Jubilaron a Antonella, una perra rottweiler que trabajó en la cárcel bahiense
Tras seis años de servicio, fue dada en adopción a una familia bahiense ya que una enfermedad ósea aceleró su pase a retiro.
La Unidad 4 de Villa Floresta comunicó que pasó a retiro una perra rottweiler que prestó servicio por seis años en seguridad, búsqueda de personas, estupefacientes y explosivos dentro de la cárcel.
En ese sentido, en el marco del proyecto “Viejos Camaradas” del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), una familia bahiense adoptó al can, de nombre Antonella.
La tenencia se concretó hoy a la tarde —según informaron—, aunque la adaptación se hizo, progresivamente, en los días previos. El plan, que cuenta con la anuencia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, busca que una familia pueda dar cariño y hogar a los perros que ya no están aptos para cumplir con las tareas asegurativas.
El veterinario de la Unidad 4, Mario Spicoli, explicó que la mascota presenta “un cuadro irreversible progresivo de ostreoartritis coxifemoral bilateral” y que “hace tiempo que se trabaja para recuperar la motricidad que perdió”.
“Queremos darle lo que tiene merecido, su jubilación ganada. La verdad es que estamos tratando de hacer lo mejor para que ella esté bien. ‘La Gorda’, como le decimos nosotros, es una perra muy mimosa, buena y cariñosa. Mi hijo mayor está enamorado”, afirmó Sergio Lazzarano, el nuevo propietario.
Actualmente, en la cárcel local hay siete perros de seguridad y apostamiento.
En la primera categoría, a la que también pertenecía Antonella, hay dos ovejeros alemanes machos, de siete y de un año y medio; dos ovejeros belga malinois, de cuatro años, y un rottweiler, de seis.
Entre los perros de apostamiento, el penal cuenta con una ovejera belga malinois, de tres años, y un macho raza vizsla o braco húngaro, de la misma edad.