Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Hockey: Nicolás Martín, el cerrense que sueña en grande y se abre camino en la elite nacional

El exjugador de Universitario es parte de la selección argentina Sub 21 que se prepara para el Panamericano Junior. "Me encantaría ser un referente a futuro, sería un orgullo. Dejar en claro que nunca hay que bajar los brazos", señaló.

Fotos: Archivo-La Nueva y gentileza Nicolás Martín

   Por Mikel Iñurrategui / minurrategui@lanueva.com
   (Nota publicada en la edición impresa)

 

   “Desde que arranqué a jugar al hockey me gustó mucho, se me hacía fácil entonces lo disfrutaba más todavía. Una vez que empecé nunca bajé los brazos”.

   Nicolás Martín conoció el palo y la bocha junto con su hermana Agustina, como uno de los tantos otros deportes de los que disfrutaba en el Centro de Educación Física Nº 46 de su General Daniel Cerri natal.

   Desde que inició ahí, el exjugador de Universitario nunca más paró. 

   Hoy su talento, dedicación y pasión lo llevaron a ser parte de la selección argentina Sub 21 que se prepara para el Campeonato Panamericano, mientras forma parte del plantel de San Fernando en el hockey metropolitano.

   “Me sorprendió el llamado a la Selección, no me lo esperaba. Es un gusto porque Lucas Rey es también mi entrenador en el club y siento que confía en mí y que ve algo en mí, eso me motiva a seguir entrenando. Esto es cumplir un sueño. Me había quedado afuera con el cambio de entrenador y volver a estar adentro es muy lindo y me motiva mucho para seguir.”, le contó Nico a La Nueva.

   El cerrense de 21 años se sumó a Los Leoncitos en febrero y disputó dos de los primeros tres amistosos que el combinado nacional jugó ante Chile en el CeNARD.

   “En el primero entré de suplente y me sentí medio duro ante movimientos de mis compañeros, de a poquito me fui soltando y ya al otro partido me sentía mucho mejor y libre”, reconoció Martín.

Nicolás (quinto arriba desde la izquierda) con Los Leoncitos.
 

   El combinado nacional juvenil disputará el Panamericano a partir del 16 de agosto y será clasificatorio al Mundial de la categoría.

   “Delanteros somos siete, solo quedaría uno afuera. Los titulares más o menos están definidos porque ya están entrenando con Los Leones, pero la verdad que me siento capacitado para poder ocupar ese espacio. Pero hay que verlo, hay mucho para entrenar y mucho para aprender. Es más que nada seguir adelante, sino voy al Panamericano habrá que seguir entrenando porque después está el Mundial y sino, a tomarlo como una experiencia personal linda y para seguir aprendiendo”, señaló Nico.

   Perseguir el sueño

   Tras encontrarse con el hockey en Cerri, Nico -junto con su hermana- se sumaron a Palihue y después a Universitario. Luego llegaron encuentros, equipos armados con jugadores de otros clubes, hasta que a los 15 años arribó a la Primera de Uni (ver aparte) y también a los seleccionados de la Asociación Bahiense de Hockey.

   A principios de 2018 había que seguir volando alto y aterrizó en Buenos Aires, para jugar en San Fernando y, en paralelo, comenzar a estudiar el profesorado de Educación Física, carrera que transita su etapa final.

   “La primera idea era venir a Buenos Aires para que me vean, para entrenar y para entender un poco más del hockey ya que acá se juega a otra cosa. La idea era estar presente, ser parte”, explicó.

   “Fue un cambio bastante grande -agregó- pero no lo sufrí mucho porque ya estaba acostumbrado desde la secundaria a este ritmo, al estar todo el día entrenando. Era una rutina que ya la llevaba. Obviamente que los tiempos acá son diferentes y se entrena distinto. Con el tiempo fui comprendiendo mejor la forma de juego y me fui adaptando”.

   Esa nueva y mayor dificultad lo ayudaron a seguir creciendo.

   “Acá cada partido se plantea de una manera diferente. Hay muchas variaciones ante un planteo general, después vas aplicando distintas variantes. Ir aprendiendo cada aspecto fue muy lindo y sentir que lo entiendo fue muy lindo, te da mucha confianza. No sufrí para nada el cambio, tuve algunos chicos acá que me recibieron muy bien, me abrieron las puertas de sus casas con toda su familia al igual que la familia de novia (Lila). Me sentí muy cómodo desde un principio”, contó Martín.
Con el correr de los años, Nico se ganó su lugar en el club y hoy también es profe de una categoría formativa.

