Tres voleibolistas bahienses en el país con más casos en el mundo

Redacción de La Nueva.

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Por Claudio Rodríguez Kiser / crodriguez@lanueva.com

   Con los bolsos llenos de ilusiones, meses atrás, Julieta Campaña, primero, Magdalena Bostal, después, y Valentina Culaciati, por último, partieron a Estados Unidos para cumplir sueños deportivos y por sobre todo objetivos personales.

   Nunca podrían haber imaginado estas tres voleibolistas bahienses que les tocaría afrontar, a más de 9 mil kilómetros de distancia y sin sus familias, una pandemia que ya provocó en ese país norteamericano casi 89 mil muertos y más de un millón 400 mil infectados.

   “Juli”, armadora, viajó en 2019 a la Missouri State University-West Plains, donde estudia Negocios en Computadora y juega en los Grizzlies.

   “Valen”, central, se encuentra desde principio de año jugando y estudiando Comercio Internacional en la Universidad Old Dominion de Norfolk, Virginia (California).

   “Magui”, punta receptora, estudia desde el año pasado el degree en Fine Artsen en el Jefferson College, ubicado en el estado de Missouri. 

      Las chicas de 19 años viven en diferentes situaciones la cuarentena decretada por el presidente Donald Trump y analizaron presente y futuro, mientras esperan retornar a su vida normal.

   --¿Dónde y cómo están pasando esta pandemia a tantos kilómetros de distancia?
 Julieta: --Estoy en los dormitorios de la universidad, con tres chicas del equipo que son de Brasil. Por ahora estamos bien, tenemos comida, personas con las que contar y todo lo que necesitamos.

  Valentina: --Vivo en el campus de la Old Dominion University, donde estoy becada, en un departamento con otra estudiante. Cuando se extendió la pandemia estaba en Nueva York por mi Spring Break, pero decidí volver lo antes posible, ya que no sabía cuál iba a ser la situación los días siguientes. La mayoría de mis compañeras de equipo son de Estados Unidos, así que no regresaron al campus luego del receso, ya que el semestre continuó de manera virtual.

   “Estoy muy bien. Más allá de que me encuentro bastante aislada para cuidarme, los entrenadores se preocupan por mi bienestar y me ayudan en todo lo que necesito”.

   Magui: -- Desde el inicio de la cuarentena me instalé en la casa de la familia de mi novio en Osage Beach, Missouri, a unos 300 kilómetros del campus de Jefferson. Están sus padres y me siento contenida en un ambiente familiar y en una casa con mucho espacio exterior.

El campus donde reside Julieta

El mate siempre presente en la vida de Valentina

Magui, en una clase online

   —¿Piensan volver a Bahía antes de fin de año?

   Julieta: --Tenía pasaje para volver mañana (por hoy), pero Delta Airlines me lo cambió para el 12 de diciembre.

   Valentina: -- Por ahora no está en mis planes volver, debido a que es muy posible que si salgo del país, después no pueda regresar a cursar el siguiente semestre. Tenía un pasaje previsto para el 6 de este mes, pero lo reprogramé para Navidad.

   Magui: -- Acá está por empezar el verano. Tengo pasaje de retorno a Bahía para el 28 de este mes, aunque tendré que suspenderlo hasta que la situación, tanto acá como allá, se normalice.

   --¿Cómo se vive esta pandemia en Estados Unidos?

   Julieta: --Vivo en una ciudad muy chica llamada West Plains, donde no se registraron muchos casos, por lo que las reglas no son muy estrictas en cuanto a quedarse adentro de las casas.

   Valentina: --Dejando de lado que cerraron la Universidad y se cancelaron todas las actividades deportivas, la vida en mi ciudad no parece haber cambiado mucho a comparación de cómo están viviendo la pandemia en Argentina. No salgo mucho del campus, pero cuando voy a hacer compras, me da la impresión de que la vida sigue más o menos igual, existe la orden de distanciamiento social pero no es obligatorio el quedarse en nuestras casas como en Argentina.

