Bahía Blanca | Miércoles, 02 de julio

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Jugador y periodista: es tiempo del “Diego” de las bochas bahienses

La peleó durante 20 años en distintas radios de Bahía Blanca. Hoy, las redes sociales lo elevaron a un nivel inesperado.

Por Javier Oscar Schwab / [email protected]

(Nota publicada en la edición impresa)

   Es un trotamundos. Talentoso para jugar a las bochas y gran labia para ejercer la profesión de periodismo. Pero el "tipo" nunca se creyó el verso de haberse codeado con los mejores bochófilos, aunque sí le sacó el jugo a esa cualidad.

   Diego López es un fanático de las lisas y rayadas. Campeón en todas las categorías, algo innato que traía de chico. Y a la vez un "personaje" de aquellos, con el talento suficiente para hacerse conocido en los medios, donde lleva 23 años con un programa que lo marcó para siempre.

   "Al principio me pasaba toda la noche haciendo estadísticas que escuchaba sólo mi familia. Hoy, por streaming, me ven más 2.000 personas en vivo por partido. No lo puedo creer, las redes me dieron una mano única en los últimos años", dijo Diego.

   -¿Cómo nació "Tiempo de Bochas?

   -Por Ricardo Lamas. En 1990 él hacía un programa en FM de la Calle. Los 4 mejores menores del torneo del fin de semana eran entrevistados los lunes. Y yo iba siempre, porque ganaba. Era el único que hablaba y se ve que le caía bien, porque un día me invitó a hacer la columna en su programa. Hasta cubrí natación, ciclismo...

    "Luego paré y en el '98 un tal Grill dejó el programa. Lamas me propone hacerlo con un nuevo nombre y una cortina musical. Gracias a "Pancho" Ferretti surgió "Tiempo de Bochas".

   -¿Tu primer programa?

   -Con Jorge Locatti, Mariano Barcia y mi papá (Roberto). Viajaba a los torneos gracias a Roberto Palacios y Matías Goizueta, porque no tenía un mango.

   -¿Recorriste el país?

   -Sí. Me adoptaron Rubén Trellini y César Colantonio. "Nene, preparate, salimos a las 3", me decía Rubén. Y era feliz.

   "Otro que me llevaba engañado era Rodrigo Catini. Decía: 'Te paga la Confederación'. En el fondo yo sabía que la plata la ponía él. A toda esa gente le debo mucho.

   -Al principio, ¿cómo viajabas?

   -Con rifas, pero no llegaba ni a Punta Alta (risas).En 2002, jugando en Independencia, lo seguí a Cristian Zapata. Gana el Zonal y rifé un lechón para ir al Provincial.

   "El 'Petiso' García, encargado de la estación de trenes, me regaló el boleto a Mercedes.  Bajé en la plaza llegué al hotel y Navarro, presidente de la ABB,  me pagó la habitación. Zapata le gana la final a Mendizábal".

   -Imposible no ir al Argentino.

   -Uff.. En Gualeguaychú. Fui a Tres Arroyos, ahí me levantó Goizueta y su esposa, quienes me ayudaron a pagar el hotel. Viví algo único, la final Zapata-Basualdo en un galpón lleno, no entraba un alfiler. Cristian perdió 15 a 13, pero no se podía avanzar un paso; y yo tenía que salir a cada rato.

   -¿Cómo pasabas los resultados?

   -Jajaja. Con el fijo de una vecina (Marita), porque no había teléfono público. Me mandaron del club, era la peluquera. Cuando le pido el favor me dice: "Ahí está, hablá. Yo me voy porque arranca el partido. Cuando termine llevame la llave a mi casa".

   -¿Te dejó sólo?

   -Sí. Y no me quiso cobrar las llamadas. Casi me desmayo; acá, en Bahía, te robaban a la pasada (risas).

   -¿Y tu etapa de jugador?

   -Era pibito, mi viejo tenía la cantina de Kilómetro y yo iba a hinchar las b... Había que sacar turno; algunas veces, con un amigo, eran las 11 de la noche y estábamos jugando, con cuidado de no hacer ruido.

   "Oficialmente empecé en 1989 en menores. Salí campeón, me dirigían mi viejo y Raúl Bianchimano. En la final le gané a 'Caito' Lezcano. Ese premio, aunque tirado por algún rincón y con bastante tierra (risas), todavía está en la ABB.

   "Me lo dieron en una fiesta entrega de premios que se hizo en la vieja cancha de básquetbol de Kilómetro. Había 300 personas, y en ese momento ese plato que me entregaron para mí era del  Roland Garros; ese significado tenía, jajaja".

   -Eras bueno, te seleccionaban.

   -Hasta los 19 jugué en la Selección. Mi primer DT fue Pedro Randazzo y el equipo con Franco Del Moro, Luciano Visani y Leo Salvi. Luego formé parte de la era de "Cacho" Nardi, quien nos marcó a todos los jugadores porque estuvo muchos años y con varias camadas".

   "Se jugaban muchos torneos abiertos de menores. Éramos 90 pibes todos los fines de semana y había zonales y provinciales".

   -¿Cómo llegás a Primera?

   -En 1995 jugué un partido en cancha de Pacífico con Jorge Fernández y Pedro Randazzo, pero el debut fue en Kilómetro, en el '98, con Pablo Spurio, Ariel Lares y Rodrigo Catini. Yo era suplente y entraba seguido, porque Rodrigo viajaba y faltaba a algunos partidos.

