Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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El “Chiche”: su paso por Gimnasia, un gol insólito y los momentos vividos con Hugo Gatti

Hace 50 años, el bahiense Juan Carlos Hutchinson fue protagonista de un clásico platense por la Copa Genaro Rucci. Un tanto de Rubén Pagnanini frustró sus sueños.

"La de Dios", jugada que patentó Hugo Gatti, con el estilo que le impuso Juan Carlos Hutchinson. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

(Nota publicada en la edición impresa)

   Futbolista, bochófilo, midgista… Juan Carlos Hutchinson se dio todos los gustos y por lo general le salió bien. Pero hubo una vez en la que el bahiense tuvo que demostrar sus dotes de gran arquero que se había ganado legítimamente, pese a su Juventud, en el arco de Liniers. Pero la suerte le fue esquiva y le cambió la vida.

   “Arranqué en 1961 en las menores y debuté en Primera, ante El Nacional, en el ’67. Dos años después me venía siguiendo Gimnasia y hubo una reunión con los dirigentes de Liniers. Querían un préstamo, pero pedían un millón de pesos por 6 meses. Una locura”, dijo.

   Como no hubo arreglo, a “Chiche” lo tentaron porque ya había sido sorteado para hacer la colimba con el 916 (Marina).
“Calzaba con Río Santiago, en La Plata. Ellos tenían gente influyente y me convencieron. Fui sin el pase, a mitad del ’69. Atajaba en Tercera, donde me vio José Varacka, el DT de Primera".

   Sus aptitudes sobresalieron, jugó lo que restaba del campeonato e inició la pretemporada con los profesionales en Necochea. Los arqueros eran Hugo Gatti, Daniel Guruciaga y Juan C. Hutchinson.

   “En la gira jugué 8 partidos alternando en el arco y entre ellos uno ante Rosario, en Punta Alta, que tenía de refuerzo a Enrique Magagna, de Huracán. Medio tiempo Gatti y medio yo. Perdimos 4 a 3”, afirmó.

   Gimnasia tenía figuras como Ricardo Rezza, Masnik, Leonardi, Maldonado, Meija, Gonzalo, Zywica, Pignani, Onnis y Castiglia.

   “Gatti era el Messi de ahora. Sin grandes estrellas el ‘Loco’ se vendía solo. Salíamos a correr a los médanos y él se hacía llevar por un dirigente y lo largaban adentro. Eso sí, como compañero un fenómeno, te ayudaba y aconsejaba”, apuntó.

 Para la foto. Hugo Gatti y Juan Carlos Hutchinson, en la cancha de Rosario Puerto Belgrano.

   

   El 21 de febrero se jugó el segundo partido de la Copa Genaro Rucci, en 60 y 118. La ida había sido 1-1 ante el multicampeón Estudiantes de Osvaldo  Zubeldía.

   “Gatti le toma el pelo a Bilardo con la clásica jugada del efecto al revés y el ‘Narigón’, amagando ir a la pelota, le tira una patada a la cara y le rompe la nariz. Para el desquite tenía que atajar Guruciaga, el suplente, pero Varacka me llevó al vestuario: ‘Mire pibe, le tengo una fe ciega. A Daniel lo conozco y quiero verlo a usted en un partido de verdad’".

   "Chiche" aceptó emocionado, pero no convencido.

   “Sentí la responsabilidad. Era un partido muy importante, con tribunas abarrotadas. Entré a la cancha, pero no fui el mismo. Arranqué bien y llegaron dos goles de la ‘Bruja’ Verón y el de Rubén Pagnanini”, dijo.

   “¿Cómo fue? Corté un centro al segundo palo y pensé en la frase de José: ‘Pibe, salga rápido, usted le pega bien'. Piqué el balón y lo veo cruzar a (Jorge) Castiglia, que era un cohete. Me sale un zapatazo perfecto. 

   “Pagnanini no llegaba a cerrar y se tira en palomita, la devuelve de cabeza. Mientras retrocedo, lo veo a (Juan) Masnik que cerraba. Por entonces se podía parar la pelota y dársela al arquero. Pero amaga, la pelota pica mientras me agacho, con tanta mala fortuna que se elevó, pasó entre mi oreja y el hombro. Me quería morir. Reaccioné con reflejos, tiré el manotazo y quedé abrazado al palo. Entró pegadita. ¡Qué mala suerte…!

 La gigantografía con el gol está en el Museo de Estudiantes. La estampa de Rubén Pagnanini y "Chiche" abrazado al palo.

 

   -¿Qué pasó por tu cabeza esa noche?

   -¿Esa noche? Una semana sin dormir, estaba loco. La gente mayor hoy, en La Plata, aún se acuerda. 

   -¿Alguien te consoló?

