Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Video: el doble femicida que se cree gato empezó a maullar en la primera audiencia del juicio

Seis mujeres y seis hombres forman el jurado que debe definir si el israelí Gil Pereg es culpable o inocente por el crimen de su madre y su tía.

   Remera roja, bermuda blanca con vivos rojos y negros, barbudo. Así se mostró Gilad Gil Pereg (40) este martes al ingresar a la sala de audiencias donde en un mes sabrá su suerte sobre la acusación que pesa sobre él: matar a su madre y a su tía. El hombre que se cree gato apenas dejó pasar unos minutos y cuando la jueza la preguntó nombre y apellido comenzó con una seguidilla atronadora de maullidos. Finalmente lo retiraron de la sala.

   En el nuevo Polo Judicial Penal de Mendoza quedó conformado el jurado de 12 vecinos que deberá juzgar al israelí, acusado de asesinar a su madre y a su tía cuando viajaron a visitarlo a la provincia cuyana, en enero de 2019.

   El acusado fue llevado a una celda en el subsuelo del edificio. Era la primera aparición pública tras el período de pandemia por coronavirus. Todo este tiempo estuvo detenido en una celda, solo, en el hospital neuropsiquiátrico El Sauce, en Guaymallén.

   El jurado quedó compuesto por: una ama de casa (38), una diseñadora industrial (35), una peluquera (31) y empleada doméstica (33), una psicóloga (26) y una gastronómica (46). Entre los varones se cuentan dos mecánicos (24 y 23), dos metalúrgicos (44 y 32), un empleado (42) y un desocupado (21).

   Como jurados suplentes fueron sorteados una docente (35) y una autónoma (46) entre las mujeres; y un operario de bodega (31) y un empleado gráfico (34).

   Este martes, desde las 9, comenzó la primera audiencia de los alegatos de apertura que la fiscalía, la querella y la defensa técnica ofrecerán al jurado popular. Esta instancia es transmitida en vivo a través de SIJUMtv, el canal oficial del Poder Judicial de Mendoza en YouTube.

   Habrá, además, una versión traducida al inglés de esta instancia, a cargo de intérpretes y traductores de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo.

   Sobre el ciudadano israelí Gilad Pereg pesan dos imputaciones: homicidio agravado por el vínculo en relación a la muerte de su madre, Phyria Saroussy; y homicidio agravado por el uso de arma de fuego en relación a su tía, Lily Pereg.

   Ambos femicidios fueron cometidos en enero de 2019, en la casa del acusado en Guaymallén.

   Gilad Pereg no estuvo presente en la sala de debate, donde se ha montado un importante operativo de seguridad. La Secretaría de Información Pública de la Corte dispuso una conexión especial, a través de la cual el acusado pudo seguir toda la instancia desde un calabozo ubicado en el subsuelo del circuito independiente de detenidos, en el mismo Polo Judicial Penal.

   La audiencia de selección de jurados se realizó en el Salón de Usos Múltiples del Polo Judicial Penal, bajo la supervisión de la Jueza Técnica Laura Guajardo.

   Allí la fiscalía en representación de Fernando Guzzo y Claudia Ríos; la querella representada por Claudia Vélez; y la defensa técnica a cargo de Maximiliano Legrand y Lautaro Brachetta asistieron al sorteo y realizaron las recusaciones estipuladas por ley.

 

 El juicio comenzará después de tres años de investigación y acumulación de pruebas, en la que la defensa del único acusado intentó retrasar con apelaciones y pericias que pretendían demostrar que Gil Pereg padecía una enfermedad mental y era inimputable. No lo logró.

   Mañana comienza el debate, donde habrá cerca de 50 testigos y presentación de pruebas que para llegar al momento de la sentencia puede significar un mes.

   Gil Pereg será juzgado por haber actuado con alevosía en los asesinatos, fraguar la desaparición de sus familiares y esconder los cuerpos. Si es declarado culpable, podría recibir la pena máxima de 50 años en prisión.

   Muestras de ADN halladas en su remera y en una bolsa de cemento en el patio de casa fueron la punta del ovillo para encontrar los cuerpos, el 26 de enero. Estaban enterrados en una habitación de su casa, frente al cementerio de Guaymallén, en el Gran Mendoza.

   Gilad Gil Pereg, al ingresar a la sala este martes. Minutos después lo sacaron para una celda contigua.

   En esa casa donde aparecieron los cuerpos, el hombre convivía con una docena de gatos y perros, a los que tenía en malas condiciones de alimentación y rodeado de basura y excremento.

   “Son mis hijos”, repetía Gil Pereg cuando quisieron alejarlos de sus gatos, que fueron entregados al cuidado de una ong protectora de animales. Desde que fue detenido, en varias audiencias y en su celda, imitaba a sus animales: ronroneaba y maullaba como un gato.

Fuente: "Clarín y Los Andes"