Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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Las guarderías caninas, una opción que crece en Bahía Blanca

Pese a la crisis, muchos bahienses escogen dejar a sus mascotas en lugares seguros cuando salen de vacaciones.

Fotos: Jano Rueda-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]

   Para quienes tienen mascotas, programar vacaciones sin ellas se torna una tarea difícil, y aún más en tiempos de bolsillos flacos.

   Como se puede comprobar fácilmente, las opciones de guarderías caninas abundan en la web y son de fácil contacto a través de las redes sociales.

   Sin embargo, cada una se distingue por la capacidad de su personal, la extensión del predio, los servicios que brinda y hasta la atención veterinaria en caso de necesidad.

   En un sondeo por distintos establecimientos de la ciudad que se dedican a contener mascotas, se pudo comprobar que, por la crisis reinante, la estadía de los animales se redujo considerablemente y promedia en este verano los 7 días, cuando en otros años podía llegar al mes completo.

   Los precios varían según la cantidad de días y los servicios que brindan los lugares, aunque van desde los 400 hasta los 800 pesos cada 24 horas (en muchas casos se diferencia entre las razas chicas y grandes) y no incluye la alimentación.

   Para ingresar, algunas solicitan que los dueños lleven la libreta de vacunas para comprobar que tienen colocadas las dosis de la quíntuple y antirrábica, estén desparasitados y cuenten con el collar antipulgas y garrapatas.

   “Lo hacemos para evitar contagios y propagación de enfermedades”, comentó la propietaria de una guardería ubicada en el barrio Los Chañares.

   Otras, sólo exigen que el animal tenga un carácter sociable.

   “Al venir de un hogar, damos por descontado que el perro está en aceptables condiciones sanitarias”, explicaron desde otra ubicada en Aldea Romana.

   Todos admiten que diciembre, enero y febrero son los meses más fuertes de trabajo, aunque el impacto de la crisis se sintió mucho.

   "El promedio de permanencia es de una semana. Ya son pocos los que dejan sus animales por 15 o más días, excepto aquellos que tienen viajes largos programados en el exterior", coincidieron.

   Para comprobar la adaptación, algunas sugieren una visita previa.

   "Eso permite que el propietario conozca el lugar donde estará su mascota y a nosotros evaluar el comportamiento del animal, porque es de suma importancia que sepa convivir con otros perros, ya que van a estar todos juntos durante la estadía", señalaron.

   Esta opción tomó tanta competitividad que varias ya ofrecen rutinas diarias para los animales.

   "A la mañana los hacemos jugar en el patio, con diversos recursos que incorporamos. Entre el mediodía y las 5 de la tarde, los ubicamos bajo techo, para que se cubran del sol y las altas temperaturas y también para que los vecinos puedan descansar. A la tardecita los sacamos a pasear por tandas por el Paseo de los Esculturas y a alrededor de las 20 es el horario de la comida", dijo la propietaria de una ubicada en el barrio Universitario.

   Hay varios establecimientos que cuentan lugares semicerrados, donde cada animal tiene su espacio propio, ya que se tiende a evitar los encierros.

   "Nosotros adaptamos nuestra casa. Tenemos capacidad para 20 perros, y con un patio grande, de casi 50 metros, para que puedan moverse. No tenemos ni caniles ni jaulas, por eso es imprescindible que el animal sea manso y sociable", dijo Graciela, quien ofrece servicio de guardería y peluquería en el barrio San Cayetano.

   "En mi caso, todas las puertas de la casa están abiertas. Los perros circulan libremente. Incluso, los de razas pequeñas que están acostumbrados a dormir en la cama con sus dueños, vienen a la nuestra. La idea es que ellos no sientan ese desarraigo que se produce por la ausencia de sus seres queridos", amplió.

   Según señalan, varios ex clientes decidieron este año dejar a los animales en casas de familiares.

   "No se recomienda hacer eso, porque en las guarderías intentamos que los perros mantengan sus costumbres y los contenemos para que no extrañen. Por ejemplo, hay perros que están acostumbrados a hacer sus necesidades fuera del hogar, por lo que hay rutinas que se deben respetar. En estos meses de calor también es muy importante mojarlos y mantenerlos hidratados. Son cosas que si los dejan en casas ajenas, es probable que no le presten atención".

   Las razas son otro tema. Mientras algunas evitan las grandes, otras dividen las zonas para evitar riesgos.

   "Yo no tomo animales grandes, pero más que nada porque no tengo fuerza para controlarlos", dijo la dueña del establecimiento “casero” en el barrio Noroeste.

   “Nosotros tenemos dividido el espacio con una reja. De un lado van los grandes y del otro, los medianos y pequeños. No es por si se pelean, sino porque los grandes son mas torpes en sus movimientos y pueden lastimar a los más chicos aunque estén jugando. Eso sí, no acepto a las razas peligrosas por más que los dueños me juren que es manso", dijo Graciela.

   La mayoría exigen que los dueños aporten el alimento que el perro consume habitualmente.

   "No es para evitar un costo extra, sino para prevenir problemas estomacales. Los cambios abruptos de alimentos les pueden producir descomposturas. También nos deben informar si toman medicamentos y en qué horarios".

   Algunas optan por darles el alimento una vez al día, mientras que otras prefieren ofrecerles la misma ración, pero dividida en tres momentos distintos para mantenerlos tranquilos.

   Muchas veces, los animales desencadenan lesiones de piel o problemas digestivos, a causa del estrés producido por el alejamiento familiar.

   Muchos de ellos no tienen consuelo, lloran, aúllan al sentirse solos y alejados de sus dueños.

   “Yo armé la guardería en mi propia casa, por lo que estoy las 24 horas para atenderlos, porque es normal que en algún momento ladren o lloren”, amplió Graciela.

   Por ello, es recomendable asesorarse sobre los servicios que cuenta la guardería. Por ejemplo, no todas cuentan con el asesoramiento de veterinarios.