Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Sergio Menchón: "El día que debuté en Primera la hinchada me ovacionó, y lloré"

Fue un jugador polifuncional muy querido en Bella Vista: “Tengo guardado el carnet del año 1975, cuando arranqué", dijo. Contó anécdotas con el "Cota" Álvarez y el "Laucha" Recio. Hoy disfruta de sus nietos futbolistas, que heredaron su pasión.

Los hijos y nietos de Sergio Menchón. Todos salieron deportistas. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Javier Oscar Schwab / [email protected]

(Nota publicada en la edición impresa)

 

   Desde que empezó a corretear detrás de una pelota sabía lo que quería hacer. En el barrio, muchos de los habituales visitantes de las canchitas de tierra se ilusionaban con vestir algún día la casaca de Bella Vista.

   Y Sergio Menchón no fue la excepción. En 1975 probó suerte como delantero, porque consideraba que tenía habilidad y hacía goles, pero Antonio Anatra, DT de inferiores, le vio condiciones para jugar de “4”.

   “Debuté en octava de '4' y lo venía haciendo bien. Pero se lesionó el ‘2’ y me corrieron a esa posición. Fui figura en ese partido”, afirmó Menchón, quien jugó gran parte de su trayectoria en esas posiciones, aunque también lo ubicaban de “5”, por su capacidad para anticipar y moverse rápido hacia los costados.

   “Era un tiempista. Ganaba la pelota en el primer cruce, era bicho…”, señaló.

   Nació el 22 de julio de 1964, vivía en Brandsen al 700, cerquita del arroyo Napostá.

   "En calle Catriel al 600 el patio de mi casa daba al arroyo Napostá; en realidad el arroyo era el patio de mi casa, jajaja. Salía a pescar, a jugar a los cowboys con mi amigo 'Carlitos' (Graiño). Me asignaron el papel de indio, era el indio 'Uka', apodo que permaneció para siempre..."

   “En ese entonces se armaban picados de calle contra calle o barrio contra barrio. A los 7 años se jugó un baby en Alem. Me dieron una camiseta hermosa, estaba tan emocionado que volví a casa y me acosté con esa camiseta”.

   Dice haber copiado movimientos de su hermano mayor (el “Rulo” José), quien jugaba muy bien al fútbol.

  "José amaba el fútbol, pero no se dedicó. Juntaba todas las revistas 'El Gráfico', las guardaba en su pieza. Yo iba a escondidas, las rescataba para leerlas; de ahí mis conocimientos del fútbol mundial de décadas pasadas. Mi hermano las ponía de una forma para que no las tocara yo, pero después se daba cuenta que las había ojeado. Me comía cada reto (risas)", contó.

   “En el ’74, ‘Rulo’ estaba trabajando en Mar del Plata y un día apareció con una caja sorpresa. Camiseta, pantalón y medias del ‘Pincha’, y botines sacachispas. Se me caían las lágrimas”.

   -¿Por qué Estudiantes?

   -Al lado de casa estaba el Club Deportivo y Recreativo Brandsen que era frecuentado por mi padre (el ‘Cholo’ José Menchón, exarquero de Colegiales de Tres Arroyos y luego árbitro). Se juntaban a jugar a las cartas. Lo acompañaba desde muy chico y en 1968 pude ver, vía satélite, la final Estudiantes-Manchester. El golazo de ‘La Bruja’ (Juan Ramón) Verón de chilena para la consagración quedó en mi cabeza para siempre.

   Sergio repasa con emoción esos tiempos y destaca el apoyo de su mamá (Amalia), de 94 años, a quien sigue cuidando celosamente en sus visitas diarias.

   “Mamá era de fierro, venía a la cancha a verme, se deleiteaba. Ella y mis hermanas (Liliana y Graciela). También, de vez en cuando, lo hacía mi otro hermano: Carlos”, aseveró.

   -¿Cuándo debutás en Primera?

   -El 25 de mayo de 1983 gracias a Rodolfo Carapella, un gran técnico, creador de la Escuela de Fútbol para menores. Jugamos ante Puerto Comercial (0-1, con gol de Roel); pero dos días antes estaba tan nervioso que no podía dormir, jajaja.

   "Rodolfo me puso de ‘6’, tenía que marcar a un ‘9’ bravo como el ‘Gringo’ (Juan Carlos) Nani, que venía de España. La cancha de Bella Vista era de tierra, estaba repleta. En el primer tiempo jugué algo contenido. Carapella me agarró en el entretiempo: ‘Vos sabés jugar bien al fútbol, hacé de cuenta que estás en el Parque Independencia’. En el segundo me solté, demostré mis condiciones”.

   -¿Había más jugadores de tu camada?

   -Sí. Fabián Yañez, los hermanos Negrín (Marcelo y Omar), Leonel Díaz, Rubén Farías, Alejandro Papasidero, que me trajo a Bella Vista; y Gustavo Recio. Luego se sumó Roberto Achares, que era más chico.

   -¿Jugaste 11 años en Primera?

