Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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El colapso de las terapias intensivas en Bahía Blanca tiene en vilo a toda la región

Por el desborde en sus hospitales, Bahía dejó de ser centro de referencia para la derivación de pacientes graves. Esto obliga a las comunas de la zona a responder con sus propias terapias intensivas. El nivel general de ocupación de camas llegó al 71%, pero varios centros de salud están al 100%.

Fotos: Archivo La Nueva.

Juan Ignacio Schwerdt / jschwerdt@lanueva.com

   Con un porcentaje de ocupación del 71% en terapia intensiva -que en los hospitales de Bahía Blanca llegó al 100%-, el sistema sanitario de la región está pasando por el peor momento desde que comenzó la pandemia de Covid-19, con serio riesgo de colapsar en forma generalizada en los próximos días.

   De acuerdo con un relevamiento efectuado por La Nueva., en los 15 distritos de Región Sanitaria hay actualmente 92 camas de terapia intensiva afectadas a pacientes con coronavirus. Entre ayer y anteayer, en promedio, 65 de ellas (71%) estaban ocupadas.

   “Esto es muy dinámico. El promedio general de ocupación puede estar hoy en torno al 70%, pero hay varios hospitales que están al 100%. Y lo peor es que Bahía Blanca, que es el centro de referencia en la zona, llegó al límite”, advirtió el titular de Región Sanitaria I, Maximiliano Núñez Fariña.

   “Hoy Bahía está en punto de colapso, con todos los hospitales bajo un estrés muy grande”, señaló. 

   Bahía Blanca tenía el último jueves un 93,5% de ocupación de camas de UTI-Covid; en números, apenas 2 de 32 camas estaban libres.

   Ese porcentaje trepó 100% al día siguiente, lo que obligó ayer a las autoridades sanitarias a elevar a 37 el número de camas afectadas a pacientes graves de coronavirus. Sin embargo, el nivel de ocupación no bajó.

   En el resto de los distritos de la región que cuentan con terapias intensivas, en tanto, el nivel de ocupación fluctuó en las últimas jornadas entre el 40% y el 60%. ¿Indica esto que están mejor y tienen una aceptable disponibilidad de camas de UTI-Covid? Todo lo contrario. Como se trata de servicios pequeños, con 5 a 8 camas en su mayoría, esos porcentajes se traducen en apenas 2 a 4 plazas libres (o 6, en el caso puntual de Tres Arroyos).

   Núñez Fariña dijo que para entender la gravedad de la situación actual no hay que guiarse solo por los porcentajes de ocupación -que de por sí son altos-, sino por las diferencias respecto del pico anterior de contagios.

   “El año pasado, cuando subieron los casos y se llegó a porcentajes de ocupación superiores al 90% en Bahía Blanca, se amplió el número de camas disponibles. Así pasamos de 32 a 42. El problema es que esas 10 camas, que en su momento sacamos de sectores no-covid, hoy en su mayoría están ocupadas por pacientes que sufren otras patologías”, explicó.

   "Para seguir agregando camas tenemos que sacarlas de la terapia intensiva tradicional, y hoy no hay muchas disponibles. Por eso hemos dispuesto en los últimos días evitar la internación de pacientes que, por ejemplo, deben someterse a cirugías que no son urgentes y se pueden reprogramar”, añadió.

   De acuerdo con el relevamiento de La Nueva., en las ciudades de la zona donde hay terapias intensivas se podrían agregar entre 15 y 20 camas más si la situación empeora. Además, se podrían activar las UTI de Monte Hermoso y Adolfo Gonzales Chaves, con 4 camas cada una, que hoy están inactivas.

   Núñez Fariña advirtió que en ese caso habría que enfrentar otro inconveniente: la escasez de personal especializado.

   “En una emergencia extrema claro que podemos sumar camas, o incluso habilitar servicios de terapia intensiva que hoy no están activos, pero hay que tener en cuenta que no sobran los terapistas, y los que están disponibles están al límite de su capacidad de trabajo”, alertó.

   En cuanto a la derivación de pacientes desde Bahía Blanca a hospitales de la región, el titular de RS I dijo que aún no se dio esa posibilidad.

