Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El misterio y la impotencia continúan rodeando el caso de Andrea Esnaola

A casi 4 años de la desaparición de la mujer en Pehuen Co, su amiga Marcela Pintado asegura que esta situación de incertidumbre “no se la deseo a nadie”.

La mujer desapareció a mediados de 2015, luego de salir de la escuela en la que cumplía funciones. Desde ese momento no se tuvieron novedades de su paradero. (Fotos: Archivo-La Nueva.)

Por Claudio Rodríguez Kiser / crodriguez@lanueva.com

   “Era especial y muy buena persona, conmigo era incondicional, como con todos sus compañeros. Era de pocas amigas, pero buenas. No era de ir al choque, muy querida por todos. Muchas veces me comentaba cosas internas, aunque siempre estaba para todo el mundo, y no todo el mundo estuvo para ella. En la calle andaba siempre con cara de enojada, pero si te abría su amistad era alguien excelente y sin maldad”.
   Así recuerda Marcela Pintado a Andrea Esnaola, quien hace casi 4 años desapareció en Pehuen Co y hasta el día de hoy es un misterio su paradero.
   La mujer fue vista por última vez el 15 de julio de 2015, minutos después de las 17, cuando se retiró de la Escuela de Educación Técnica Nº 1, donde se desempeñaba como auxiliar.
   Marcela, quien el día de la desaparición almorzó con su amiga, se reprocha no haberla indagado un poco más.
   “Siempre me echo en cara por qué no fui más profunda con ella, pero llegaba hasta donde me dejaba. Si le pasaba algo, me critico no haberla indagado más. Pero trataba de no invadirla. Ese día habíamos comido juntas y hasta me acuerdo de habernos reído por una situación ocurrida en la cocina. Fue todo normal, y eso es lo que más me sorprende, si es que ella estaba tan mal o le pasaba algo”, sostuvo la mujer, quien está radicada en Neuquén.
   El viernes 10 de mayo Andrea cumplió 51 años y para Marcela “fue bastante feo, porque te salen los recuerdos en las redes sociales. Van pasando los años y no pasa nada. Esta situación de no saber nada no se la deseo a nadie”.
   “Por no ser familiar no he tenido acceso a la causa y con la familia tampoco tengo comunicación. Con la última persona que pude tenerla fue con la madre del marido (Gustavo Martínez Ipucha). Ella me escuchó hablar por la radio y siempre me agradece. Después, lamentablemente, a uno le da bronca, porque la mirás de afuera y nunca se sabe nada, y te sentís impotente que todo quede ahí. Seguramente no se investiga más nada”, agregó.


   De la misma forma, afirmó que es “impresionante la cantidad de desaparecidos que hay”.
   “Después de que ocurrió lo de Andrea me agregaron a muchos grupos y es infernal la gente que desaparece, de cualquier edad y situación económica. Antes esto no se sabía y hoy no se puede creer. Y muchos, como el caso de Andrea, que no se sabe más nada”.
   Las hipótesis son muchas. Y pocas las certezas.
   “Estoy a foja cero, porque todo esto fue tan confuso que las pocas cosas que fueron surgiendo nos confundieron más. Si yo tuviera una teoría que me convenciera me la quedaría, pero ni siquiera eso”.
   “Primero pienso 'capaz que se fue sola' y no le reprocharía nada si algún día aparece, porque sé la clase de persona que es, y si lo hizo por algo fue. Para mí está justificada. O que alguien se la llevó o  ayudó a irse, porque en el horario en que se fue no usaron colectivos o remises. Después pensás muchas otras cosas, como la del mar, aunque sabés que no es así”, concluyó.

Las falencias detectadas en los rastrillajes

   La búsqueda de Andrea finalizó apenas 18 días después de su desaparición.
   “Quizás no tenía sentido seguir haciendo los rastrillajes, porque se habían terminado los protocolos de búsqueda, aunque no fueron buenos, porque yo misma los observé y se los dije. No sé por qué motivo externo se dejó de buscar”, señaló Marcela.
   Siguió diciendo que “en casa estuvieron, pero no revisaron nada, porque quizás yo no era sospechosa, pero por entonces todos lo tendríamos que haber sido. Cuando salíamos con los bomberos y la gente de Pehuen Co tratábamos de levantar hasta las tapas de los pozos ciegos, pero el pueblo está lleno. Tampoco en los médanos se hizo algo bueno, porque el arma la encontró el perro de un señor particular cuando Gustavo se disparó (intento de suicidio posterior). No estamos preparados como país para esto”.

“Se ninguneó demasiado la situación” 

   Al poco tiempo de la desaparición, Marcela se mudó a Neuquén. “Fue por temas personales, aunque eso fue el empujón que necesitaba. No podía ir más a la escuela, porque me hacía mal”, explicó.
   La amiga de Andrea está convencida de que tanto la Escuela Técnica de Pehuen Co, como el Consejo Escolar de Punta Alta "se portaron muy mal con ella", porque hemos hechos marchas y no han ido, no han puesto fotos de ella, e incluso decían que cuando se le terminara la licencia se le iba a pasar. Se ninguneó demasiado la situación”.
   También fue dura con la actitud de algunos vecinos de Pehuen Co. “La gente es muy hipócrita en todos los rubros y ámbitos. A mí me dolió mucho Pehuen Co, porque si bien hubo mucha gente que nos acompañó, a otros solo les importaba la plata de la temporada. Ellos no ayudaron en nada y son los que podían hacerlo”.
   Marcela hoy no tiene contacto con la familia de su amiga y contó que pudo conversar con el marido hace aproximadamente un año. “Si bien hablamos de temas variados, no sé qué estará haciendo, aunque en una oportunidad me contó que había estado en Bariloche, que fue donde se casaron con Andrea. Recorrió todos los puntos donde había estado con ella. Después no tuve mucha más comunicación”.