Bahía Blanca | Jueves, 17 de julio

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Causa hepatitis C: confirman penas a 3 profesionales pero no irán a la cárcel

Redujeron las sanciones al médico Oscar Casalini, al anestesista José Luis Calió y a la técnica Gladys Rivadeo. En la clínica donde trabajaban hubo 6 contagios en 2012, uno de ellos mortal.

Pasaje del juicio, que tuvo lugar en marzo de 2018. Foto: Archivo La Nueva.

   La Cámara Penal de Bahía Blanca confirmó las condenas contra 3 profesionales de la salud que trabajaban en una clínica donde, a fines de 2012, se produjeron 6 casos de hepatitis C por contagio, uno de ellos fatal, aunque redujo las penas y ninguno de ellos irá a prisión.

   El fallo, dictado por la Sala I, integrada por Gustavo Ángel Barbieri y Pablo Hernán Soumoulou, confirmó la sentencia del juez en lo Correccional Gabriel Rojas y la autoría responsable de los 3 acusados, aunque disminuyó las sanciones.

   Al médico Oscar Casalini le impusieron 3 años en suspenso, reglas de conducta por 4 años e inhabilitación de 14 años para ejercer la medicina.

   A José Luis Calió, anestesista, le aplicaron 2 años y 6 meses, también de ejecución condicional; 3 años y medio de reglas de conducta y 12 años sin ejercer su profesión.

   Finalmente, Gladys Susana Rivadeo recibió 1 año de prisión en suspenso, reglas de conducta por 2 años y prohibición de ejercer como técnica radióloga o enfermera por 7 años.

   Rojas les había impuesto 6 años de prisión e  inhabilitación de 16 años a Casalini; 5 años y 15 a Calió y 3 en suspenso y 10 a Rivadeo.

El gastroenterólogo Casalini, junto al abogado Sebastián Martínez.

   Para la justicia no habían quedado dudas de que "todos los pacientes se contagiaron en el mismo lugar", el Instituto de Diagnóstico Digestivo que funcionara en Gorriti 371.

   Como resultado del contagio, registrado entre el 5 y el 10 de septiembre de 2012, Mónica Graciela García Suárez falleció tiempo después y otras cinco personas (Gastón Piazza, Mariano Antonio Palma, Victoria Giaggiotti, Valeria Zappacosta y Mario Engraf) sufrieron lesiones graves.

   Todos esos pacientes fueron atendidos por el mismo gastroenterólogo y anestesista y con idéntico mecanismo de sedación, aunque se les realizaron distintos tipos de endoscopias.

   La Cámara consideró que, más allá de la negligencia en el actuar de los acusados, no puede darse por probado que "hayan actuado con 'desprecio por la vida humana'" como afirmó el juez Rojas.

   "A mi entender no ha existido ninguna evidencia que permita afirmar, con la certeza necesaria para computar esa circunstancia agravante de suma gravedad, que los condenados tenían un posicionamiento subjetivo de tal entidad hacia los pacientes, que implicaría una falta de respeto y consideración de gran intensidad por ese bien jurídico y al que, consecuentemente, correspondería adjudicarle un alto grado de reproche en tanto revelaría un elevado grado disvalor de las acciones", sostuvo Barbieri, con la adhesión de Soumoulou.

   Tampoco consideraron plantear como agravantes la falta de cobertura por los gastos que tuvieron las víctimas (no poseen una conexión necesaria directa con los hechos) ni las características de las prácticas médicas que debieron afrontar luego.

Absolución

   Por el mismo caso fue juzgado, aunque a fines del año pasado, el director médico del establecimiento, doctor Roberto Baroni, aunque el juzgado en lo Correccional N° 1 lo absolvió. 

   En el fallo, el exjuez José Luis Ares tuvo en cuenta que "por el solo hecho de haber asumido el papel de director, no le resultaba posible al doctor Baroni atenderlo todo controlando que se cumplieran los protocolos".