   "En la semana se analizó un caso, pero finalmente no se concretó. No es fácil, porque hay que considerar muchos factores. Además, no olvidemos que el pico de contagios que estamos enfrentando ahora no es como el del año pasado, que se dio fundamentalmente en Bahía Blanca. Ahora es más parejo, con alzas de casos muy fuertes en todos los distritos, lo que provoca que la demanda esté creciendo fuerte en todos los hospitales de la zona", dijo.

La terapia intensiva de Tornquist, la última que fue inaugurada en la región.

 

Muy preocupados por la situación propia y la de Bahía

   Los secretarios de Salud e intendentes de la región están sumamente preocupados no sólo por la situación que están viviendo en sus respectivos hospitales, sino también por lo que ocurre en Bahía Blanca.

   “Nuestro sistema fue diseñado para atender a la población de Tres Arroyos en una situación habitual y no para una pandemia que nos está llevando al límite”, refirió el doctor Gabriel Guerra, titular de Salud de Tres Arroyos.

   En ese distrito hay dos hospitales -uno público y otro privado-, con 14 camas de terapia intensiva, cifra que se podría extender a 18 si crece la demanda.

   “De las 6 camas que tenemos en el municipal, hoy 5 están ocupadas”, refirió el profesional.

   Guerra señaló que, a raíz de la demanda, esta semana se empezó a restringir la atención de patologías no urgentes y a reprogramar cirugías, tal como ocurrió con el Hospital Municipal de Bahía Blanca.

   “Se decidió luego de que una de las salas de internación llegó al 100% de ocupación y tuvimos que habilitar un anexo”, describió.

   En Coronel Rosales la situación también es delicada. Según señaló el secretario de Salud, doctor Carlos Gabbarini, el Hospital Naval restringió a la mitad su servicio de terapia intensiva por falta de recursos, lo que provocó que sólo queden dos camas disponibles.

   “En el Hospital Municipal no tenemos terapia intensiva, por lo que el año pasado trabajamos en convenio con el Hospital Naval para tener allí una UTI. El problema es que este año están afrontando un fuerte recorte de recursos, lo que los hay llevado a reducir las camas para pacientes críticos de 4 a 2, una de las cuales está ocupada”, describió.

   “En caso de un colapso podrían ampliar la capacidad de atención, pero para eso deberían recibir fondos que les permitan adquirir insumos y contar con los recursos humanos suficientes. Hoy eso no está”, lamentó.

   Gabbarini destacó que, gracias al trabajo con el Hospital Naval y a la ampliación del Hospital Municipal, el año pasado se hicieron “muy pocas derivaciones a Bahía Blanca”.

   “Contribuimos a descongestionar el Hospital Penna, pero ahora volvemos a estar complicados. Y Bahía también lo está. Esta situación nos tiene enormemente preocupados”, completó.

   “Lo curioso es que, bien equipado, el Hospital Naval podría funcionar tranquilamente como un centro de derivación regional, al mismo nivel que el Penna”, añadió.

Chicos internados y colapso regional

   El secretario de Salud de Saavedra, doctor Guillermo Tizón, opinó que el sistema de salud regional está “colapsado”.

   "Bahía Blanca nos pidió si podía derivar pacientes hacia Pigüé, porque no tienen más camas disponibles. Imagínense cómo estaremos si el lugar a donde nosotros tenemos que derivar está abarrotado y nos pide derivar hacia aquí”, dijo.

   El profesional señaló durante la semana a medios locales que “el problema central que está provocando este colapso son las reuniones sociales”.

   “De los casos que hemos tenido hasta el momento, el 90% al 95% se dio en reuniones sociales. Podemos controlar espacios públicos y comercios, pero no las casas”, sostuvo en una nota para FM Reflejos.

   Tizón dijo que es primordial que la gente entienda la gravedad de lo que está sucediendo, ya que, si no cambia su conducta, las restricciones que vienen sólo perjudicarán a quienes trabajan pero no reducirán los contagios.

   “Estoy muy preocupado por la situación que estamos viviendo en el hospital, donde ya tenemos 8 camas ocupadas con pacientes con Covid-19 y la terapia intensiva con 2 pacientes. Vemos que la semana que viene esto se va a incrementar y no sabemos si nos va a dar el número de camas que tenemos disponibles”, se sinceró.

   Otro de los funcionarios que manifestó su desazón fue el doctor Luis Alberto Heredia, director de Salud del distrito de Puan, quien dijo que cada vez más chicos y jóvenes deben ser internados. El profesional señaló que “las mentiras” y la falta de conciencia están haciendo mucho daño en su comunidad, porque llevan el sistema de salud al límite.

