Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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"El comercio está debidamente habilitado para la actividad que realizo"

Matías González, dueño de Sherlock, se refirió a las más de 150 denuncias que realizó un vecino del local por diversas infracciones. 

   El dueño del bar nocturno Sherlock, Matías González salió al cruce de las denuncias de un vecino bahiense que sostiene no dormir desde hace un año y medio por los ruidos molestos.

    "Es solo una familia plantea que esa situación. La misma familia que denunció miles de veces por ruidos y las mediciones que hicieron los inspectores les dieron por debajo de lo permitido en más de 30 oportunidades y sólo en 2 oportunidades se sobrepasaron por muy poco cuando hicimos la instalación de un sonido nuevo más distribuido para reducir las supuestas molestias mientras teníamos un diálogo llevadero antes de perder coherencia con los reclamos y las formas", sostuvo.

   Sherlock se encuentra ubicado en la esquina de 11 de Abril y avenida Alem y abrió sus puertas en octubre del 2021.

   Pavlo Covello le dijo a La Nueva. que realizó  más de 150 denuncias contra el local y apuntó contra el Municipio por no actuar al respecto.

     Si bien sobre el sector donde está emplazado el bar no hay viviendas lindante, a excepción de los denunciantes, y sobre la avenida Alem se encuentra un edificio en construcción, González dijo que "la relación con el resto de los vecinos es muy buena y al acercarme a preguntar cómo afectaba el desempeño del negocio nadie me marcó un problema, salvo esta familia que vive denunciando hasta las motos que estacionan en su vereda durante el horario de actividad de la UTN".

   Según menciona el denunciante, el negocio está habilitado como restaurante-confitería pero "funciona como bar nocturno e incluso a veces como boliche".

   "El comercio está debidamente habilitado para la actividad que realizo y se demuestra en más de 10 actas de inspectores que vinieron a constatar por falsas denuncias", respondió González.

   A su vez, el empresario se refirió a las clausuras que tuvo el local.  

  "Tuvimos la mala suerte de abrir en época de pandemia cuando los turnos de habilitación se demoraban por el método de turnos y los nuevos procesos. Esto nos demoró la habilitación definitiva por lo que las clausuras que tuvimos de debieron a esa falta de documentación que fue producto de estas demora y la presión por cubrir con los gastos que conlleva un local en esta ubicación", comentó.

   Y aclaró: "Las denuncias recibidas son en su totalidad producto de esta disputa de vecinos que en mi caso intente evitar de todas las formas posibles y que hasta llegaron a volverse mensajes extorsivos de parte de esta gente, de los cuales tengo pruebas".

    Por último, sostuvo que "en el local comercian no se realiza ninguna actividad que se contradiga con la habilitación actual y soy una persona que trabaja de esto y que no quiere tener malos tratos con mis vecinos. Realmente pretendo poder trabajar con tranquilidad y sin el peso de las denuncias infundadas. Intenté de mil modos dialogar y llegar a un acuerdo y en esa etapa estuve dentro de la casa para estudiar por donde podía filtrarse sonido y sinceramente desde el sillón principal y con la música más fuerte de lo habitual para hacer esta prueba no se escuchaba nada la música del local".