Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Mungo: "No podíamos pretender que se preocupen primero por nosotros; los problemas graves son otros"

El técnico de Villa Mitre contó cómo vivieron la suspensión del partido ante Independiente, antes del parate general del fútbol. "El club iba a acatar lo que decidiera AFA, pero nos parecía ilógico jugar el martes si el miércoles se paraba todo", señaló.

Foto: Archivo - La Nueva.

Por Mikel Iñurrategui / minurrategui@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa)

 

 El fútbol argentino fue el último en suspender su liga en todo Sudamérica, pese a que el país ya se encontraba en emergencia sanitaria. Tan es así que el lunes siguió la primera fecha de la Copa Superliga y estaba previsto que se jugara la Copa Argentina.

   Por eso, el encuentro entre Villa Mitre e Independiente de Avellaneda, que iba a disputarse el martes, fue el sacudón final para que los jugadores de Primera ejercieran la "presión" necesaria para que se parara la pelota, por el momento hasta fin de mes.

   La noche anterior al cotejo por los 32avos de final del certamen nacional, se hizo oficial la suspensión y en el medio de un mar de incertidumbre que cambiaba minuto a minuto y, también en el centro de la escena, quedó el plantel tricolor. Sobre todo por la gravedad de la situación y la importancia de su rival de turno.

   "Nosotros lo vivimos con mucha incertidumbre por no saber qué iba a pasar con el partido, pero nada más. A nosotros no nos pasó nada, fueron pelotudeces las que se hablaron acá en Bahía. Eso de que estábamos en un hotel con extranjeros... Nosotros salimos el miércoles a la noche de Bahía, nos fuimos a jugar a San Luis (por el Federal A), que nos atendieron bárbaro, el viernes jugamos (ante Juventud Unida), después cenamos y viajamos a Buenos Aires. Llegamos el sábado al mediodía, estuvimos en un hotel que primero pensamos que estaba abierto solo para nosotros, porque no veíamos a nadie. El domingo o el lunes, recién nos cruzamos a unos turistas, pero nada más", contó el entrenador de Villa Mitre Carlos Mungo, ya desde la tranquilidad de su hogar y con el plantel licenciado hasta el lunes.

   Esta situación, de que la delegación del equipo bahiense se encontraba en un hotel con turistas, fue uno de los argumentos que utilizó el capitán de Independiente Silvio Romero, en su exposición ante un medio, explicando por qué creían que era altamente riesgoso jugar el partido.

   "Nosotros fuimos a jugar, el club y la dirigencia de Villa Mitre estaba totalmente de acuerdo con lo que decidiera la AFA. Es más, hasta último momento nos decían que se jugaba y nosotros estábamos dispuestos a hacerlo si se decidía eso. Ahora, cuando me preguntan la opinión personal, sacando el club, yo te digo que si vos vas a suspender el fútbol, como después pasó, me parecía ilógico que lo suspendas el miércoles, por un tema de salud y que el martes a la noche me hagas jugar. Además, este es un torneo que no tiene fechas estipuladas, se juega cuando los 2 equipos pueden, entonces jugarlo en este momento de crisis sanitaria me parecía fuera de lugar", opinó Mungo.

   "Pero en ningún momento -agregó- se planteó que no nosotros no jugábamos bajo ninguna circunstancia e Independiente tampoco, sólo fue a pedir que no se jugara. No es que dijeron no jugamos, ellos dieron su versión, que en cierto modo me pareció exagerada en cuanto a instalar que uno de los argumentos era que nosotros estábamos en un hotel rodeados de extranjeros. Me parece que eso no estuvo bien. Porque no era así y se instaló eso y nosotros empezamos a recibir mensajes de seres queridos que nos preguntaban si estábamos bien. Hay que tener en cuenta que del otro lado del jugador hay toda una familia. Nosotros no hicimos nada fuera de lugar".

   Esta situación, además, hizo que el hotel donde estaba Villa Mitre sacara un comunicado explicando que no tenía entre sus huéspedes extranjeros que vinieran de las zonas afectadas.

