El remate de las tierras del mercado

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com / @mrminervino1

   Hace 49 años, en junio de 1972, la municipalidad anunció el remate de las tierras sobrantes luego de la demolición del viejo mercado de Abasto, una atractiva porción de tierra con frente sobre calle O’Higgins, entre Arribeños y Olivieri.

   Desde la inauguración, un año antes, del nuevo mercado Municipal, con acceso por calle Donado 150, se abrió una discusión sobre el destino de las tierras sobrantes, con la “presión” generada por inversores que presentaron propuestas para construir edificios en altura.

   Por eso la comuna decidió tomar el toro por las astas y sacar a remate esas tierras, anunciado el mismo como “el remate del futuro…”, en el punto más céntrico del comercio bahiense, donde no existían lotes disponibles de ningún tipo y magnitud.

   La oferta eran tres “excepcionales lotes”, uno de 728 me sobre O’Higgins, con 40 metros de frente, y dos de 648 m2 sobre las cortadas. Entre ellos se ubicaba una plaza seca de 500 m2. La venta la harían de manera conjunta los martilleros Osvaldo Cirone, Roberto González Martínez y Alejandro Rubio (h).

   Lo cierto es que a último momento y por cuestiones administrativas, el remate finalmente no se llevó a cabo y las tierras quedaron sin uso y, en principio, sin un destino cierto.

   En 1974, la comuna decidió que el lugar sería ocupado por un “jardín-paseo” con juegos infantiles, considerando que era lo más apropiado “en la lucha contra la contaminación ambiental”. Recién en 1976 se volvió sobre la cuestión, cuando la municipalidad anunció el llamado a licitación para ese espacio que se seguía utilizando como precario estacionamiento vehicular.

   Finalmente en 1977 se comenzó a construir la plaza a la que se llamó Del Sol, con el aporte económico de la firma Di Tullio, que construiría en O’Higgins y Saavedra un (fallido) Depart-Hotel.