Ganó medalla de Bronce, pero es Oro en esfuerzo y dedicación
Federico Iglesias tiene limitación visual, no cuenta con raqueta ni tiene entrenador. Pero jugó el 1º torneo Nacional de tenis de Viedma e hizo podio.
(Nota de la edición impresa)
El tenis es un mundo nuevo para Federico Iglesias, pero un mundo con el que se familiarizó pronto: el último fin de semana ganó la medalla de bronce en el 1º torneo Nacional de tenis para ciegos y disminuidos visuales.
Este bahiense, de 20 años, tiene fotofobia y nistagmus (movimiento involuntario y repetitivo de la pupila), aunque no han sido impedimentos para jugar al fútbol con Las Águilas, practicar atletismo, natación y, recientemente, karate. Al margen de sus ocupaciones particulares como la carrera de Ingeniería Electrónica en la UTN y su trabajo de reparador de PC.
“Hace 3 años jugaba al fútbol con una ONG, Las Águilas. Pero ese deporte no me llamaba tanto la atención porque soy de jugar deportes individuales, no son mi fuerte. Por eso cuando llegó el tenis para ciegos al país, hace tres años aproximadamente, me dieron la oportunidad en Las Águilas. Y era lo que estaba buscando, aunque nunca había tocado una raqueta en mi vida”, reconoció Federico, quien ganó 6-3 el partido por el Bronce.
“Probé y me enamoré de este deporte. Esto es lo mío. Empecé a entrenar y a entrenar. Pero no más que eso porque el deporte era muy nuevo y no se organizaban torneos”, explicó.
Acostumbrado a resolver obstáculos -pedir prestada una raqueta, pagar la inscripción y el traslado entre otros-, Federico también tuvo que revisar cómo seguir una vez que se quedó sin entrenador.
“Desde diciembre del año pasado que estoy sin profesor. El que tenía le puso mucha voluntad para enseñarme, pero acá ya no quedan especialistas en tenis para ciegos. No puede ser cualquiera. El profesor de tenis convencional tiene que hacer un curso de tenis adaptado para adecuarse al reglamento. Es quien me da las técnicas que necesito para manejar la raqueta y moverme bien dentro de la cancha. El resto es práctica”, expresó.
“Por suerte, después del torneo, los organizadores me ofrecieron participar en Viedma de concentraciones cada 15 días, de forma gratuita, para entrenar y seguir mejorando”, agregó.
Con ese horizonte esta vez no tardó en decidir. Y en octubre irá por el 2º Nacional, en Bariloche.
"Me da impulso"
Más allá de la medalla de Bronce, mayor valor adquirió el otro reconocimiento que le entregaron Federico Iglesias en el torneo Nacional: al esfuerzo y a la dedicación.
“Me da nuevo impulso para mejorar. Saber que con el poco entrenamiento que tuve fui rival para personas experimentadas, da confianza. Estoy en campaña para conseguir un profesor, lugar para entrenar y raqueta”, afirmó.
¿Cómo pegarle a la pelota?
Para competir en estos torneos de la Asociación Argentina de Tenis para ciegos es necesario contar con el certificado de discapacidad. Federico posee grado B2.
“Yo integro la categoría B2 en el grado de disminución visual, un nivel intermedio. Los B1 son ciegos y B3 los de menor impedimento. Para la fotofobia uso unos lentes especiales. El nistagmus me impide focalizar", afirmó.
“Para pegarle a la pelota, depende de cómo te la tira el rival. Si le pega con el borde de la raqueta, la pelota va girando en el aire y emite un zumbido que uno percibe y le permite ir a esperarla hacia donde va. Pero cuando te la devuelven pegándole en seco, la pelota no gira y te das cuenta solamente cuando pica. Con lo cual hay que estar más atento por el lugar donde pueda picar", explicó.
“Nosotros siempre dejamos que la pelota pique para tener la referencia. Pero es muy difícil darle en el aire, habría que tener el oído muy desarrollado. Está reglamentado que los B1 se permiten 3 piques, los B2 dos”
En cuanto a la raqueta en los torneos para no videntes se utiliza una junior -de escuelita-, mientras que la pelota es diferente.
"Es una pelota de ping pong rellena de balines y recubierta de una goma espuma", explicó.
La importancia de Elena y Víctor
Por no haber podido entrenar con un profesor, Federico creyó que estaba fuera de ritmo y no quiso anotarse en el Nacional de Viedma.
La responsable del cambio de opinión fue su compañera de tenis Elena Ávalos, la campeona nacional de karate (cinturón violeta, número 1 en el país), designada Deportista Destacada de nuestra ciudad por el Concejo Deliberante y Revelación de la Noche del Deporte bahiense 2016.
“Estaba a punto de decirle que `no´ porque era consciente de que no había entrenado lo suficiente para un torneo de ese nivel. Pero ella y Víctor me convencieron y me llevaron a Viedma en su auto”, contó Inglesias, en referencia también a Víctor Bencivengo, marido de Elena y quien les da impulso y apoyo a ambos ya que la mujer es no vidente (por una lesión, no pudo participar del torneo).
“Acá en Bahía no tuve ningún tipo de apoyo. Por suerte me surgieron estos amigos que son de fierro. Con el tema de los profesores, el dinero y demás tuve que gestionar todo yo, fue difícil. También agradezco mucho a Caco, el dueño de la cancha de pádel de Tarapacá y Nueva Provincia (NdR: Villa Rosas), donde entrenamos una vez por semana con Elena”, concluyó.