   “Sabemos de personas que tuvieron contacto (con casos positivos) y no se aíslan; enfermos que siguen deambulando por las calles; y enfermos que hasta han ido a hacer compras, sabiendo que están contagiados, para estar provistos de lo que necesitan para aislarse”, subrayó.

   Heredia dijo que en la terapia intensiva del Hospital Municipal de Puan hay “dos personas con respirador” y “tres personas severamente enfermas”. Y reclamó responsabilidad a los vecinos.

   “Ya saben todo lo que hay que hacer. Se puede trabajar en plena pandemia, pero hay que hacerlo con todos los recaudos. Yo sé que están cansados y les pido mil disculpas, pero si ustedes no toman conciencia nuestro trabajo es en vano”, cerró.

“Tenemos muchos pacientes internados o en aislamiento preventivo, varios de los cuales tienen altas chances de terminar internados. Este segundo brote es mucho peor que el primero” (Doctora Lucrecia Baglioni, coordinadora de Pandemia Covid-19 en Puan).

   Desde el área de Salud de Adolfo Alsina indicaron que comparten la preocupación por el aumento de casos y de camas ocupadas.

   "Tememos que, con la saturación de las terapias de la región, tengamos mayores dificultades para derivan a pacientes en estado crítico en caso de tener la necesidad de hacerlo”, dijeron a una consulta de este diario.

   El subsecretario de Salud de Coronel Suárez, Rodrigo Gasteneguy, también señaló que en ese distrito crece día a día la demanda de internación en camas comunes como de terapia intensiva.

   “Estamos muy preocupados con lo que sucede en nuestra Región Sanitaria, con terapias ocupadas y hospitales regionales al borde del colapso sanitario, efectores de salud que son punto de derivación de Coronel Suárez”, indicó.

   En ese distrito están ocupadas 6 de las 10 camas de terapia intensiva disponibles.

   “Está aumentando la ocupación en sala general y en terapia intensiva”, añadió la médica infectóloga Soledad Firpo. 

   Ambos coincidieron en que hace falta una mayor responsabilidad social para volver atrás con la “relajación de las medidas de prevención”.

   “Estamos todos muy cansados, pero hay que reducir los encuentros sociales, el principal foco de contagio. Recuerden que incluso las personas vacunadas pueden reinfectarse. Queremos que el sistema de Salud no colapse; no queremos llegar a la situación que tiene hoy Bahía Blanca”, dijo Firpo.

La sala de terapia intensiva del Hospital Anita Eliçagaray, en Adolfo Gonzales Chaves, aún no inaugurada. Foto: chavesdigital.com.ar.

Sin terapia intensiva

   Tres distritos de la región -Coronel Dorrego, Villarino y Guaminí- no cuentan actualmente con terapia intensiva, mientras que otros dos -Monte Hermoso y Adolfo Gonzales Chaves- tienen las camas y los equipos pero no brindan el servicio. En esas cinco comunas cada vez que surge un caso grave debe ser derivado (generalmente, a Bahía Blanca).

   La terapia intensiva de Gonzales Chaves se comenzó a equipar en agosto de 2020 con recursos propios de la comuna, pero nunca se habilitó. Sin embargo, las camas y los respiradores están listos en caso de que sea imprescindible ponerla en marcha.

   Lo mismo ocurre con Monte Hermoso. En el distrito costero la terapia intensiva se habilitó antes del verano y funcionó en la temporada con cuatro camas y siete respiradores, pero luego quedó sin personal para atenderla.

   "En Monte Hermoso tenemos cuatro camas de terapia intensiva y respiradores, pero no tenemos terapia intensiva. Básicamente, porque no tenemos médicos intensivistas. Los tuvimos en el verano porque los contratamos especialmente, pero luego volvieron a sus ciudades de origen”, dijo esta semana a LU2 el intendente Alejandro Dichiara.

   La compra de los equipos y el acondicionamiento de las instalaciones, coinciden en ambas comunas, fue lo más sencillo de resolver.

   "El problema es el recurso médico, que es finito. No es un problema de camas o de respiradores, sino que no hay personal especializado suficiente”, explicó el jefe comunal montehermoseño.

   El costo de mantener una terapia intensiva, además, muchas veces escapa a las posibilidades de los acotados presupuestos municipales.