Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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El 45% de los desocupados bahienses busca empleo desde hace más de un año

La cifra es del tercer trimestre de 2019, la última difundida por el INDEC. También es alta la precariedad e informalidad de los empleos, advierten desde el CREEBBA. 

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

    En un 2019 donde el mercado laboral local no tuvo el mejor de sus años, hay un dato que enciende las alertas: casi el 45 por ciento de los bahienses está buscando empleo desde hace más de un año, pero sin éxito. 

      Sobre alrededor de 11.108 conciudadanos sin trabajo en el aglomerado Bahía Blanca-General Cerri (BBC), cifra que representa alrededor del 8% de los trabajadores activos (no tienen empleo pero buscan uno o están ocupados), unos 4.995 se hallaban abocados a la pesquisa sin éxito desde hacia más de un año al tercer trimestre de 2019, según los últimos datos de la Base Usuaria de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que releva el INDEC. 

     Así, el desempleo de largo aliento afectaría al 45% del total de desocupados, una cifra elevada para los registros históricos locales. 

    En tanto, el 55% restante se dividió entre quienes revestían la condición de desempleado -que, conforme a convenciones internacionales, aplica solamente a quienes no tienen empleo pero buscan uno- desde hace menos de un mes hasta un máximo de doce. 

     "El desempleo prolongado o de largo plazo es aquel período en el cual las personas llevan buscando trabajo más de 1 año. En Bahía Blanca, en 2019 unos 5 mil individuos en edad de trabajar se encontraba en esta situación". 

     "La cifra es similar a la de 2004, cuando aún no se había salido plenamente de la crisis de 2001-2002 (con los datos disponibles, el pico ocurrió en 2003, cuando cerca de 8 mil personas desocupadas buscaron trabajo durante más de un año)". 

     "En Bahía Blanca, esta cifra nunca fue particularmente despreciable; en el mejor año (2010) unas 2 mil personas se encontraba en esta situación". 

     "Lo que llama la atención es que desde 2018 la proporción de desempleados que buscan trabajo durante más de 1 año viene creciendo y en 2019 son casi la mitad y se encuentra en un pico histórico", advirtió la doctora Valentina Viego, docente de la UNS. 

     Las cifras oficiales advierten inclusive que en BBC una proporción alta ocurrió en 2008, probablemente por los coletazos en el mercado local de la crisis mundial y de las desavenencias entre el gobierno y el sector agropecuario -la recordada "crisis de la 125"-

     "Pero entonces ello no implicó un grupo tan abultado de desocupados de larga data como ocurrió en 2019; en 2008 la tasa de desocupación de largo plazó trepó a 42% pero abarcó a unas 3.500 personas ya que la desocupación local era relativamente baja (cercana al 6%)", explicó la profesional.

     Radiografía 

     Pero ¿quiénes son los que hoy llevan más de un año buscando trabajo? 

     A diferencia de lo que suele ocurrir a nivel nacional, donde este grupo se compone mayormente de jóvenes que nunca trabajaron (y, por ende, tienen más dificultades para conseguir trabajo por su falta de experiencia) y de personas mayores de 50 que perdieron su empleo y tienen problemas para insertarse en otro por su edad, en Bahía Blanca, un tercio del desempleo prolongado está conformado por personas de entre 31 y 50 años (conocida como prime age en el mercado laboral).

     "Además, no se trata mayormente de personas que carecen de experiencia laboral; sólo 11% no trabajo nunca, 24% trabajó alguna vez y 65% incluso hizo changas mientras buscaba trabajo en el último año".

     "Otro rasgo notable es que del total de 5 mil personas en situación de desempleo prolongado, más de 25% tiene estudios universitarios completos y no se trata de recientes graduados; unas 1.000 personas (20% del desempleo de larga duración) que llevan buscando trabajo hace más de un año tienen estudios superiores completos y tienen más de 30 años. Esto marca una dificultad del mercado laboral local para insertar a profesionales", ahondó Viego. 

Otros problemas

     Pero el desempleo extralargo no es el único síntoma de los problemas que aquejan al mercado de trabajo de BBC. El otro es la informalidad. 

     Es que de acuerdo con el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA), en la primera mitad de 2019, la tasa de empleo no registrado o informalidad ascendió al 29% (unas 28.900 personas), mientras que la de precariedad laboral se ubicó en 36% (49.200 personas aproximadamente). 

     Vale aclarar que por empleo no registrado se entiende el que no cuenta con alguno de los siguientes derechos laborales: indemnización por despido, vacaciones, aguinaldo, aportes jubilatorios, seguro de trabajo y obra social. 

     Por su lado, empleo precario es un concepto más amplio con relación al de empleo informal, y comprende, además de los trabajadores no registrados, a aquellos con trabajo inestable o de finalización acordada, trabajadores independientes que no realizan aportes, trabajadores independientes subocupados demandantes, trabajadores sin salario, y ocupados menores de 18 años. 

   “Cabe destacar que, si bien Bahía Blanca se encuentra en mejores condiciones en términos relativos respecto de la región y del total nacional (donde la informalidad es del 36% y la precariedad del 42%), estas cifras representan valores elevados en términos absolutos y reflejan la delicada situación del empleo en la ciudad”, alertan desde el CREEBBA. 

    "Mazazo" salarial

     Del lado de los ingresos de los asalariados bahienses, las cosas no fueron mejores. 

     En el año que se fue, el salario volvió a perder terreno respecto de la inflación (un 7%),  consolidando su segundo año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo, ya que en 2018 había sido del 9%. 

    Así y en contraposición a lo que se esperaba fuera un año de recuperación del poder de compra, a partir de distintas cláusulas incorporadas en algunas negociaciones paritarias como mecanismo de ajuste frente a intempestivos incrementos de precios, el salario real se retrajo nuevamente en 2019, aunque en menor proporción que el año anterior, explican desde el Centro de Estudios bahiense. 

    Pese a ello, el acortamiento de los plazos de revisión de las remuneraciones, la indexación en algunos casos de las variaciones salariales a distintos índices de inflación, el otorgamiento de sumas fijas en concepto de bonos a cuenta de futuros aumentos, entre otros, no pudieron contener en su totalidad el efecto de los sostenidos incrementos de precios que encarecieron el costo de vida durante 2019, algo que no debería sorprender en un año donde la inflación local superó el 50% interanual. 

     Los meses de mayor caída del poder adquisitivo del salario fueron noviembre (-3%) agosto (-3%), octubre (-2%) y diciembre (-2%), fuertemente influidos por el traspaso a precios del vertiginoso incremento del tipo de cambio ocurrido durante el mes de agosto, destacaron para finalizar.