   "Es más, al ser una delegación tan grande, generalmente te dan un lugar sólo para vos. Porque, de por sí, las delegaciones no te las mandan con el grupo en general por un montón de cosas, por ejemplo, una boludez, en el desayuno hay tortas o cosas así que los jugadores no comen. El contacto que vos podés tener en el hotel con otro huésped, es el mismo que podés tener en Bahía caminando por el centro", ejemplificó Carlos.

El comunicado del hotel donde estaba Villa Mitre.

 

   Pese a los momentos de incertidumbre y la desprolijidad de la comunicación de la suspensión, Mungo fue comprensivo con lo que les tocó vivir.

   "Desde la organización nos atendieron de 10, todo espectacular. Cuando me dicen '¿No te parece todo muy agarrado de los pelos?' Yo pienso que la situación se dio así. Lamentablemente caímos en el medio de algo que se resolvió así, yo no le voy a echar la culpa a nadie. El país está pasando una crisis y no podemos pretender que se preocuparan primero por nosotros, cuando los problemas grandes están en otro lado. Nos pasó eso, pero yo no lo tomé como algo más. Nos tocó estar 3 días en Buenos Aires y no poder jugar, pero bueno, fue así... Hay que entender de la situación. Nosotros viajamos porque la posición del club era jugar, en ningún momento los jugadores de Villa Mitre dijeron 'nosotros no vamos a jugar bajo ningún punto de vista'. No, los llamaron los de Independiente, le plantearon que el fútbol se iba a parar y dentro de ese contexto, que el fútbol se paraba el miércoles, parecía fuera de lugar jugar el martes a la noche", dijo el entrenador.

   —Ayudo que sea Independiente el que ejercía "la presión", ¿no?

   —Obviamente, pero después también se paró un partido del ascenso. La realidad es esa, no es que Villa Mitre hizo fuerza para que no se jugara. Sólo acatamos lo que se decidió. Hay que agradecer la atención de la organización, que se hizo cargo de todo desde que salimos de San Luis. Estuvimos bien, no es que estuvimos a la deriva.

   —¿Te sorprendió lo rápido y mucho que se hicieron sentir los jugadores de Primera, incluso cuando todavía había clases y otros trabajos se realizaban con normalidad?

   —Me parece que en la situación que estamos? fue una buena medida. El fútbol no es un divertimento, es un trabajo. De última si te querés divertir, mirá Netflix en tu casa. Más con las noticias que están llegando desde Europa, con la cantidad de jugadores infectados que hay. 

   Desde su llegada el sábado al mediodía al hotel ubicado en San Telmo, hasta el tuit que envió la AFA cerca de las 22 del lunes, reglamentariamente Villa Mitre sabía que debía enfrentar por primera vez en su historia a uno de los 5 grandes del fútbol argentino.

   —¿Era complicado para vos preparar el partido en ese contexto?

   —El tema es que para el jugador era difícil estar metido. Nosotros, en el entrenamiento del lunes tratamos de meterle la cabeza en el partido, trabajamos un poco lo táctico y lo futbolístico. Por ahí, le metimos en la cabeza contra el rival que íbamos a jugar, la forma de juego que tiene. Pero se notaba que los jugadores estaban más metido en los anuncios oficiales que en el partido. Igual, obviamente, que si tocaba jugar, el jugador lo iba a hacer con las ganas de siempre, pero no era lo mismo... Son partidos históricos y es lindo jugarlo con gente, es algo que no se vive diariamente; ojalá que cuando nos toque hacerlo sea con publico. El fútbol, para mí, es con público, para eso está.

   En el mismo mensaje en que AFA hizo oficial la postergación del partido, llamativamente ya dejó fijada la fecha de reanudación: el 1 de abril, en cancha de Lanús. Algo, que a esta altura, parece poco probable.

   "Yo creo que no va a ser así, pero hasta que no haya algo oficial que me indique lo contrario, en mi cabeza tengo que tener que el primero de abril jugamos contra Independiente. El partido está para ese día y por más que todos hablen, el partido, por reglamento, hoy está programado para el primero de abril", cerró Mungo.

   Villa Mitre vivió algunas horas entre la incertidumbre y la chance de volver a escribir a un hecho histórico para la institución, aunque las condiciones no estaban dadas para que la pelota siguiera rodando. Ya era tiempo de cuidarnos entre todos.