Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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La carrera al cielo no se detiene: un rascacielos alcanzó los 678 metros, el segundo más alto del planeta

   Se encuentra en Malasia, donde ya existen las famosas torres Petronas de 451 metros de altura, que fueran las más altas del paneta, diseño del arquitecto argentino César Pelli.

Mario Minervino / [email protected]

   Desde que el hombre intentó llegar al cielo construyendo la (fallida) torre de Babel, en Babilonia, que habría alcanzado modestos 60 metros de alto, el hombre nunca ha dejado de construir en altura. Por cuestiones distintas a los sirios y arameos que con adobe y ladrillo intentaron aquella obra, en las torres se mezclan la necesidad de sacar provecho al valor de la tierra, la aparición de materiales capaces de permitir esas construcciones y también su valor simbólico de poder y presencia.

   El edificio Khalifa, en Dubai, Emiratos Árabes, manda en esa carrera, con sus 828 metros. Hubo quienes pensaron que después del atentado a las torres gemelas del Word Trade Center norteamericano, en 2001, la fiebre por los rascacielos iba a disminuir.

   Nada de eso ha ocurrido, por el contrario, las torres de más de 300 metros se han multiplicado en todo el planeta. Ahora ha logrado su lugar en ese ranking el edificio Merdeka 118, que con sus 678,9 metros se ha convertido en el segundo más elevado del planeta. Diseñado por el estudio australiano Fender Katsalidis se ubica en Kuala Lumpur, capital de Malasia.

La obra

   El Merdeka tiene 118 pisos y su altura la alcanza gracias a una esbelta aguja que forma el remate del edificio.

   Su construcción se comenzó en 2016, en un sitio con vista al estadio Merdeka, sitio de importancia histórica, construido para la declaración de independencia de Malasia.

   "Nuestra prioridad era respetar este sitio y crear una torre que enriqueciera la energía social y el tejido cultural de la ciudad", explicaron los inversores.

   El edificio tiene una fachada facetada compuesta por planos de vidrio triangulares, inspirada en los patrones del arte y la artesanía de Malasia. Abarca 288 mil m2 de superficie, de los cuales 158 mil m2 se destinan a oficinas, más un hotel, comercios y residencias. También habrá una plataforma de observación de doble altura.

   La obra se completa con un parque acuático en su base, que agrega un sentido de nuevo lugar a la ciudad, una mejora para la infraestructura peatonal del área.