Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Cuando Daniel Cerri fue gobernador de Los Andes, la provincia que ya no existe

Creado por el gobierno de Roca como parte de su política limítrofe con Chile, el territorio ubicado sobre la Puna de Atacama fue un distrito administrativo que existió entre 1900 y 1943. Su primer mandatario fue el fundador del Fortín Cuatreros.

   El acuerdo alcanzado en marzo de 1899, mediante el arbitraje del embajador norteamericano William Buchanan, no dejaba lugar a nuevos reclamos.

   Los representantes diplomáticos de la Argentina, José Evaristo Uriburu, y de Chile, Enrique Mc Iver, firmaron oficialmente el acta que establecía los límites geógraficos definitivos de la Puna de Atacama, un territorio norteño que ambos gobiernos se disputaban con intensidad.

   El laudo determinó que el 75% del área reclamada -equivalente a unos 64.900 kilométros cuadrados- quedaba en manos argentinas, mientras que el resto pasaba a la órbita trasandina.

   Un apretón de manos entre Uriburu y Mc Iver selló simbólicamente el entendendimiento, que ponía fin a una disputa de casi una década.

   "Acabamos de cortar la disidencia del Norte con la República de Chile (...) Podemos dar por resueltas, desde luego, las últimas cuestiones de límites que, de tiempo en tiempo, turbaban nuestras relaciones internacionales y que, en ciertos momentos amenazaron con una ruptura violenta y una guerra implacable", afirmó el entonces presidente Julio Argentino Roca, al detallar el resultado de las negociaciones.

Mapa de 1909

   Sin embargo, pese a exhibir públicamente el acuerdo como un triunfo de su administración, Roca mantenía algunas reservas sobre la suerte de aquella zona de la que apenas se conocían unos pocos datos científicos, gracias al trabajo de exploradores como Ludwig Brackebusch y Abraham Becerra.

   El jefe de Estado sostenía en privado que la Puna de Atacama se encontraba demasiado desguarnecida ante un eventual avance del ejército chileno.

   Fue entonces cuando decidió impulsar la creación de un territorio nacional en esa región, que sería gobernado por autoridades militares designadas desde la Casa Rosada, con el objetivo no sólo de contener cualquier posible invasión, sino también de analizar las características ambientales, las costumbres culturales y las potencialidades económicas que podía ofrecer.

   El proyecto fue aprobado rápidamente por el Congreso el 9 de enero de 1900 mediante la ley Nº 3.906, que estableció la denominación de "Los Andes" para un nuevo territorio administrativo lindante con las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca.

La Puna de Atacama, a principios del Siglo XX

   El texto especificaba, además, que Los Andes dependía directamente del Ministerio del Interior, encargado de nombrar a los gobernadores federales por períodos de dos años, además de los secretarios que debían ejercer las funciones judiciales.

   El 30 de enero, el ministro Felipe Yofre nombró como primer gobernador al general de brigada Francisco José Daniel Cerri, un militar de origen lombardo con una larga trayectoria en Bahía Blanca.

    Enrolado en 1858 como voluntario de la Legione Agricola Militare, llegó a comandante de la Fortaleza Protectora Argentina, fundó el Fortín Cuatreros, participó de la creación de la Biblioteca Rivadavia y encabezó los actos de ceremonia por la llegada del Ferrocarril del Sud y el inicio de las obras de construcción del Hospital Municipal.

   Cerri, que en ese momento tenía 58 años, asumió el cargo junto con Arturo Dávalos como secretario y Oscar Doering y Eduardo Holmberg (h) como comisionados científicos. La misión del grupo consistía en definir la organización administrativa del nuevo territorio, localizar una población como capital, dialogar con los pobladores y evaluar las condiciones generales de la zona.

Francisco José Daniel Cerri

   Las primeras impresiones de los recién llegados no fueron las mejores: mientras Cerri remarcó que "por todas partes reina la soledad y el silencio abrumador", Holmberg sostuvo que "todo es triste y raquítico en las punas de los Andes".

   El viaje de reconocimiento, al que se sumaron el cartógrafo Carlos Moret y el cura Juan Isella, se extendió durante 35 días a lo largo de más de 1.400 kilómetros realizados a lomo de mula.

   Así conocieron los pequeñas localidades de Antofagasta de la Sierra (ubicado a 3.500 metros sobre el nivel del mar), Catua (4.000 metros), Pastos Grandes (3.000), Incahuasi (3.800) y Susques (3.600). Entre todas, sumaban menos de 2.500 habitantes.

   Al detallar sus encuentros con los pobladores, Cerri señaló que eran "de raza india pura, costumbres bolivianas", destacando que "aman mucho esa nacionalidad".

Mapa de 1941

   Otra de las conclusiones del grupo fue que era casi imposible pensar en otra fuente de riqueza que la minería, orientada principalmente a través de la extracción de cobre, cinc, bórax, azufre y sal.

   Para Cerri se trataba de una "importantísima materia" y "único porvenir del territorio de los Andes", un concepto que Holmberg reforzó al sostener que "hay que llevar una vía férrea hasta las mismas salidas de las punas para que la exportación de la materia prima sea posible".

   Tras ese estudio inicial, el territorio quedó dividido en tres departamentos administrativos: "Susques o del Norte", "Pastos Grandes o del Centro" y "Antofagasta de la Sierra o del Sur", con la capital asentada en Susques.   

Mapa de 1940

   La misión del general Cerri en Los Andes estaba casi terminada, y sólo le quedaba esperar a su sucesor en el cargo, el teniente coronel Nicolás Menéndez.

   El 29 de enero de 1902, el ministro Joaquín V. González, le aceptó la renuncia con una nota elogiosa por su desempeño.

   Un año más tarde, el militar publicó el libro El territorio de los Andes (República Argentina). Reseña geográfica descriptiva, en el que detallaba todo lo que había vivido durante su estadía en Atacama.

   “Deteneos un instante: contemplad con nosotros el grandioso y muerto paisaje. Ahí están eternamente enclavadas tres elevadas cordilleras de montañas que se extienden de Sud a Norte describiendo curvas enormes (...) Cien picos de montañas cubiertas de nieves eternas de deslumbrante blancura se destacan sobre el horizonte, dominando como reyes absolutos el escenario revuelto que los rodea", reseñó poéticamente en uno de los párrafos destinados al paisaje puneño.

El libro publicado por Cerri

    La historia del territorio nacional de Los Andes siguió durante otras 20 gobernaciones hasta septiembre de 1943, cuando el Gobierno resolvió su disolución por decreto, en buena medida por las dificultades para lograr un crecimiento económico y poblacional sostenido.

   La región entonces fue repartida en tres fracciones: el departamento de Susques pasó a la jurisdicción de la provincia de Jujuy, el de Pastos Grandes a Salta, y el de Antofagasta de la Sierra a Catamarca.

   Hoy esa zona, que durante décadas fue considerada como inhóspita e improductiva, es reconocida como uno de los principales yacimientos de litio del mundo.