Luis “Palito” Bonnat en el recuerdo
Un bandoneonista al que, quienes los conocieron, lo califican como una persona excelente, un tipo derecho y un señor fuera de serie.
José Valle / Especial para “La Nueva.”
Luis Bonnat nació el 25 de julio de 1917 en Darregueira, sus padres —Luis e Irene Abadie— eran franceses. Se radicó en 1923 junto a su familia en Bahía Blanca y cursó estudios con el maestro Olivo Parcaroli.
Ingresó en la orquesta de Eberardo Nadalini (contaba sólo con 16 años cuando integró este conjunto), teniendo como compañero a Armando Lacava. Actuaron por la emisora LU7 Radio San Martín y en bailes de clubes y salones.
Viajó a Buenos Aires en 1937, junto a Lacava y al contrabajista Elvio Olivero. Se sumó a la pléyade de músicos que habitaron la Pensión de la Alegría, de la calle Salta. Luego de pasar algunas penurias, consiguieron integrarse al elenco de LS5 Radio Rivadavia como trío estable y también acompañando a los cantores de la emisora.
Integró la primera orquesta del maestro Osvaldo Pugliese, que debutó el 11 de agosto de 1939 en el Café El Nacional; la conformaban Enrique Alessio, Osvaldo Ruggiero y Luis Bonnat (bandoneones), Enrique Camerano, Julio Carrasco y Jaime Tursky (violines), Aniceto Rossi (contrabajo) y Amadeo Mandarino y Roberto Beltrán como cantores.
En 1941 Antonio Rodio formó su propia orquesta, para la que convocó a Luis Bonnat. Debutó en Radio Splendid y actuó en el Café El Nacional, el café Germinal y en otros locales nocturnos de la calle Corrientes; la orquesta ocupó durante los carnavales el octavo lugar entre las orquestas más solicitadas -y mejor pagadas- y entre 1943 y 1944 grabaron dieciséis temas para el sello Odeón.
Pasó por la efímera orquesta del genial Orlando Goñi, donde conoció al extraordinario cantor Raúl Berón y se hicieron grandes amigos, es así que Beron visitaba muy seguido Bahía Blanca y con largas estadías.
Siendo un buen músico y apreciado en el ambiente, fue convocado por varias orquestas importantes como la de Osmar Maderna, Mariano Mores y Alfredo Gobbi.
Formó parte de la orquesta que acompañó al joven Roberto Rufino y, finalmente, cerró su labor en Buenos Aires actuando con Enrique Alessio.
Regresó a Bahía Blanca en 1946 formando su propia orquesta y luego un cuarteto, manteniendo simultáneamente ambos conjuntos. Tuvo como cantor a Alberto Randal, conocido más tarde en Buenos Aires como Roberto Achával.
Durante varios años actuó al frente de su orquesta, todos los miércoles a las 19.05 y domingos a las 11.30 por la onda de LU3 Radio Splendid de Bahía Blanca, también en LU2 Radio Bahía Blanca; fue director de orquesta en el cabaret El Tronío de calle Soler y en la Universidad Nacional del Sur, en 1964.
En su orquesta tuvo como cantores, además del ya mencionado Achával, a Carlos Del Mar, Héctor Ferri, entre otros.
Entre las obras de su autoría se destacan cuatro tangos: “Tu capricho”, “Qué importa nuestro amor”, “Trasnochada”, “Don Saturnino” (Ciriaco Medina).
También “Cuadro otoñal”, “A los bahienses” y “Milonga carioca”, las tres con Ricardo Alday. Dejó registrado en un disco los tangos “Arrabal” y “Gloria”.
El reconocido historiador Luis Adolfo Sierra decía de Palito Bonnat: “Un excelente bandoneonista de los años cuarenta, de quien fui amigo, lo conocí integrando una famosa fila de bandoneones en la orquesta del violinista Rodio, junto a Antonio Ríos, Tití Rossi, Eduardo Rovira y Roberto Di Filippo. Bonnat fue, simplemente, un artista serio y responsable, un bandoneonista de la más pura escuela decariana, un hombre que dio al tango lo mejor de sí”.
Familiares, periodistas, músicos, cantantes, amigos, espectadores y otras personas que lo trataron, lo caracterizaron como una persona excelente, un tipo derecho, un señor fuera de serie.
Siempre andaba bien empilchado, con buenos trajes. Cuando renovaba su vestuario regalaba los anteriores a alguien que los necesitara. Ocurría, entonces, que alguien que lucía un traje que había sido de Luis se lo decía a todo el mundo con orgullo.
El pianista y compositor Lucio Passarelli le dedicó su tema “Al amigo ausente” y el bandoneonista Hugo Marozzi con Sadoc Lameiro dejan aquellos versos que señalan: «Bonnat desde el cielo nos mira / llevando una estrella como bandoneón» (“Bahía Blanca antigua”).
Luis Adolfo Bonnat tuvo tres hijos (un varón, fallecido, que fue agrimensor), y dos mujeres, que se fueron de Bahía Blanca. Leonor Carpineti, la esposa, falleció también.
Para finalizar, relataré una anécdota que me contó una veterana enfermera del Hospital Municipal de Bahía Blanca. Estando Bonnat muy enfermo e internado, una madrugada apareció Aníbal Troilo, preguntó por su colega y ella lo acompañó hasta la habitación. Los dos bandoneonistas conversaron largamente delante de ella. Al irse, Troilo dejó en el cajón de la mesa de luz una gran cantidad de dinero y, agarrándola del brazo, le dijo al oído: “Esto es para que cuiden bien a mi amigo”.
*El autor es historiador del tango, escritor y productor cultural.