Canapino invitó a los fanáticos argentinos: "Les aseguro que se van a volver locos con este auto"
El arrecifeño completó el test junto al Juncos Hollinger Racing, con vistas a la exhibición de IndyCar en nuestro país en noviembre próximo.
Punto final para una jornada histórica. Por primera vez en más de quince años, un piloto argentino volvió a acelerar un IndyCar, uno de los vehículos más veloces y exigentes del mundo.
Para Agustín Canapino, la posibilidad de acelerar y disfrutar del Dallara-Chevrolet del Juncos Hollinger Racing probablemente esté en uno de los peldaños más gloriosos de su carrera deportiva automovilística.
Tal como estaba previsto, el Titán probó ayer en el circuito de Sebring, emplazado en Miami, estado de Florida (Estados Unidos), completando casi 100 vueltas, en distintas tandas de pruebas, junto con los otros cuatro pilotos que compartieron acción en el trazado de 6,020 metros.
“Se pudo terminar el día muy bien, estoy realmente muy agradecido con Ricardo y todo su equipo. Di todas las vueltas sin errores, con el auto sano y aprendiendo de todo constantemente. Súper motivado para la exhibido y les aseguro que se van a volver locos con este auto, el Indy es impresionante”, contó Canapino ante los micrófonos de Campeones.
Ante la consulta sobre las características del monoplaza y la exigencia del mismo (no por nada está considerado el vehículo más difícil de manejar), el arrecifeño expresó:
“Me esperaba algo así. Es increíble la agresividad del auto, lo rápido que va, y lo fuerte que frena y dobla; es un auto tremendo, que demanda una exigencia impresionante. Todo el tiempo fue aprendizaje e intentar entender el comportamiento del auto y la goma, un mundo completamente distinto”.
“Intenté llevarlo lo mejor posible y colaborar con el equipo en recabar la mayor cantidad de datos posibles. Di un montón de vueltas, se probaron muchas cosas y por suerte se llevan un montón de información. Era un gran desafío poder completar el día y más en algo tan grande.
Al finalizar la jornada, Canapino resultó el tercer piloto más veloz, quedando a poco más de un segundo del mejor crono del día; estadística que, contemplando que se trataba de su debut absoluto y el escenario sumamente desconocido, debería dejar un buen sabor de poca. Pero no en Canapino…
“Los tiempos no fueron muy rápidos, quedé más lejos de lo que hubiese querido. No sé cómo es el tema de los neumáticos, el peso y un montón de variables. Pero no estuvo mal”, cerró.
Cumplido el primer objetivo, al múltiple campeón nacional lo espera nada menos que acelerar el monoplaza en nuestro país y ante sus fanáticos. Ello ocurrirá el 12 y 13 de noviembre en el Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires y el 16 del mismo mes en Termas de Río Hondo.