   “Me fui adaptando. Me siento muy bien adentro de la cancha, este año me ofrecieron la oportunidad de enseñar, de ser entrenador de una categoría en el club, así que ya me metí de lleno en el deporte”, admitió.

   Su crecimiento no solo lo demuestran los resultados y lo siente él, sino también aquellos que lo vieron arribar desde Cerri con el bolso lleno de sueños.

   "Hace unos días me crucé con mi primer entrenador que me vio cuando vine a acá y me felicitó por como evolucioné en este tiempo. Definitivamente me sirvió mucho poder venirme para poder desarrollarme como jugador más allá de lo que me había desarrollado en Bahía", reconoció.

Nicolás junto a Thiago Bonifazzi, en una producción para La Nueva.

 

Enseñanzas

   Ir y volver de Cerri a Bahía, algún almuerzo improvisado para no perder el tiempo, pasarse días enteros en las instalaciones de Universitario hicieron que  muchos en el club lo vean como "un loco del deporte".

   "Yo estaba todos los días en el club, literal. Siempre me vieron como un loco del deporte. Ver que todas las veces que me aguantaron, todos los entrenamientos, todo eso está dando sus frutos, supongo que es un gusto para ellos. El otro día hablaba con uno de mis entrenadores (Christian Reyes) de Bahía y le dije 'me imagino que te sentís orgulloso después de bancarme tantos años y ahora verme acá'", contó Nico.

Donde todo comenzó...
 

   Todo el esfuerzo hecho por Nico tiene un gran sostén atrás y es su familia.

   "La familia (papá Raúl Martín y mamá María Eugenia Pedrol) está más que contenta, sabe que estoy acá para perseguir mi sueño que es justamente este. Están muy contentos porque están viendo que todo el esfuerzo que venimos haciendo estos años está dando sus frutos", apuntó.

   Para Nico no es una novedad formar parte de un proceso del seleccionado nacional, ya que estuvo en consideración para los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018, aunque finalmente no quedó en la lista definitiva.

   "De esa experiencia aprendí a dar siempre el 100%, me quedó muy en la cabeza eso. Nunca bajar los brazos, porque nunca sabes quien está afuera y quien te está viendo. Además que las posibilidades siempre están, nunca hay que bajar los brazos. Quedé afuera y lo tomé como una enseñanza, no como una derrota. En algún momento te va a tocar", enfatizó el cerrense.

Nicolás junto con Etulain (izq.) y Piñeiro (der.) en la preselección para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.
 

   Pese a ser un deporte campeón olímpico la rama de caballeros aún tiene mucho por crecer en nuestro país y, sobre todo, en nuestra región. Por eso, todo lo que está logrando Nico, abriendo caminos con sus logros, también puede ser algo clave para lo que viene.

   "Me encantaría ser un referente a futuro, sería un orgullo. Dejar en claro que nunca hay que bajar los brazos y nunca tener miedo a hacerlo, no avergonzarse a hacerlo y disfrutarlo", cerró Martín, que ya sueña en celeste y blanco.


"Nico es el ejemplo de que se puede; se la rebancó para llegar"

Un pequeño Nico, con Tomás Rossi.
 

   En medio de la charla, Nicolás no quiso olvidarse de sus entrenadores en Bahía. "¿Los tenés a todos? Son Tomás Rossi, Christian Reyes, Leonardo Woodward, Hernan Del Ruiz y Jorge Ariel "Turu" Moyano", dijo Nico.

   Tomás fue quien lo recibió en Universitario: "Nico es el ejemplo de que se puede. Se la rebancó para llegar".

   Rossi fue su entrenador cuando apenas llegó al club y eran unos pocos varoncitos dando sus primeros pasos, después lo disfrutó de compañero en Primera.

   "Llegó a los 7 u 8 años, tenía a la hermana jugando y se empezó a meter, me acuerdo que todavía jugaba al fútbol en Sansinena. Se empezó a enganchar con el hockey y no dejó de ir", contó Rossi.

Nico junto al "Turu" Moyano, otro DT y compañero que lo marcó en sus inicios.
 

   "Cuando él tenía 12 fuimos a jugar un encuentro a Tandil y ahí se terminó de enganchar", recuerda.

   "Se rebancó el tema que no haya inferiores, que la Asociación no tenga torneos. Esa pasión que tiene por el hockey lo llevó a donde está hoy, jugando con Los Leoncitos. Verlo por la tele fue increíble, es tremendo a lo que llegó y lo que tuvo que poner para lograrlo", cerró Tomi.