Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Pasó de pedalear 6 mil km hasta Machu Picchu a estar entre cuatro paredes

Darío Salotti tuvo que suspender su plan original de regresar de las ruinas incas en bicicleta y retornar en colectivo. Desde el 17 de marzo está en cuarentena en un departamento porteño. 

   Darío Salotti estaba regresando a la Argentina a mediados de marzo, en bicicleta, desde  las ruinas incaicas de Machu Picchu cuando se intensificaron las medidas gubernamentales para frenar el avance de la pandemia.

   El destino final era su ciudad natal, Coronel Suárez, donde lo esperaba su esposa.

   Había realizado casi 6 mil kilómetros para llegar hasta Perú en tres meses y su sueño estaba cumplido, pero quería más. 

   Sin embargo, dadas las circunstancias decidió regresar en colectivo desde Tacna (Perú) junto a otras 50 personas para poder entrar al país, ya que las noticias sobre la pandemia no eran alentadoras.

  Llegó a Retiro el martes 17 -luego de cruzar la frontera con Perú y la frontera con Chile- y desde entonces está aislado en un departamento de Buenos Aires.

   “Las sensaciones son fuertes. Cuando tenés una libertad total y no tenés que pedir permiso a nadie para hacer lo que te gusta o para cumplir tu sueño de estar en cualquier camino o país, por ahí no lo valorás. Sí, vivís el disfrute de la aventura pero no tenés dimensión del valor de la libertad”, reflexionó.

   “Con esto te das cuenta como pueden cambiar las cosas de un día para otro con un virus que no se ve y a la vez es tan fuerte como para frenar la libertad de todo el planeta”, dijo.

    El suarense estaba viajando para cumplir un sueño: llegar a las ruinas incaicas pedaleando. Y lo logró en el día 80 de su travesía. Había hecho la promesa de realizar un paréntesis de su vida laboral al festejar los 50 años.

   Con el apoyo de su familia logró concretar la travesía pero el COVID 19 trastocó sus planes y tuvo que volver en colectivo y cumplir con el aislamiento.
   “Después de dormir a la intemperie en lugares fantásticos estar encerrado entre cuatro paredes es duro pero es lo que uno tiene que hacer, pensar en la salud propia, en la de los demás y en los seres queridos”, añadió.

   “El contraste es muy fuerte pero hay que superarlo y creo que nuestro país se actuó rápido. Hay que tener paciencia, creer y tener fe en que vamos a salir adelante”, subrayó.

   El día 100 de su viaje, Salotti se encontraba ya en cuarentena y publicó un video en su Facebook en el que agradeció a su hermana Mónica quien subió fotos y videos a durante todo el viaje.

   “A partir de ahora terminé mi sueño: 5800 kilómetros, llegué a Machu Picchu. Mas que satisfecho y feliz. Agradezco a la familia, amigos y conocidos nuevos, nuevos amigos. Tuve que apurar el  viaje para llegar a capital lo antes posible. Ya se estaba cerrando la frontera así que fue una determinación muy acertada”, comentó.

  Con su hija, al llegar a Buenos Aires.

    “Ahora solo debemos esperar que no se extienda la cantidad de infectados, ni de muertos y podamos salir adelante lo antes posible. Esto nos dice que el mundo o el estilo de vida cambia de un momento pata otro”, dijo.

   Por último, Salotti  dio un mensaje motivador: “Cumplan sus sueños, es fantástico, traten de cumplir sus metas porque es algo muy bonito, concluyó”.