   Magui: --Acá con bastante irresponsabilidad. A mediados de marzo se festejó el Spring Week (una suerte de semana del estudiante) y nos fuimos con cuatro amigas a una playa en el estado de Florida. Estaba lleno de universitarios. Había fiestas por todos lados y los bares todos abiertos. No existía control de ningún tipo. Por suerte volví sana. Yo estoy en un estado central de Estados Unidos donde la situación parece bastante controlada, pero el norteamericano es muy individualista y le cuesta tomar actitudes en conjunto. Acá todo es más flexible, cualquiera trabaja o sale. Igualmente son muy respetuosos.

El campus donde vive Valentina

   —¿Cómo lo tomó Estados Unidos? ¿Hay muchos comentarios sobre la actitud del presidente Trump? ¿Qué pensás al respecto?

   Julieta: --Para mí Estados Unidos lo tomó muy distinto a Argentina y por eso la cantidad de muertes y contagios es mayor acá, sin contar la diferencia de población. Creo que Trump no está tomando las mejores decisiones en cuanto a obligar a la gente a quedarse en sus casas y parar de expandir el virus. Entre mis compañeras estadounidenses se habla mucho que es muy tonto el hecho de que no nos dejen hacer deporte o simplemente cierren todo, tienen una opinión muy distinta a la mía. Pienso que debería tomarse un poco más serio el hecho de qué hay mucha gente en riesgo si no se toman las medidas necesarias y no lo estamos haciendo.

   Valentina: -- Las personas que me rodean, ya sea mis compañeras de equipo o entrenadores, estaban tristes por la suspensión de las actividades deportivas, pero todos tomaron conciencia rápidamente de la gravedad de la situación.    

   “El presidente podría haber tomado medidas preventivas mucho tiempo antes ya que pudo ver lo que estaba pasando tanto en Italia como en España; pero, la realidad es que prioriza las cuestiones económicas frente a las sanitarias. Como Estados Unidos es un país federal donde los gobernadores y gobernadoras de cada Estado tienen independencia para decidir cómo quieren enfrentar esta pandemia, hay Estados que tomaron medidas mucho más estrictas que otros”, dijo.

   “El gobernador de Virginia pidió que en lo posible nos quedáramos en nuestras casas y respetáramos el distanciamiento social si tenemos que salir”, agregó.

   Magui: --Trump ordenó que la gente haga cuarentena en sus hogares pero está en ellos si deciden hacerlo o no; no hay mucho control. Creo que Trump no da un mensaje claro y creo que actuó tarde. Comparo la situación de acá con la de Argentina y creo que más allá de los problemas que acarreara la cuarentena, las cosas se han manejado de modo coherente.

   —¿Cómo se vive la cuarentena?

   Julieta: --Podemos salir, ir al supermercado normal, básicamente hacer lo que quieras, pero no ir a lugares como el club para entrenar o el gimnasio, aunque sé que en varios lugares si se puede.

   Valentina: --Mi universidad cerró sus puertas el 16 de marzo y desde entonces no tuve más cursadas presenciales, ni entrenamientos. Mi cuarentena se desarrolla muy tranquila, disfruto de poder moverme dentro del campus. Todos esperamos que en agosto, para el próximo semestre, podamos retomar las actividades normalmente, pero la realidad es que nadie lo sabe, vivimos el día a día.

   Magui: --Si bien las universidades están cerradas y se manejan con clases y exámenes virtuales, la gente sale a trabajar sin mucho control. Dejan que la gente asuma su control de modo individual. Estiman que en agosto se reabre el campus con el inicio de la actividad veraniega. Quizás enseguida comience la actividad deportiva también. No hay mucha información concreta. Como en Argentina, van día a día.

   —¿A cuánto están del epicentro más grande de la epidemia en EE.UU.?

   Valentina: --Norfolk está ubicada a 585 kilómetros al sur del epicentro de la pandemia que es Nueva York.

   Magui: --Osage Beach está en una zona de lagos, sin conglomerados urbanos numerosos. Saint Louis es la ciudad principal del Estado y allí hay bastantes casos de coronavirus. Es una región central, lejos de los epicentros graves que están en New York, Los Ángeles y Miami.

   Julieta: --Nosotras el lugar más cerca en el cual es bastante grande el contagio del virus es Illinois, que está a unos 600 kilómetros.