   "Un año después empecé a cambiar de clubes. Alsina -en Primera C-, con Nestor Dumrauf, Diego Fortunatti y Cristian Sandalich. Salimos últimos en todo entre 13 equipos. El presidente era Roberto Palacios, quien nos pidió el favor porque no tenía jugadores.

   Luego retornó a Kilómetro (su casa), y fue campeón Individual de Segunda y Tercera y de tríos con su hermana Karina y Diego Fortunatti.

  "Nos divertimos un montón, tenía 15 años. Si mal no recuerdo es la marca más joven de un campeón a esa edad", contó.

   -¿En 2001 te vas a Bella Vista?

   -Sí. Para jugar en Primera, con Carlos Borelli y Hugo Vitozzi. En parejas, con Hugo, metimos un sprint final terrible, pero perdimos ante Cristian Zapata, Hugo Lastes y Jesús Arrieta.

   “En 2002 pasé a Independencia y jugué con Hugo Ercolani, Pablo Spurio y Roberto Arbilla. Ganamos la fase regular por 8 puntos y en el cuadrnagular final quedamos terceros y no ascendimos porque lo hacían dos equipos (Villa Delfina y Tiro Federal). Estábamos para pegar el salto".

   En 2003 y 2004 retornó a Kilómetro y en 2006, luego de descansar un año, arregló para jugar en Estrella de Oro, con el "Coco" Natali y Hugo Ercolani.

   "Fue un año de transición (risas), porque en 2007 volví al club de mi barrio, Kilómetro, para jugar con Julio Martínez, Pablo Spurio, Maximiliano Totó", contó.

   "No fue un año muy feliz, a tal punto que decidí dejar por un tiempo y recién volví a jugar en 2011. Hugo (Vitozzi) se había retirado, pero el "Gurí" Hernández nos convenció de ir a Nuevos Horizontes. Fue un acierto, porque salimos campeones de parejas en la B. Y me quedé dos años".

   -¿De ahí te vas a Kilómetro para ganar un título en Primera?

   -Sí, fue hermoso. Con Hugo y Daniel Vitozzi (ver foto), quien me llamó para ver si le hacía la "pata" porque faltaba un integrante. El titular era Julio Martínez, pero en el cuadrangular final se descompensa y lo internan, por lo que me tocó jugar los partidos decisivos.

    "Parte del título se lo debemos a Almafuerte (Rafael Randazzo, Rubén Trellini y Jesús Arrieta), porque yo no llegaba para jugar el partido que estaba programado y ellos, de buena gente que son, lo pasaron para el otro día. Alcancé a practicar y a comprar ropa, porque no tenía. Y lo más increíble es que le ganamos...", señaló.

   "En la final nos toca Alem (Jorge Alonso-Juan Pablo Urra y Diego Zamponi), que había ganado el Clausura, y para el último partido al mejor de tres había vuelto Julio. Esa noche, en cancha de 9 de Julio, perdíamos 10 a 1, entré y los dimos vuelta. Son esas cosas inexplicables de las bochas".

   Luego viene la etapa en 9 de Julio, con Lázaro Levriero y Pablo Spurio y, desde 2015, en Barrio Hospital.

  "Ganamos todo en la B con Daniel y Hugo. La final fue contra Independiente (Canoni-G. Scoccia, Colantonio). Ascendemos y, para el años siguiente, se acopla Inca Heil, para ganar el torneo de Parejas", aseguró.

   -La final de 2016 no te la olvidás más...

   -Había cuatro equipos muy parejos, todos candidatos. En semifinal eliminamos a 9 de Julio y la final fue una batalla increíble que perdimos 3 a 2 ante Kilóemtro Cinco (Dante Núñez, Fabián Tolosa, Matías Bozich y Luciano Bardelli).

   "Ganábamos 11 a 2, entró el "Torta" Núñez, que la rompió,  y nos dieron vuelta el resultado. Nos ganaron 15 a 14. Creo que nos relajamos un poco, cometimos algunos errores y Daniel, que era una máquina, empezó a errar algunos bochazos. En bochas todo es posible", apuntó.

   "En este 2021 se verá algo parecido a aquello, con cuatro equipos candidatos y la vuelta de Bardelli, que le suma calidad al juego", sintetizó.

   -¿Cómo fue tu etapa en la zona?

   -Extraordinaria. En 2017 me voy a Unión de Tornquist (ver foto), para jugar con Kevin Albornoz y José Chavarría, que era el encargado de la cancha. Perdimos la final con Saavedra en cancha de Argentino de Pigüé. Mi año fue bueno, a tal punto que me llevaron a integrar el combinado de Saavedra junto a "Lito" Castro y Darío Ruiz.

   "Un linda experiencia, ya que en Bahía nunca jugué en mayores a nivel selección".

   -¿También ganaste un mixto?

   -Sí. En 2013, con Miriam Pena. Fue el último torneo de esas características. Le ganamos a San Martín (Víctor Ruppel y Patricia Corvetti).

   Diego tiene infinidad de anécdotas para contar, pero afirma que los mejores momentos los vivió con sus hijos: Bruno y Federico.

   "Jugaron a las bochas y ahora lo hacen al básquetbol en Estrella. El mayor ya entrena con la Primera. Me siento realizado", contó.

   -¿Tenés seguidores que valoran tu juego?

   -Jajajaja. Sí, tengo dos: mi fanática número uno, que es mi vieja (Nilda); y mi actual pareja: Micaela. Son el sostén de mi vida, que ahora cambió mucho.