos modos, creemos que la incorporación de fertilizantes debiera ser hoy un poco mayor a fin de reponer la cantidad de nutrientes que vamos extrayendo en cada cosecha”, señaló.

   “Tenemos un mercado creciente, pero la tendencia tiene que ser aún mayor. Consideramos que ese valor de nutrientes debiera ser neutro, algo que tampoco sucede hoy. ¿El valor actual de los commodities? Eso puede contribuir a una mayor aplicación”, sostuvo Lo Cane.

   “Los desafíos de la agricultura siguen siendo los mismos, que no son menores, pero cada vez con mayor innovación y sustentabilidad”, definió —en tanto— Gustavo Portis, director de Soluciones para la Agricultura de BASF para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

   “La incorporación de grandes procesos disruptivos ya está entre nosotros. Algunos de ellos se relacionan con el cuidado de la tierra y la sustentabilidad, pero también la sociedad, nosotros, por los desafíos que le estamos transfiriendo al productor”, agregó.

   Portis admitió que la única forma de dar más y mejores soluciones es con la incorporación de nuevas tecnologías que posibiliten producir cada vez más con los mismos recursos naturales.

   “El concepto más importante en que estamos trabajando desde investigación y desarrollo es la posibilidad de conectar diferentes áreas tecnológicas que permitan que la suma de 1 más 1 sea más de 2”, explicó.

   “La idea es tener semillas con eventos biotecnológicos conectados con soluciones químicas o biológicas, o con tratamientos que permitan cubrirla, potenciarla, enraizarla y producir más y, de la misma manera, a través del conocimiento agronómico abarcar cuestiones relacionadas a herramientas digitales de inteligencia artificial y del manejo de ciencia de datos. Así, se permitirá ser más eficiente en el proceso y todo redundará en una producción sustentable de alimentos”, aseveró Portis.

   “Desde marcadores moneculares hasta drones, toda la ciencia está disponible para mejorar variedades en tiempos más cortos. Esa es la clave de las semillas autógamas de nuestra firma”, dijo Patricio Munilla, gerente de Marca de Don Mario.

   “Este foco nos permite obtener no sólo mejores variedades, sino acortar ciclos al tener plantas en desarrollo en varios países. La contraestación es fundamental en este proceso y por eso apuntamos a una ganancia genética del 3 % por año”, agregó.

   “¿El mayor desafío? A nivel nacional es crear conciencia en el productor de la importancia de la inversión de la empresa en la semilla autógama. El reconocimiento de la propiedad intelectual es el motor para que sigamos invirtiendo y que lleguemos a lograr ese 3 %”, sostuvo.

   “Muchos productores lo reconocen a través de la semilla fiscalizada, o a través de la regalía de uso propio. Ahora, si ellos nos acompañan, nosotros podremos hacerlo aún más para lograr un círculo virtuoso”, aseguró Munilla.

Patricio Munilla.

   “Somos concientes de que debemos producir más y mejor. Pero el tema es cómo. Y en eso es clave la tecnología y la genética para lograr la mejor rentabilidad teniendo en cuenta la sustentabilidad adecuada”, comentó Francisco Pérez Brea, gerente de Marketing de NK.

   Agregó que otra clave es generar la mayor cantidad de datos que les permita, a los productores, tener seguridad y respuestas.

   “El escenario ideal se crea con el productor. Acá hay que simplificar los datos para tomar decisiones sencillas y adecuadas, porque esa es la forma de maximizar las ecuaciones productivas”, sostuvo Pérez Brea.

   La innovación de la agricultura no sólo se limita a los cultivos más tradicionales en la Argentina, o de mayor producción, sino también al sorgo, un cultivo de gran aceptación por su calidad forrajera en el sudoeste bonaerense.

Francisco Pérez Brea.

   “Seguimos trabajando con tecnología (Aphix) para hacerle frente al pulgón amarillo, que ya ha complicado a no pocos productores”, dijo Pablo De la Fuente, gerente de Advanta para Latinoamérica, que posee casi el 70 % de provisión de sorgo Igrowth del mercado nacional y que, también, se especializa en girasol y maíz.

   Para la próxima cosecha se apunta a controlar la plaga en el norte del país, así como se espera un crecimiento de área copiando lo que ha sucedido en otros países.

Pablo De la Fuente.

   “Somos optimistas para el futuro. A los productores les costó ver el valor agregado de la tecnología en sorgo, pero ya es algo que no vuelve atrás. Pretender lotes limpios ya no es una utopía; son herramientas facilitadoras y de una mayor tecnología”, agregó De la Fuente.

   Respecto del mercado, se agregó que China sigue comprando sorgo y que, hoy, la Argentina es uno de los más importantes exportadores del cultivo.

   “Desde hace un tiempo que venimos desafiando la manera de hacer agricultura. Y no lo vamos a dejar de hacer”, aseguró Claudio Pastor, gerente de Desarrollo de Nidera.

   “Venimos construyendo un sistema de recomendaciones basado en el manejo variable que permite sacar lo mejor de cada ambiente productivo”, agregó.

Claudio Pastor.

   “A partir del adecuado uso de los datos se optimiza la utilización de los recursos y se logran estabilizar y potenciar los rendimientos por hectárea”, sostuvo.

   Pero no sólo es genética, sino importa el manejo.

   En Expoagro se apreciaron —por ejemplo— ensayos de siembra variable de maíz en tres ambientes diferentes, con pasarelas que van de las 40.000 a 150.000 plantas y en fechas tempranas y tardías.

Trigo y girasol, en medio del conflicto

   “La guerra se realiza en una zona donde hay una importante producción de girasol, ya que Ucrania y Rusia son los dos primeros productores mundiales. Vamos a tener consecuencias en todo el mundo”, dijo Xavier Ceyssat, CEO de Limagrain, la semillera propiedad de agricultores franceses formados en una cooperativa.

Xavier Ceyssat.

   “Para nosotros, en la Argentina se refuerza la importancia de este cultivo para los años que vienen”, agregó.

   “Me imagino también que la producción de trigo se verá afectada por el conflicto”, sostuvo.

   “Ciertamente, el trigo argentino será necesario para alimentar otros países. ¿Más siembra para la campaña 2022/2023? Acaso se continúe incrementando el área del cultivo, ya que los precios siguen en alza en todo el mundo”, aseguró Ceyssat.