Virgen Stella Maris, 82 años como patrona de los navegantes
Los marinos de la Armada, la Prefectura y la Mercante encuentran en su figura un símbolo de protección y guía en altamar. Hoy habrá una procesión y misa en la Base Naval Puerto Belgrano.
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La virgen Stella Maris es símbolo de protección para los marinos, tanto los que revistan en la Armada como en la Prefectura Naval y la Mercante. Es por eso que desde hace 82 años, cada 18 de agosto, se celebra a la patrona de los mares en la Base Naval Puerto Belgrano.
“Desde la antigüedad, se suele asociar a la virgen María con la estrella del mar. Ya en la Biblia aparece referenciada como guía y señal de esperanza —explica el capellán de la parroquia Stella Maris de Puerto Belgrano, Luis María Berthoud—. De ahí que los marinos se encomienden a la virgen en cada navegación.”
La fiesta patronal será hoy, cuando a las 11 comience la tradicional procesión religiosa por las calles de la base, desde el Hospital Naval Puerto Belgrano hasta la parroquia. Al llegar al templo, se oficiará una misa. Además, se prevé realizar otro oficio religioso el próximo miércoles 21 a las 10, con presencia de autoridades.
“En el cielo, siempre una estrella se destaca y cautiva nuestra atención. En el medio de la noche más oscura, se siente una inmensa paz al ver en el horizonte el parpadeo de una luz. En el mundo de la fe, esa estrella que da sosiego y tranquilidad al marino es la virgen María”, agrega Berthoud.
La devoción por esta virgen estaba tan difundida en el ámbito naval que el 18 de agosto de 1937 el entonces presidente Agustín P. Justo firmó un decreto por el cual se aprobaba su designación como patrona de la Armada y de los navegantes. Según el texto del decreto, “la advocación de Nuestra Señora Stella Maris tiene singular significado para los hombres de mar y su culto es particular y profundamente grato al personal”.
Hoy se puede ver la imagen de Stella Maris entronizada en todos los buques y destinos de la fuerza, Prefectura y Marina Mercante.
“Esta celebración es una invitación para que busquemos rumbo a puerto seguro amarrando en el divino corazón de Jesús, a través de María”, finalizó el párroco de la iglesia Stella Maris.
Un pedazo de Europa
Los marinos de hoy no han perdido su profunda devoción por la virgen Stella Maris, que encuentra su máxima expresión en la parroquia que lleva su nombre en Puerto Belgrano.
Además, la parroquia se perfila como un emblema arquitectónico de la zona, ya sea por su estilo gótico refinado, su torre de 42 metros de altura o por la calidad de sus vitrales encargados a una factoría de Innsbruck (Austria), en 1935. Completan su esplendor la imagen de Stella Maris tallada en madera por el escultor tirolés radicado en Argentina, Leo Moroder, y el órgano de tubos de principios del siglo pasado, de la casa Rieger (Alemania), pieza única en la región.
“Desde lejos, entre la arboleda, parece un pedazo de Europa clavado en el desierto”, se dijo una vez.
Entre los vitrales, se destaca el conjunto central sobre el altar, con la virgen Stella Maris y la fragata “Presidente Sarmiento” navegando a su lado.
La parroquia comenzó a construirse en 1928. Confiada al ingeniero Ernesto Pfretschener, la obra tardó 9 años en terminarse, y el 7 de noviembre de 1937 quedó inaugurada con una misa que contó con las voces del coro del Teatro Colón de Buenos Aires. Vinieron el presidente Justo y el gobernador Manuel Fresco. Esa primera homilía, a cargo de monseñor Dionisio Napal, se transmitió en cadena nacional por las radios de toda la Argentina.
(Foto: Archivo-La Nueva.)