   -Todos. Verón me habló y Zubeldía escribió una columna en un diario donde habló de la cantidad de goles tontos que se tienen que comer los arqueros para recibirse ."Ellos siempre empiezan al revés…", decía.

   -¿Te arrepentís de haber jugado?

   -Mentalmente no estaba en condiciones, era un partido trascendente. Estudiantes lo celebró este año, 50 después, como el gol de cabeza más lejano que tenga registro la historia ‘Pincharrata’.

   -¿Y un día te lo cruzaste a Pagnanini en Olimpo?

   -Por culpa de Manuel Cheiles. Me hizo una joda: ‘Vení al club que llegó alguien que te quiere ver’. Cuando lo veo a Pagnanini me quería morir. Me abrazó y le decía a Cheiles: ‘Sos un masoquista hdp…’. Recordamos ese gol y me dijo que ni por las tapas esperaba hacer algo así”.

   -¿Fue un “gato” negro?

   -Sí. El “Gato” Pagnanini terminó en la Selección y jugó el Mundial ’78. Yo fui a la colimba, luego no me quisieron más en Gimnasia y tuve que volver a Liniers".

   -¿Cómo sigue tu historia después de la colimba?

   -Estaba mal. Entré a la colimba el 24 de marzo porque me llamó mi vieja (Delia Saltú) diciendo que tenía una carta de intimación. Desde diciembre le venía esquivando, pero ya era un desertor, jajaja.

   "Y el día que me tocó entrar lo hice con Héctor Hoffmann (Sergio Denis). Lamenté muchísimo lo que le pasó. Estuvimos todo el día esperando porque los soldados estaban en campaña. Él tocaba en la banda, nos veíamos sólo para jugar al fútbol en la canchita en los momentos libres.

   -Y Liniers vuelve a entrar en tu mundo...

   -Sí. Los dirigentes se acercaron: "Chiche, queremos que vuelvas, las puertas están abiertas". En realidad el que había estando mal fui yo, y nunca me sentí cómodo con esa situación.

   "Les dije que les jugaba gratis, pero que a fin de año me tenían que dar el pase. Luego vino lo de Sansinena, otra linda historia", recordó.

   -¿Qué rescatás de tu paso por Liniers?

   -(Se emociona). Recuerdo a Don Pedro De Martina, un dirigente excepcional. Un día saca una pelota y nos dice: "Chicos, esto es el pretexto para formar un grupo. Y el que tenga suerte la vida misma se la va a dar, pero acá hay que ser compañero". También el señor Zibecchi, Cantarelli y Alejandro Pérez, gente extraordinaria que me marcaron para toda la vida.

  -¿Nunca te expulsaron?

   -No. Una vez, por equivocación lo hizo Alberto D'Onofrio. El banco visitante, en cancha de Olimpo, daba la espalda a la gente y en una jugada lo insultan al árbitro desde afuera y se da vuelta y me agarra hablando con un compañero. Vino y me sacó la roja, pero yo reacciono y le digo: "No Alberto, nada que ver... Estás equivocado, pero igual seguí dirigiendo". 

    "Me voy caliente al vestuario y cuando nos estábamos terminando de bañar aparece Jorge Ledo. Pide permiso y me llama para hablar conmigo y el árbitro. Me llevó al vestuario, Alberto se sorprende y lo escucha a Ledo: 'Yo estaba atrás, porque es mi lugar, y unos boludos de la tribuna te putearon y le echaste la culpa a Chiche; nada que ver, si querés te lo firmo en la planilla'. Fue un gesto tremendo, a tal punto que el árbitro corrigió la planilla y gracias a eso no tengo expulsiones en 20 años de trayectoria", aseguró.

   -¿Cómo fue tu paso por Sansinena?

   -Fui dos veces. En la primera etapa se había armado un equipazo. No pudimos conseguir el título porque nos faltó un poquito de suerte. Estaban Oscar Espinazo, Juan Carlos Pellejero, Ernesto Corbaz, Héctor "Nino" Benvenutti, Víctor Epifane, Ernesto Horacio "Catete" Rodríguez, Roberto Larroque, Rubén Vega, Juan Carlos Schaab, Oscar Trejo, Raúl Virgilli y Alberto Tolu, entre otros.

    "En el  '71 ascendemos en Cabildo contra Pacífico y luego me tocó, tras el ascenso en Liniers, volver a Cerri para jugar el Oficial de Primera".

     

 En el arco de Tiro, donde fue ayudante de Darío Bonjour, su último trabajo en el fútbol.

 

 -¿En Comercial también jugás una final?

   -Sí, por el ascenso. Llegamos a la final con Tiro Federal, que nos ganó 2 a 1 en cancha de Olimpo. 

