Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Pena en suspenso a un camionero que chocó y destruyó a una familia

Cristian Llanos recibió 3 años de prisión de ejecución condicional. A fines de 2015, cerca de Médanos, se cruzó de carril y provocó la muerte de 5 personas.

   El 30 de diciembre de 2015, como todos los días, Cristian Enrique Llanos (31) había salido a trabajar en el reparto de carne, en nuestra ciudad y Médanos, a bordo de un camión de la empresa Facicar.

   A la vuelta de Villarino, sobre las 13, su compañero, el chofer Héctor Beramendi, le dijo que estaba cansado y le preguntó si podía manejar. Él aceptó.

   En el kilómetro 720,5 de la ruta nacional 22 se distrajo mientras Beramendi dormía y el camión, un Tata 609 con caja térmica, se cruzó imprevistamente de carril y embistió de frente a un auto Ford Focus que se movilizaba en sentido contrario.

   El impacto fue tan violento que casi toda la familia -oriunda de Bernal y que viajaba hacia Trelew para festejar el Año Nuevo- falleció.

   Pablo Roel, el conductor del Focus; su mujer, Sandra Giménez; Mateo (15); el hijo de ambos, e Inés Sciancalepore, la madre de Pablo y abuela del chico, perdieron la vida en el acto.

   El único que sobrevivió fue el otro hijo del matrimonio, Juan, por entonces de 9 años y que viajaba en el medio del asiento trasero. Sin embargo sufrió heridas graves.

Su compañero también murió

   Otro que resultó con gravísimas lesiones fue Beramendi, quien falleció en mayo del año siguiente, con lo cual fueron 5 las víctimas fatales del hecho.

   Ahora el juez en lo Correccional José Luis Ares condenó a Llanos por el hecho.

   Le impuso 3 años de prisión en suspenso -no irá a la cárcel-, 9 años de inhabilitación para conducir y 2 de control por parte del Patronato de Liberados.

   El fallo se dio luego de un juicio abreviado acordado por el fiscal Rodolfo De Lucía, la defensora particular María Belén Otharán y el acusado.

   Inés Laura Roel, abogada y tutora del menor sobreviviente, aceptó el acuerdo pese a que el chico, según le planteó, pretendía el máximo de la escala penal para Llanos.

Se quedó mirando como dormía

   En la indagatoria, Llanos reconoció su imprudencia en el manejo.

   Dijo que Beramendi se había dormido y en un momento él -que también tenía carnet para conducir camiones- se lo quedó mirando y se distrajo.

   En esas circunstancias observó que el camión se le iba para el carril opuesto y cuando trató de acomodarlo escuchó el ruido de la frenada del auto y la inmediata colisión.

   Ninguno de los dos transportistas venía con el cinturón de seguridad colocado.

   Llanos confirmó que ese día salieron a trabajar a las 6, que hicieron el reparto en Bahía y luego continuaron hacia Médanos y que generalmente no paraban a descansar ni almorzar. Solo tomaban unos mates al paso en algunas carnicerías.

   La pericia accidentológica confirmó que el choque se produjo en el carril del auto y que el camión circulaba a no menos de 68 kilómetros por hora.

La última imagen de sus padres

   Juan Roal también declaró en el juicio y confirmó la mecánica del hecho.

   “Me acuerdo que era un día lindo, soleado, yo venía despierto, mirando el camino, cuando en un momento dado escucho que el auto empieza a frenar y veo que se viene encima algo blanco, de frente, del lado izquierdo, se le viene encima al auto”, declaró.

   La última imagen de recuerdo antes del impacto es ver a “mis padres cuando ponían las manos como en posición defensiva”.

   “Todo esto pasó en un instante. Después me acuerdo que vino una persona que creo que era bombero y me empezó a hablar y me preguntó el nombre y mi apellido y me tranquilizó y me dijo que ahora me venían a sacar”, agregó.

   Juan sufrió múltiples operaciones abdominales, faciales y de extremidades y tuvo que dejar de jugar al fútbol, su pasión.

   Ares aceptó el acuerdo de pena al entender que la conducta de Llanos fue “imprudente” y que “transgredió normas de tránsito y violó deber objetivo de cuidado y prevención”.