Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Sigue la polémica en Plaza Lavalle: renunció la artista que iba a pintar murales

Mikele Irazusta fue contratada por el municipio para intervenir artísticamente en lo que fuera la pileta-fuente del paseo y en la rampa de acceso a las cocheras del mercado Municipal.

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Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
Audionota: Malena Ruppel (LU2)

   A poco de iniciados los trabajos de murales en la que fuera la fuente de la plaza Ricardo Lavalle, de calle O’Higgins, entre Saavedra y Arribeños, la arquitecta y muralista Mikele Irazusta decidió renunciar a esa tarea, como consecuencia de la enorme cantidad de agravios e insultos que recibió a través de las redes sociales y en forma personal mientras realizaba sus trabajos.

   Irazusta fue contratada por el municipio para llevar adelante dos murales. Uno en la que fuera pileta-fuente del paseo y otro sobre la rampa de acceso a las cocheras del mercado Municipal. La artista presentó sus propuestas en la secretaría de Movilidad Urbana y Espacios Públicos, con temáticas inspiradas en dos ideas: Libertad y valores encontrados por la gente en medio de la pandemia. Para definir su propuesta utilizó las redes sociales y fue reuniendo una importante cantidad de opiniones y frases que luego volcó en su trabajo final.

   Apenas conocido el boceto de su intervención, comenzaron las fuertes críticas a través de las redes sociales, primero descalificando su trabajo, para luego extenderse a su persona y a su familia. También se cuestionó el accionar del municipio por no haber realizado un concurso al tratarse de una intervención en un espacio público.

   “La verdad es que no quise quedarme en ese lugar, con tanta violencia y tanta militancia recibida en redes y de manera personal. Quedé en medio de una discusión de la cual no quería ser parte. Tengo pensado hacer un video apenas junte fuerzas para dar mi punto de vista de lo que me tocó vivir y mi visión de lo ocurrido. Para dejar en claro que mi propuesta artística no tenía ningún mensaje político ni religioso, sino tratar de hacer un lugar para la gente que terminó teniendo el resultado contrario. Pero no había un mensaje de ningún tipo, ni ninguna bandera””, señaló la propia Mikele Irazusta.

   Si bien en principio Irazusta asumió que las críticas a su trabajo eran parte de un juego de opiniones válidas, poco a poco comenzó a sentir otro tipo de presión que nada tenían que ver con su obra.

   “Cuando estaba pintando se acercaba gente para decirle cosas y hasta llegaron a amenazarla con que tirarían pintura negra sobre el trabajo que estaba haciendo en la fuente. Así que en un momento nos envió algunos de los muchos comentarios que le llegaron y presentó su renuncia, desacostumbrada por completo a que por su trabajo tuviera que atravesar ese tipo de situaciones”, señaló Arrigo Reale, director de Planificación Urbana municipal.

   Respecto al grupo de personas que en otras ocasiones se manifestaron en relación a distintas intervenciones en la plaza, Reale mencionó que en este caso actuaron con una agresividad inesperada y en algunos casos “con intereses personales”.

   “Mikele renunció al trabajo con mucha pena porque era una intervención en un espacio público que le entusiasmaba mucho. Así que ahora volvió a su actividad privada, que es mucha, e incluso con encargos para realizar en el exterior”, añadió Reale.

El diseño

   Antes de comenzar con su mural en la fuente, Irazusta detalló cuál había sido su idea y su forma de trabajar. 

   “Sobre el puente la idea era la palabra Libertad. De ese grafismo tomé el tema para la fuente. En el caso de la pileta hice una encuesta, preguntando cuál era el Norte de cada persona en este momento donde todos nos sentimos medio perdidos. Saber a qué se aferran, a qué cosas, personas o lugares. La mayoría de las respuestas mencionan la familia, los amigos, la música, el sol, la lectura. En la fuente aparecen esas ideas y, en el centro, una brújula”, explicó.

   Llegó apenas a pintar el fondo de la pileta antes de renunciar, agobiada por las agresiones recibidas.

Algunos comentarios publicados en las redes sociales

   --“En un espacio público no se pueden permitir intervenciones con consignas individualistas, excluyentes y tendenciosas. Sumamente dañino este enfoque que deja mucha gente fuera, fuera de posibilidades, fuera del alcance inclusivo”. (Paola Garófoli Mattei).

   --“Lo más penoso es que el 95% de la población piensa que esas frases y palabras reflejan el ideal de "valores" correctos (para esta sociedad patriarcal, misógina, homolesbotransodiante). Y si se propusiera borrar el mural pondrían el grito en el cielo. Refleja muy bien la ideologíacha pro de esta ciudad”. (Ketty Scheider).

   --“Esta pintura atrasa cien años. ¿Quién autorizó semejante vergüenza? Un espacio público representa muches (sic) pensamientos. Paren este atropello!”. (Cecilia Miconi).

   --“Eso no es un mural. No cataloga ni como grafiti”. (Celeste García).

   --“Es un atentado al buen gusto y la visual”. (Mariela Pérez Palma).

   --“Una ignota arquitecta embadurnando los espacios públicos. Quiero murales pintados por nuestros artistas plásticos y no esos adefesios de colores”. (Elena Rosso).

   --“Es una chanta acomodada (por Mikele Irazusta)”. (Nora Marfil di Blasio).