¿Las criptomonedas también llegaron al "mercado" del narcomenudeo?
La frase de un supuesto vendedor de drogas, en medio de una escucha, abrió esa posibilidad. La novedad se conoció al confirmarse la preventiva de un joven detenido en la ciudad por “accidente”.
El desarrollo y la extensión del mercado de las divisas digitales, que tuvo un crecimiento exponencial en la última década más allá de las cuestiones de coyuntura, y que por ahora no está regulado, toma caminos sorprendentes.
Se cree que las criptomonedas también llegaron al negocio del narcomenudeo en Bahía Blanca.
Así, al menos, queda en evidencia a partir de la investigación de una causa judicial que se inició el año pasado, casi de forma "accidental".
Se trata del expediente que se le sigue a Leonel Ford, acusado de tenencia de estupefacientes para su comercialización, en infracción a la ley 23.737.
A Ford se llegó de manera fortuita, tras un incidente de tránsito registrado a mediados del año pasado en Zelarrayán y Guatemala.
En uno de los dos autos que chocaron, al mando de Braian Valentini, se secuestraron 115 gramos de cogollo de marihuana.
La detención de Valentini y el análisis del contenido de su celular permitieron avanzar hacia el contacto "Leo Roca", cuya línea fue intervenida por dos semanas.
La DDI, a partir de las compañía de telefonía correspondiente, pudo establecer que "Leo Roca" era Leonel Ford y finalmente pudo capturarlo.
Ya tiene tribunal
La Justicia de Garantías dictó su prisión preventiva como "dealer" y en los últimos días la Cámara Penal la confirmó, con lo cual el joven seguirá detenido al menos hasta el juicio, que tendrá a su cargo el Tribunal Criminal N° 3.
La Sala I de la Cámara rechazó la apelación del abogado defensor Sebastián Martínez, quien consideraba arbitraria la decisión, que se sustentaba solo en transcripciones de mensajes telefónicos y que no había evidencias de comercialización consumada.
Para los jueces Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri existe un cúmulo de pruebas que incriminan a Ford.
En ese contexto, se conocieron algunas de las escuchas en las cuales el imputado alude al mercado de los bitcoins.
"Mandame algunos churros para probar", le dice en una comunicación un desconocido, a lo que Ford responde: "Sí, después te paso el CBU...mirá que ando a full, ando con criptomonedas".
Durante otra llamada dejó en claro su tarea: "faso para vender", le pregunta un interesado y él contesta: "Sí, pero no quiero vender más porque me queda lo último y no sé cuando voy a comprar al por mayor".
En la misma conversación le aclaró que tenía 50 gramos de marihuana y que pretendía borrar sus mensajes "por si es detenido por la Policía".
La voz de Ford, una vez atrapado, fue reconocida por los investigadores.
"No queda duda"
"La labor del personal especializado en llevar a cabo las investigaciones como la presente no resulta solitaria, sino que la información relevada se va confrontando con otras diligencias a efectos de su verificación", afirmó la Cámara al ratificar la preventiva.
El resto del contenido de su celular, secuestrado durante un allanamiento a su domicilio, en Caronti 39, "no contradice los datos obtenidos durante los 14 días de la intervención".
Esa información, por otro lado, confirma la realización de "transas" con droga, en respuesta al planteo de la defensa.
"No queda duda alguna que la comercialización de estupefacientes imputada se consumó, remitiéndome a la conversación antes transcripta", dijo la Cámara, al descartar que los actos fueron solo preparatorios o en grado de tentativa.
A su vez, la causa ya fue elevada a juicio bajo la calificación de comercialización de estupefacientes -en dosis fraccionadas directamente para su consumo- en los términos de los artículos 5, inciso c, y 34, inciso 1, de la ley 27.737.
Peligro de fuga
Motivación. Desde la defensa de Leonel Ford se consideraba que no había motivación para fundamentar la existencia de peligros procesales de fuga, en caso de quedar en libertad hasta el juicio.
Pena. Sin embargo, la jueza de primera instancia, y luego la Cámara, aseguraron que el argumento se torna improcedente a partir de la pena en expectativa por el delito imputado.
Escala. La comercialización de drogas, tal como acusan al joven, prevé un mínimo de 4 años de prisión y un máximo de 15.
Impedimento. La magnitud de la potencial sanción "impide" encuadrar la situación del procesado en alguno de los supuestos del artículo 169 del Código Procesal Penal, referido a las excarcelaciones.