Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Violó y mató a golpes a su hijo de 4 años y quiere salir: se lo rechazan

Luis Valenzuela Concha, condenado por uno de los hechos más aberrantes de la historia judicial local, tendrá que continuar en la cárcel.

 

   La mañana del 10 de mayo de 2002, todos los bahienses nos conmovimos por el ingreso, en el Hospital Penna, de un niño de 4 años que aparentemente se había caído de una cama cucheta y presentaba heridas graves.

   Desde la precaria vivienda de Pablo Lejarraga 2050, el propio padre había trasladado al chico en sus brazos hasta el cercano sanatorio provincial.

   Sin embargo, la conmoción trocó en horror rápidamente. Los médicos determinaron que las heridas que presentaba Luis Alejandro Reyes no eran compatibles con lo que decía su padre, Luis Eduardo Valenzuela Concha.

   Entró con "muerte cerebral" y tenía entre 20 y 25 hematomas en distintas partes del cuerpo. Lo peor: descubrieron que presentaba lesiones por violación.

   La situación del padre se complicó, al punto que quedó detenido. En la casa se secuestraron prendas de vestir con sangre y varios testimonios de vecinos dieron cuenta de los gritos del niño y encontraron resistencia de Valenzuela cuando acudieron a la emergencia.

   Además, la madre del chico, Lilian Reyes, confirmó que esa mañana, cuando se retiró a trabajar, su hijo no tenía lesiones y su relato coincidió con el de una docente del Jardín de Infantes Nº 929, al que concurría Luis, quien afirmó que hasta el día anterior el chico estaba sano.

   Los peritos concluyeron que el homicida presentaba rasgos psicopáticos, sin conciencia de culpa y que "la angustia y dolor que presenta es por la pérdida de la libertad, no existiendo conmoción afectiva por el hijo fallecido". También concluyeron que actuó "con dolo de matar" al chico.

   Casi dos años después, el Tribunal en lo Criminal Nº 1 de Bahía Blanca le impuso a Valenzuela la pena más alta de la escala judicial: reclusión perpetua más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado. 

   Esa sanción fue confirmada, en 2011, por el Tribunal de Casación con asiento en La Plata.

Lleva casi 20 años

   El hombre, hoy de 38 años de edad, lleva 18 preso y ahora pretende lograr el beneficio de las salidas transitorias, a modo de recompensa por el tiempo que lleva y su conducta.

   El juez de Ejecución Penal Nº 1, Claudio Brun, le había negado cualquier beneficio a Valenzuela y ahora la Cámara Penal ratificó esa posición.

   La Sala I, con los votos de los jueces Guillermo Giambelluca y Gustavo Barbieri, rechazó un planteo de la auxiliar de la Defensoría Oficial, Luciana Juricich.

   La abogada argumentaba que el artículo 100 de la ley 12.256, de ejecución penal de la provincia de Buenos Aires, es inconstitucional, desde el momento que no autoriza el ingreso al régimen abierto y las salidas transitorias a condenados por hechos como el que cometió el detenido.

   Citó, en ese sentido, fallos de Casación que admiten que ese apartado legal "violenta el principio de resocialización" que debe caracterizar al régimen de cumplimiento de la pena y que deja de lado la evolución personal y el esfuerzo demostrado por el condenado en este tiempo.

"Remedio extremo"

   Sin embargo, para los camaristas dicho artículo no es inconstitucional.

   "Es que la ley provincial -artículo 41 bis de la ley 12.256- veda la posibilidad de acceder al estímulo denominado "recompensa" a aquellos condenados por delitos graves que se enumeran en el artículo 100, por lo que habré de expedirme respecto a la constitucionalidad de esta norma, tema que fuera el motivo exclusivo del agravio", explicó Giambelluca.

   Dijo que en otras causas ha explicado que "la declaración de inconstitucionalidad es un remedio extremo" que solo se debe aplicar de manera excepcional y a partir de que la situación sea "manifiesta, clara e indudable" y que pueda desequilibrar el sistema constitucional de los tres poderes.

   Así también lo han sostenido las Cortes Supremas de la Provincia y la Nación.

   "Nada de ello ocurre en el caso en estudio, dado que no se violenta principio constitucional alguno con una mera norma en la que entran en juego -para una sana discreción del legislador- razones de política criminal y, por ende, excede el ámbito del examen", remarcó el juez a partir de un fallo superior.

   Valenzuela, según las estimaciones de algunos operadores judiciales, estaría recién en condicines de obtener algún beneficio excarcelatorio dentro de unos 12 años.

"Los invito a que relean el informe autopsial"

   Para los magistrados que tomaron intervención en el fallo de origen, el 4 de mayo de 2004, el caso que terminó con la condena de Luis Eduardo Valenzuela Concha fue uno de los más aberrantes que se cometieron en el ámbito del Departamento Judicial Bahía Blanca.

   Se trata de los exjueces Mario Lindor Burgos, Enrique José Montironi y Hugo Alberto De Rosa, quienes adhirieron en todo al pedido que había hecho el entonces fiscal de juicio, Emilio José Marra.

   De hecho, en la extensa resolución, el juez Montironi le dedicó un párrafo especial a aquellos operadores más identificados con el denominado garantismo que, según creía, iban a reaccionar por la dureza de la condena.

   "Se escucharán voces alarmadas de opinólogos mediáticos sobre la inconveniencia de la aplicación de penas extensas en el tiempo, que no permitan la redención y readaptación... A ellos invito a que relean el informe autopsial practicado en el cuerpo del menor de 4 años, como así también que observen las diversas placas digitalizadas tomadas al cadáver del niño y luego, sí, escucho atentamente su parecer y propuestas".