 

 "Chiche" no era muy alto, pero tenía elasticidad y buen salto de piernas, como se ve en la foto.

 

   -¿Cómo fue tu paso por equipos de la zona?

   -Maravilloso. Juego en Boca de Tres Arroyos, donde le cortamos una racha de ocho años consecutivos a Huracán. Salimos campeones y hasta tuve el privilegio de jugar para el seleccionado, incluso enfrentando a Bahía Blanca.

   "Estuve un año, porque me lastimé feo trabajando en la CAP. Había arreglado para jugar en Villa Menguelle de La Pampa; lo hice algunos partidos, pero no pude terminar. Resulta que iba sentado en un montacarga y entramos en un lugar oscuro sin darnos cuenta que faltaba la rejilla de un desagüe. Caí para atrás, me fracturé la cadera. Estuve más de un año con una lesión muy grave", se lamentó.

   -¿El récord en Fortín Club, en qué año fue?

   -En 1983. Salí campeón en la Liga de Villarino, juego el campeonato Argentino y, lo más gratificante, es haber sumado 1.180 minutos sin goles en contra atajando para Fortín Club.

   "Mis últimos años fueron en San Martín de Coronel Dorrego, y siempre les digo a los dirigentes de allá que ellos se quedaron con mi pase (risas)".

 La crónica del diario La Nueva Provincia, donde resalta lo bueno que hizo en Fortín Club.

 

   -¿Lo de correr midget fue darte un gran gusto?

   -Me cargaban porque no era de los mejores, ni de los del medio, jajaja. Vi la primera carrera en Liniers, en 1955, y sigo firme hasta que el cuerpo aguante. En realidad mi meta era ser un espectador de lujo. Y a las carreras las miraba desde adentro, no como otros fanáticos.

   "Mi auto está en Brinkmann (Córdoba) corriendo carreras de midget. Es una estructura parecida, con otro formato. Lo corre un tal Ferreros, a quien tuve oportunidad de observar. Mirá si seré malo que el auto allá ganó algunas carreras, jajaja". Es una linda gratificación para el fallecido Elio Pérez, quien armó ese auto".

 El N° 50 en la máquina de Juan Carlos. Ahora luce, según dijo, totalmente diferente.

 

   -En las bochas ganaste varios títulos.

   -Jugar con las bochas de chico me ayudó a ser bueno, jajaja. Empecé en La Armonía, donde había metegol y billar. Cuando los grandes se iban de la cancha de bochas nos poníamos jugar. A los 15 años fiché para el club y con el correr de los años pude salir campeón de parejas junto a Agustín Inca Heil y Santiago Grill. 

   -¿Cuántos hijos tenés?

   -Tres. Lucas (31 años), Juan Gabriel (24) y Agustina (20). El mayor y la nena son hinchas de Newell's, mientras que Juan Gabriel es de Racing. Todos van a la cancha a ver a sus equipos; se van a Rosario y el otro pibe a Avellaneda... Reciben pilchas, les mandan saludos...; en el programa "Paso a Paso" hay una publicidad que repiten seguido y un "vaguito" grita: "Un saludo para los hermanitos Hutchinson de Bahía Blanca, aguante Newell's".

 En Independiente, su actual club, junto a Juan Scarfi en la final que perdieron ante Ciudad Atlántida.

 

El dato de color

   El 26 de abril de 1970, en el comienzo del torneo de local, Daniel Rayes convertía 5 goles en 13 minutos para la victoria de Rosario Puerto Belgrano por 6 a 1 ante Liniers. Su víctima fue Juan Carlos Hutchinson, arquero del equipo bahiense.

   Aquel partido terminó 0 a 0 en el primer tiempo, hasta que apareció Daniel, a los 5, 10, 13, 17 y 18 minutos del complemento para poner el 5 a 0 parcial. La cuenta la cerró Strack, a los 37, y el descuento para los bahienses fue de Gaglioni, a los 39.

   "Ese día terminamos con ocho jugadores porque en cada gol nos rajaban a uno. Incluso, el 'Negro' Ortiz, encargado de los penales, le dejó patear dos a Daniel, que tuvo su tarde memorable. Rayes ya no está entre nosotros, pero es un lindo recuerdo para su familia porque fue un gran jugador".

 La pelota entre las "tenazas" de "Chiche": "La única pilcha de fútbol que tengo me la dio Tiro Federal", dijo.

 

En números

151

   Partidos por Liga del Sur disputó Juan Carlos Hutchinson vistiendo las casacas de Liniers, Sansinena, Pacífico de Bahía y Puerto Comercial. En la zona disputó más de 250, lo que agranda el récord del golero que tiene 71 años. Según datos de Eduardo López, le marcaron 245 goles, a la vez que le ejecutaron 25 penales y le convirtieron 21.