Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Diego Fernández analizó el ascenso de Olimpo en 2001: “Daba gusto ver jugar a ese equipo”

El aurinegro, bajo la conducción técnica de Gustavo Alfaro, salía campeón de la B Nacional y, por primera vez, ascendía a la elite del fútbol argentino. Mirá el video.

Fotos: Facebook Diego Fernández

 

Por Sergio Daniel Peyssé / [email protected]

 

   Siempre es un gusto hablar de fútbol con él.

   Diego Fernández, ex arquero puntaltense de extensa trayectoria en distintas categorías de nuestro país, tiene pasión por analizar a cada uno de los equipos que integró, más allá de haber sido titular o haber visto la mayoría de los partidos desde el banco de suplentes.

   Como le sucedió en la temporada 2001, en ese intenso semestre con actividad entre agosto y diciembre, donde el aurinegro cosechó 46 puntos en 24 cotejos disputados (13 triunfos, 7 empates y 4 derrotas) para ascender, por primera vez en su historia, a la Primera división de AFA.

   Diego, el “Narigón”, atajó solo 3 cotejos en ese equipo de “hombres” ( el “1” era Julio César Gaona) que arrancó la competencia de la B Nacional con el peor promedio (bajaban 7), y que evitó el descenso en la fecha 20, cinco antes del final y tras el 2-1 ante Atlético Tucuman, de visitante, con el recordado gol de Fabricio Sánchez Varela.

   “Ese equipo tenía una admirable mentalidad ganadora, pensaba siempre en el arco de enfrente y tenía un montón de variantes para romper los esquemas adversarios”, señaló, desde Santa Fe, donde reside, el DT Diego Fernández, actualmente sin trabajo.

   Ese Olimpo demoledor, que formaba con un 3-4-1-2 y variaba su dibujo táctico contantemente porque tenía futbolistas para hacerlo, fue moldeado por un joven Gustavo Alfaro, quien en Bahía y en un estadio Carminatti repleto (tras vencer 4-0 a Instituto en la programación de cierre, el 27 de diciembre) conseguía su primer título como entrenador.

 

   “El 80 por ciento de la idea de ese equipo era dividir la pelota en campo contrario, poblar la zona donde iban a caer los rebotes y ganar la segundas jugadas. Una vez que eso sucedía, se trataba de ubicar a Darío Fernández (hermano de Diego), un enlace con dinámica y rapidez mental que solía sacar ventajas en el uno contra uno. Si Darío no podía progresar, lateralizaba el balón para que lleguen los volantes externos (`Tahuichi’ Albornoz y Fernando Clementz) y busquen con centros cortos, largos o pases hacia atrás”, recordó Diego.

   “Alfaro le pedía a `Cachi’ Zelaya (goleador histórico de la categoría) que no salga del área, para que Ceferino Díaz, un volante de contención con mucha visión de ataque, tenga espacios para explotar, llegar y lastimar”, rememoró.

   “Era un equipo que no necesita ser profundo para generar peligro, todo lo que caía en el área Zelaya lo convertía en peligro de gol”.

   También tuvo elogios para su colega Julio César Gaona.

   “Fue fundamental en ciertos partidos donde el equipo, por ser vertical y atacar con hasta seis jugadores, quedaba desequilibrado. Se bancó varios mano a mano que se generaron por el desorden táctico que se generaba en un equipo con una voracidad tremenda y unas ganas terribles de ganar”.

   “Además teníamos a Denis Rodman, el gran Rogelio Martínez, quien robaba y entregaba. Otra pieza clave en el equilibrio colectivo”, aseguró Diego.

 

Video: El análisis de Diego