Una bahiense se tatuó los nombres de las jugadoras de Boca que llegaron a la final de la Libertadores
El plantel de Las Gladiadoras quedó en la historia y en la piel de Julieta Revelli, quien decidió inmortalizar esos apellidos en su cuerpo tras un partido en La Bombonera en el que se consagraron bicampeonas del torneo local.
Una joven bahiense se tatuó los nombres de las jugadoras de Boca Juniors que hicieron historia al llegar a la final de la Copa Libertadores del fútbol femenino y su decisión se hizo viral, incluso llegando a las integrantes del planel.
Julieta Revelli tiene 27 años y es fánatica del Xeneize. “Primero Boca, después también”, es la frase que aparece en sus redes sociales, donde hace contenido sobre el club de sus amores.
“La idea del tatuaje surgió cuando ellas jugaron la final del torneo local en la Bombonera con UAI Urquiza. Ese día fue muy emocionante. Me pareció todo un montón de su parte: la cantidad de entradas, la gente que fue, todo lo que se movió”, contó la chica a TN. En aquel partido se consagraron bicampeonas argentinas, ante unas 20.000 personas.
La fanática de Las Gladiadoras dijo que no quería un diseño repetido y “tibio”, por lo que no se tatuó la fecha de la consagración en el torneo local ni tampoco a las goleadoras de la jornada porque “dejaba a muchas otras afuera”.
“Andrea Ojeda y Yamila Rodríguez son mis top del equipo y son muy del club, pero las quiero a todas. Yo no pienso mucho las cosas, entonces dije: ‘¿Por qué no me tatuó el nombre de todas?’”, relató Julieta.
Según informó TN, la joven les contó a sus seguidores de Instagram lo que pensaba hacer y a muchos les pareció una locura, pero ella estaba decidida y fue a sacar turno con una tatuadora.
En los días siguientes, las xeneizes lograron llegar a la final en la Copa Libertadores que se jugó en Ecuador, convirtiéndose en el primer equipo argentino en alcanzar esa instancia. Después, el resultado no se dio: cayeron por 4-1 ante Palmeiras de Brasil.
“El tatuaje lo hice a modo de admiración y de agradecimiento para todas: las que hicieron los goles, las que jugaron dos minutos… No quería dejar a nadie afuera”, comentó Julieta.
La joven, que no duda en presentarse como feminista, destacó: “El fútbol femenino en Boca es de mis orgullos más grandes. El masculino es ‘la fácil’ y algunos integrantes del equipo dejan bastante que desear: no sé si me tatuaría los nombres de todos, creo que los de la mayoría no. Ellas me generan otra cosa y hay otra cercanía: son muy humildes, son como cualquier hincha”.
Tras ver las imágenes del tatuaje en la pierna de la chica bahiense, varias jugadoras del equipo las compartieron en sus redes sociales, como Laurina Oliveros y Yamila Rodríguez, señaló TN.
La historia de amor entre Julieta y Boca
El fanatismo de Julieta por Boca empezó el 10 de octubre de 2009, el día que Martín Palermo le hizo el histórico gol a Perú con la camiseta de la Selección argentina y con Diego Maradona como DT. Si bien su papá era hincha del Xeneize, ese momento maravilló a la bahiense, que en ese momento tenía 15 años. Y el amor por el goleador se terminó volviendo amor por los colores azul y oro.
“Vivía lejos y mi único vínculo con la Bombonera era verla por TV y tenerla de fondo de pantalla en el teléfono o en la computadora. Eso era lo más cerca que pensé que iba a estar”, recordó Julieta en conversación con TN.
Y recién en 2015 pudo pisar por primera vez el estadio, al asistir a la despedida de Sebastián Battaglia como futbolista. Luego se hizo socia adherente y empezó a viajar para ir a ver todos los partidos, incluso a veces yendo dos veces por semana a la Ciudad de Buenos Aires.
En 2019, cuando terminó de estudiar Periodismo, se mudó allá y comenzó a trabajar en el sector de gastronomía, pero no la pasaba bien. “Mi terapia era sentarme enfrente de la Bombonera a hacer nada”, sostuvo.
En los últimos años empezó a sacar fotos y a hacer contenido audiovisual en redes sociales sobre La Bombonera y los hinchas. Y a pesar de que tenía planes de irse a vivir a España para ahorrar dinero, decidió quedarse cerca de su pasión.
“Cancelé el viaje. Mi Instagram de contenido de Boca empezó a crecer mucho. No iba a soportar ver desde el otro lado del mundo que la gente iba a la cancha y yo no, me iba a perder un montón de cosas. Busqué departamento en el barrio y apareció el lugar en el que vivo ahora. Se puede decir que tiré el viaje para atrás por Boca en un 90%”, expresó.
Actualmente, la chica tiene más de 17 mil seguidores en la cuenta de Instagram a la que sube contenido relacionado al Xeneize. Su sueño es comprarse una cámara que le permita seguir creciendo con ese proyecto. (TN y La Nueva.)