   -Del ’83 al ’94. Teníamos planteles hermosos, aunque nos costaban los ascensos. Pero en 1992 se dio, le ganamos a Libertad en su cancha con gol de Marcelo Negrín. Ese día nos sobrepusimos a todo, incluso a un penal errado por el ‘Cota’ (Mario) Álvarez.

   -¿Te hiciste amigo del ‘Cota’?

   -Era maravilloso. Tengo muchas anécdotas, como una vez cuando salimos a bailar en mi Fiat 1500. Las puertas no abrían de adentro. Salimos del salón bailable, subieron dos chicas y cuando llegamos a destino me bajé rápido para abrirles porque no se podía. Y escuchamos: "Qué caballero, qué caballero…". El "Cota" se reía porque sabía que se quedaban encerradas.

   “Me dolió mucho su partida porque siempre iba a casa, mamá lo invitaba a comer; tenía un corazón de oro. Nos hicimos muy amigos. Lo iba a ver a Olimpo y una noche, antes de un partido ante Cipolletti, soñé que Mario hacía dos goles. El partido terminó 4 a 1, con dos goles de él. Cuando se lo comenté me decía que era vidente, que tenía que ir a todos los partidos (risas)”.

   -Otro ídolo de Bella Vista también te marcó.

   -El “Laucha” (Jorge) Recio, desde 1984 hasta mi retiro. Los jueves hacíamos fútbol, primera contra reserva, pero a ésta última categoría le faltaba un jugador. Los pibes no completaban y Recio tiró: ‘Voy a jugar yo…”. En eso salta uno y le dice: ¿‘Usted va a jugar de ‘2’?, tiene que marcar a Marcelo Negrín. Lo miró: ‘Pibe: ¿te parece que no puedo marcar a Negrín? Marqué a Pelé en el Santos, ¿y no voy a poder marcar a Negrín? Un monstruo”.

   -¿Cómo era Recio dando las charlas técnicas?

   -Espectacular. Una vez “Tetera” Iribarra, que trabajaba de albañil y solía llegar tarde, cansado y lleno de material a las prácticas, se estaba cambiando y Recio lo apura: ‘Vamos Iribarra, apurate’. ‘Tetera’ levanta la cabeza, hace un gesto: ‘Qué querés Laucha, estuve en la oficina, muchos papeles...”.

   “En la previa a los partidos, Recio le indicaba a cada jugador la marca asignada, los movimientos. Al rato, cuando el DT terminaba, pasaba 'Tetera', se ponía al lado del pizarrón: ‘Marcelo (por Negrín), usted tiene que ambocarla acá , nada más, no le de bola al técnico, jajaja…”.

   -En el ’86 pierden una final con Tiro Federal.

   -Tremendo. Tres partidos en Olimpo. El primero ganó Tiro 3 a 1, de noche; en el segundo ganamos 2 a 0 con un gol mío -el primero- tras un córner del “Gancho” Álvarez, un crack. La pelota pasó el área, nadie rechazó y me quedó servida; fue una media chilena mientras me caía, a Cuevas se le escapó la pelota. El segundo lo hizo el "Turco" Omar Abdala. En el tercero nos ganaron con un gol de penal de José Luis Salika”.

 La chilena desde el piso, el golazo que Menchón le convirtió a Tiro Federal.

   -¿Tenés más goles convertidos?

   -Sí. 4 o 5. Uno lindo fue en cancha de Olimpo, en el ’83, jugando para Rosario. Me tocó marcar a José Ramón Palacio, un fenómeno. Se lesionó Luis Feijoo, entré a marcar a ese monstruo, que para mí fue más que Rodrigo.

   Luego viene un breve paso por el fútbol zonal, el regreso a Bella Vista y otra final perdida.

 Los artilugios de Sergio, que dejaba la vida en cada pelota.

 

 “En 1984 Pacífico de Cabildo nos gana una final con gol de Videla en cancha de Olimpo, en lo que fue un triangular final (también estaba Libertad). Ellos ascienden y al domingo siguiente debuto como refuerzo de Pacífico en Cabildo.

   “Jugamos contra Sansinena. Me cobran un penal en contra increíble; el ‘9’ (Graneros) se me cae encima, el árbitro sanciona un penal inexistente. Convierten, pero en la jugada siguiente pico de atrás, quedo mano a mano con el arquero, la tiro de emboquillada y la pelota entra. El juez asistente cobra un offside inexistente, no entendíamos nada.

   “Perdimos 4 a 1. De '10', para ellos, jugaba Sergio Roura, que llegó a ser suplente del ‘Beto’ (Norberto) Alonso el año que estuvo en Vélez. En una acción me tira un caño, la hinchada me empezó a gastar; en la siguiente vuelve a hacer la misma para la tribuna, me calenté y lo levanté; salí en la foto del diario con él en el aire y, luego, con el tobillo hinchado. Me echaron, el árbitro me dice, pibe te tengo que echar: 'Está bien, me puede echar, pero este porteño no me va a tomar el pelo'. Se lo hice saber.”.

