Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Del final con llanto al inicio sonriente de Harina y Jano que fue Martínez en Villa Mitre

El tricolor vivió una noche diferente.

Fede Harina se lleva hacia adentro a Valentín Burgos. Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

 

Por Fernando Rodríguez

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

 

   Las luces se apagaron y el público se encendió. Había fiesta en el José Martínez. Empezaba la temporada 2021-22 de la Liga Argentina y la casa estaba renovada, lista para la ocasión. Era un paso más de Villa Mitre institución, por encima del resultado. Aunque el debut resultó completo. Porque le ganó, por 84 a 76, a Del Progreso de Roca.

   Fue todo alegría. Después de aquel llanto final que invadió a Federico Harina tras la derrota que terminó con el sueño del ascenso, este inicio lo recibió cargado de emotividad y felicidad. No era para menos: 30 puntos, con 4-4 en triples, 7-12 en dobles y 4-4 en libres.

   “Lo que es el básquet, ¿eh?”, dijo, a modo de descarga.

Heinrich cachetea la pelota ante Maranguello y Pane.

 

   Mientras José Gutiérrez hacía jugar y alimentaba a Bollo, dos triples de Harina le dieron aire al tricolor. Aunque poco después, en 6m41, una pelota dividida dejó a Pikachu en el piso y Heinrich le cayó con el peso sobre el tobillo derecho. Afuera el base por el resto del juego. Preocupación.

   “Lamentablemente José tuvo que salir, pero en ningún momento el equipo se pinchó. El que entró aportó; cada uno entiende su rol y eso es muy importante”, destacó Fede.

Las estadísticas completas del partido

   El tricolor estuvo balanceado, combinando experiencia y juventud en cancha a partir de alargar la rotación.

   “Hicimos un gran papel defensivo en el primer tiempo, tuvimos mucho juego colectivo, algo muy importante para un primer juego”, destacó Harina.

   El 39-28 del primer tiempo marcó una tendencia. Y se solidificó con la personalidad de Jano Martínez y el parejo goleo de Harina: 50-32 en 3m10 del complemento. Máxima diferencia. Y el tirador que empezaba la temporada con la mano caliente.

   “Me estuve preparando para arrancar de esta manera; es fundamental, porque te da mucha confianza, más allá de que podés tener partidos malos, porque el rival juega y defiende”, reconoció.

Buena parábola le dio Jano Martínez, en un tiro de frente y el público a su espalda.
 

   Si bien los tiradores suelen generarse sus propios lanzamientos, se les facilita la tarea cuando la pelota les llega en tiempo y forma. Esto se encargó de hacerlo Jano Martínez, que disimuló muy bien sus 18 años.

   “Trato de estar preparado. Hoy pude jugar muchos minutos”, asumió, después de permanecer 24m58 en cancha y dar 12 asistencias.

   Esto no deja de ser un alivio para el plantel, saber que encuentran respuestas en el banco.

   “Me puso muy triste la lesión de Jose, ojalá no sea nada, porque es el capitán, quien nos lleva para adelante y el que maneja el equipo”, señaló.

Pallotti no llega al lanzamiento de Gaytán.

 

   Al tricolor le costó quebrar a Del Progreso. De hecho, sufrió un parcial de 25-13 que dejó a la visita apenas 6 puntos abajo, con 9m10 por jugar.

   Ahí, los grandes entraron en acción, dominando con el debutante Levy y Bollo en el corazón de la defensa visitante, aprovechando la visión de Martínez para alimentarlos cuando se generaban los aclarados. Y así se sumaron a lo que venía haciendo el siempre rendidor Heinrich, para ir cerrando el juego.

   En definitiva, se trató de un feliz estreno para Villa Mitre, que contó con un importante apoyo del público, aunque la dirigencia esperaba algo más.

Más amplia quedó la cancha. 

 

   Color, calor y aliento no faltó en el José Martínez.

   “La cancha quedó hermosa y para mí, que soy hincha de Villa Mitre, verla con gente me generó una emoción muy grande”, admitió Jano.

   Villa Mitre abrió las puertas de su casa, donde volvió a sentirse local, condición que repetirá mañana frente a Deportivo Viedma.