   —¿Cómo pasan las horas durante esta pandemia?

   Valentina: -- Mis días pasan, en la parte académica, entre clases virtuales grupales y videoconferencias individuales con mis tutores, es una etapa de mucha tarea y estudio ya que el semestre está por terminar. En la parte deportiva hago ejercicio, la preparadora física nos mandó una rutina para que hagamos en nuestras casas. Y obviamente muchas horas de videollamadas con familia y amigos y, a veces con mi equipo y entrenadores.

   Magui: --Como si estuviera en casa. Miro series, leo libros, armo rompecabezas y le dedico tiempo a las clases online. La ciudad en la que me encuentro está al lado de un lago, por lo que paso mucho tiempo allí, andando en bote o pescando. Me propuse salir a correr porque está permitido y así me pongo más a tono físicamente.

   Julieta: --La verdad no está para nada mal, porque puedo seguir bastante normal con mi vida, salgo a correr, estudio en el dormitorio y afuera, así que bastante bien.

Julieta, tras una rutina física

   —¿Cómo se encuentran con el estudio y la actividad deportiva?

   Julieta: --Llevo tres cuatrimestres en esta universidad y, la verdad, es muy linda la experiencia que estoy creando y la diferencia de culturas. En cuanto al estudio voy muy bien, me varían las clases pero lo llevo bien organizando y al día con las notas, y en cuanto al vóleibol muy bien también, me pude recuperar de la quebradura del año pasado que me tuvo unos tres meses parada. Cuando volví a entrenar me adapté rápido al ritmo y pude volver a lo que era antes y mejor. Ahora, con todo esto, se vuelve un poco para atrás.

   Magui: --Estoy terminando el primer año del college y esperando que en agosto arranque la temporada de voley, aunque con cierta incertidumbre porque no sabemos con qué equipos contamos ya que algunas becadas terminaron su ciclo y otras se volvieron a sus lugares de origen. No sé cómo armarán el plantel, ni con que presupuesto contarán.

   Valentina: --Es mi primer semestre tanto académico como deportivo. Llegué a EE.UU. el 17 de enero y las clases habían comenzado la semana anterior.

   —¿Qué es lo que más se extraña en tiempo de cuarentena?

   Julieta: --La rutina, ir a entrenar, hacer físico, las clases, ver gente todo el tiempo, salir a caminar o entretenerme con amigas y comer todas juntas.

   Valentina: -- Extraño mucho mi rutina, entrenar, ir al gimnasio, cursar y juntarme con mis compañeras.

   Magui: --Aún más que en época de actividad normal a mi familia, mis amigos y nuestras costumbres. Me siento muy querida y contenida donde estoy, pero es más cómodo y natural pasar estos momentos con tus afectos más cercanos. Igualmente, sé que hay mucha gente en peor situación que la mía.

   —A la distancia, ¿Cómo ven que se trató la epidemia en Argentina?

   Julieta: --Argentina tomó decisiones estrictas pero que dan resultado en cuanto a que no se expanda el virus, lo cual me sorprendió bastante, pero me alegro por el país.

   Magui: --Se manejaron de modo coherente y aprovechando la experiencia de los países europeos. Quizá se explote políticamente la situación, pero en la Argentina es algo habitual. Ojalá las consecuencias económicas no sean tan graves como algunos imaginan.

   Valentina: -- Creo que en Argentina se tomaron medidas muy acertadas, con el objetivo de evitar que colapse el sistema sanitario como ocurrió en otros países, y los resultados lo están demostrando.

   --¿Cuál es su futuro una vez que se levante la cuarentena?

   Julieta: --Volver todo a la normalidad y poder retomar la temporada de voley que perdimos.

   Valentina: --Me voy a quedar en EE.UU. a pasar el verano y prepararme para el semestre que viene que es temporada, por lo cual vamos a tener mucho tiempo de entrenamiento y partidos.

   Magui: -- Tengo aún la esperanza de poder ir unos días a Bahía antes de agosto. Me dijeron que pinta difícil. En lo inmediato empezaré las clases y la actividad deportiva en agosto si es que se abre el College. Igual que en Argentina, la información es día a día por lo que se complica hacer planes a futuro.