   “Me dan 6 partidos. En el informe el juez pone que además de la patada al rival lo salivé a él. Nunca hice algo así, lo dije en el tribunal de penas. Al juez (creo que era Roque Abaca) le di la mano y me fui, como tiene que ser. Inventó un informe, me ensució gratuitamente; una injusticia”.

   -¿Lo más lindo que viviste en Bella Vista?

   -Todo. Los grupos desde inferiores; jugadores del barrio. Hice muchos amigos de la infancia. Con varios jugaba en los picados con arcos chicos de ladrillo y una pelota de trapo. Éramos felices.

    -¿Quién era tu ídolo en tu puesto?

   -Daniel Passarella. Nunca puede ver a otro jugador como él; personalidad, salto, gol...; te metía en un arco. En Bahía admiraba a Carlos Enrique González, de Sporting, Jorge Alberto Seitz y el “Garza” (Eduardo Oscar) Diomedi. Unois fenómenos.

   -¿Cómo te trataba la hinchada gallega?

   -Me querían mucho. Desde el mismo debut, cuando me ovacionaron. Llegué al túnel, empezaron a aplaudir y se escuchó el: ‘Olé, olé, ole´, Menchón, Menchón…”. Me largué a llorar. Estaban mis viejos, me sentía el jugador más feliz del planeta.

-¿Te retiraste en la zona?
-En Deportivo Villalonga, Liga Rionegrina. Ya había estado en 1986 cuando se llamaba Valentín Vergara. Había ido como refuerzo con Luis Luna y Roberto Achares. También jugué en Social Ascasubi (con Marcelo Negrín y Guillermo Puliafito), donde fuimos subcampeones de un Interligas, y en la liga de Coronel Suárez para Unión de Pigüé, con Álvaro Jara Pinto (1993).

   “De Suárez guardo recuerdos hermosos, porque es la ciudad de mi ídolo, Sergio Denis. Hace poco estuve en la Colonia 2, me saqué una foto con la estatua. Hasta me llegaron a decir que tengo un parecido, jajaja” contó.

   -¿Te fuiste a probar a Ferro?

   -Estuve ahí, en 1985. Habían llamado del club Ferro Carril Oeste, porque me venían observando. A los 10 días hubo elecciones en Bella Vista y todo se desvaneció. Lo mismo pasó cuando estaba por ir a Huracán con Leonel Díaz.

   "El técnico era Ángel Cappa, que nos había visto jugar. Habían mandado gente a un partido con Libertad, todo parecía encaminado y charlado, pero a los pocos días renunció Ángel y otra vez se truncó".

 

 Sergio con sus dos hijos: Martín y Luciano (ambos jugaron al fútbol); y sus nietos: Santino, Santiago y Bautista.

   -Tenés una familia numerosa...

   -Orgulloso de todos ellos. Mis hijas Magalí (juega al fútbol de "2" en Tiro) mamá de Valentina (14) y Santino (8 años, que juega en Bella Vista); Carolina, mamá de Camila (8) y Jazmín (5); Martín, padre de Santiago (juega en Villa Mitre), Bautista (8, juega en Villa Mitre) y Ema Sofía (3 años); y Luciano (jugó en Bella Vista y San Francisco), mi hijo menor que tuvimos con mi gran amor y compañera Marcela Villar.

 -¿En 1985 pasaste un mal momento?

   -El 13 de marzo, día que explotó el Elevador N° 5. Yo estaba con fiebre, llegué a casa, me bañaba y la temperatura seguía altísima. En el Hospital me descubrieron un tumor entre los intestinos, hasta me cortaron un pedazo. La familia sufriendo porque parte de eso iba a La Plata para ser analizado y saber si era maligno.

   "En el medio, el 17 de marzo nació mi hija, Magalí. Recuerdo que la trajeron hasta la cama, no me podía levantar y apenas la pude ver porque estaba con drenaje. Zafé de casualidad, me recuperé y volví a jugar", aseguró.

   

 

 


85 partidos. Jugó en la Liga del Sur. Bella Vista (83'-'92), Rosario (un partido en 1983) y Pacífico C (1984). Marcó 4 goles y vio 3 rojas (un penal ejecutado y convertido). Datos: Eduardo López.

   -¿Dónde trabajás?

   -En una marmolería de calle Don Bosco al 1400; tengo a mis compañeros Facundo, Ariel, Mario Martín y Juan, que es mi patrón, una excelente persona.

   -Ahora, de grande, ¿te dedicás a tu otra pasión?

   -Jajaja. El tejo. Lo hago en los dos sitios que hay en Bahía: Tejo Sarimiento (con Elvio Ortiz) y el Centro Recreativo (Gustavo Galleani). Salí subcampeón Individual del torneo Clausura, voy progresando. También juego en la playa, en Monte Hermoso.

   -¿Conocés el nuevo estadio de Estudiantes de La Plata?

   -Iba a ver a Estudiantes cuando Olimpo estaba en Primera. Conocí el Único, y pasé por 1 y 57 cuando lo estaban levantando el nuevo estadio. Entré al medio de la cancha, miraba las tribunas, no lo podía creer. Tengo pendiente ir a ver un partido con mis hijos, lo voy a cumplir...