Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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El músico "Zorrito" Von Quintiero cerró su restaurante y culpó a la "pymedemia"

El exbajista de Charly García y empresario gastronómico publicó un crítico mensaje de despedida en su cuenta de Instagram.

Fabián Von Quintiero

   El músico y empresario gastronómico Fabián “Zorrito” Von Quintiero anunció anoche en su cuenta de Instagram que cerró su restaurante Bruni, en el barrio porteño de Belgrano.

   En un duro mensaje de despedida, relató la agobiante tarea para una pyme dedicada a la gastronomía de lidiar con la carga impositiva y los gastos sindicales que existen en el país.

   “Adiós Bruni! Ya te desarman! Ya sos historia! Adiós a la vida de gastro pyme argentina y sus consecuencias. Bienvenida una vida libre de IVA, ingresos brutos, ART, seguros de vida, seguridad social, cuota sindical, retenciones, percepciones, comisiones de tarjetas de crédito, débito, mercado pago, y aplicaciones de delivery, servicio de posnet, alquiler Abl, luz, Gas agua, cuenta de banco, impuesto al cheque, autónomos del presidente, sueldos, abonos de sistemas de facturación, abogados, contador y si te queda algo el 30 por ciento de ganancias. Así como lo leen! Todos comiendo del mismo plato. Demencial”, escribió.

   El "Zorrito" desde hace dos décadas se abrió como referente de la fusión entre el rock y la gastronomía en la Argentina. Este local había abierto en junio de 2008.

   Ex ladero de Charly García, Soda Stereo o los Ratones Paranoicos, el bajista y tecladista transformó en emprendimientos su amor por la gastronomía.

   "Yo me crié cerca de la cocina del restaurante. Que es distinto que la cocina de las casas. Es otra mano, otra terminación. Es distinto”, dijo alguna vez en declaraciones a Infobae. Antes de Bruni, en los ‘90 había comandado el Soul Café, restaurant que impulsó el polo gastronómico de Las Cañitas.

   En su crudo relato en Instagram, agregó: “Adiós también a los gestores, inspectores y el código imposible. Adiós también al leonino contrato de alquiler que siempre se está acabando, a sus hijos propietarios ya mantenerles su herencia, su ingratitud y a su miserable soberbia. Adiós al robo hormiga de cada día de algunos recursos y sus socios caranchos”.

   Von Quintiero relató algunas circunstancias en las que llevó adelante su pyme y describió un escenario al que calificó como “tragicómico”. Y explicó el esfuerzo para sostener su restaurant. “Lo vine intentando desde abajo, con éxitos y golpes. Pero no es por la pandemia, es por la ‘pymedemia’. Te cansa posta!”.

   “Siento la tristeza de partir, ya estoy saliendo, yo también la extrañaré pero sonriendo. Solo me queda por decir que me estoy yendo a un lugar que me haga más feliz... Vamos viendo!”, cerró su mensaje.