Dorrego: mostraron su arte en Brasil y hoy tienen una Escuela de Música
Los dorreguenses Marcelo “Panky” Sanz y María Luz Blanco recorrieron la costa durante un año en 2015, con su dúo Azules Luces. A su regreso canalizaron la experiencia creando El Firulete, un espacio para alumnos a partir de los 6 años.
Anahí González
[email protected]
Al regreso de una aventura de un año por Brasil, donde mostraron sus canciones a través de Azules Luces, los músicos dorreguenses Marcelo "Panky" Sanz y María Luz Blanco -casados desde 2013- tomaron una decisión que tuvo y tiene gran impacto en la comunidad: crearon una Escuelita de Música.
“Viajar te abre bastante la cabeza en todos los aspectos y por supuesto, en lo musical, te enriquece mucho”, dijo Panky, apodo que se ganó por su inclinación al punk desde edad temprana aunque hoy no se encasilla en ningún género.
“Intentar trasmitir la música conociendo la diversidad y valorándola es muy importante a la hora de ejercer la docencia”, agregó.
Marcelo Sanz y María Luz Blanco.
El Firulete abrió sus puertas en 2016 y desde entonces ha ido creciendo como espacio cultural y pulmón artístico de la localidad.
Allí concurren alumnos de todas las edades, a partir de los 6 años, con ansias de aprender a tocar la guitarra, el piano, el bajo, la batería, el acordeón, el teclado y el ukelele, y otros instrumentos.
Una muestra de los niños que concurren a El Firulete.
“Luego de vivir muchos años en Buenos Aires y la Plata y de pasar por diferentes trabajos y algunos viajes, decidimos con mi compañera Luz volver a Dorrego y abrir la Escuelita de Música El Firulete”, contó Panky.
“Fue y es tal la determinación con la que iniciamos este proyecto que pudimos plasmarla y mantenerla hasta hoy”, destacó.
Para Dorrego fue muy importante contar con un lugar en el que los niños puedan desarrollar las inquietudes musicales porque si bien existen en la localidad algunos profes particulares El Firulete es un espacio distinto.
“Al priorizar el ensamble y el trabajo en banda los alumnos se sienten en un ambiente de amistad y compañerismo, tan esencial como la técnica, para luego desenvolverse como músicos”, dijo.
Este año la Escuelita anexó un estudio de grabación y La Cigarra Casa Taller, un emprendimiento de María Luz Blanco, en el cual se dictan talleres artísticos y culturales y se realizan eventos musicales.
Los niños aprenden a ejecutar instrumentos y a hacer ensambles.
“Tanto El Firulete como la Cigarra son espacios con las características de los lugares a los cuales nos gusta concurrir y dado que aquí no hay otros espacios similares resolvimos generarlos nosotros”, destacó.
“Dorrego es, en general, un pueblo conservador por lo cual nos parece muy importante y urgente, mas que nada en esta etapa que estamos pasando como país, crear espacios en los que se fomente el arte y cultura”, dijo.
“También nos parece fundamental luchar por conservar los espacios de este tipo que ya existen, como es el caso del Teatro Municipal de Bahía Blanca, con cuyo cierre peligra el trabajo de muchos compañeros y el derecho de los ciudadanos de tener acceso al arte y cultura, que nos mantienen despiertos más allá de que no podamos cambiar el mundo”, dijo.
La trayectoria
Guitarrista y compositor, Panky toca la batería y se le anima al violín. Además, toca el bajo en una banda de jazz (MH Jazz trío)y tiene un proyecto solista con canciones que navegan por aguas del blues, candombe, tango, gipsy.
“Igual todo siempre con un aire punk que sigue ahí”, comenta divertido.
Asegura que su escuela fue el rock pero ya hace mucho tiempo que no discrimina géneros musicales. Escucha de todo y le gusta tocar mas allá del estilo.
“Siempre digo que soy cantautor, o cancionista, es en lo que mas me he enfocado en mi carrera como músico”, contó.
La música le llamó la atención desde siempre, pero recién pudo conseguir una guitarra a los 14. Desde entonces, se transformó en su forma de comunicarse.
“La música fue la que me hizo quien soy, no es solo es una expresión artística, si no también una moldeadora de nuestro carácter. Hacer música nos impacta en el desarrollo como personas y en la relación con los demás”, señaló.
“A los 15 años comencé a componer canciones y sigue siendo lo que mas disfruto de la música, el momento en el que nace una nueva canción”, expresó.
Su formación fue autodidacta y mas que nada aprendió del trabajo de ensamble o de tocar en bandas con amigos. Integró durante 12 años la banda de rock La Parka.
María Luz Blanco toca el acordeón, canta y es profesora de piano.
Vivir de la música
Tanto Panky como Luz lograron transformar su pasión en una herramienta laboral y vivir de lo que aman, algo que muchos artistas no consiguen ¿Cuál fue la clave?
“Hasta el momento fue cuestión de buscarle la vuelta entre las clases y shows en vivo. Si bien se siente como en todos lados la mala situación económica del país, aun nos permite vivir de esto”, dijo.
“Lo mas difícil de vivir de la música es aceptarlo como un trabajo. Si lo asumís como tu oficio y salís a pelearla aparecen cosas”, destacó.
“No es fácil pero la podés llevar y es muy satisfactorio. El secreto está en el movimiento, si te sentás a esperar pegarla, estás al horno”, destacó.
Aseguró que, muchas veces, existe un prejuicio que impide a los músicos dedicarse de lleno a lo que aman y nos les permite ver las posibilidades.
Para vivir solo de tocar hace falta moverse mucho y viajar ,la experiencia de ese año en Brasil nos sirvió para ver que si se puede trabajar con tus canciones. Solo hay que salir a tocar y todo se acomoda”, expresó.
El viaje
Panky y Luz iniciaron su viaje por Brasil a fines de 2014. Viajaron con una familia costarricense hasta Teresina en la combi Galilea y luego, decidieron conocer un poco más la costa.
Formaron el dúo Azules Luces y vivieron de ir mostrando sus canciones y tocando en bares, plazas y otros espacios públicos. Se alojaron en hostels, posadas, campings o casas de amigos que contactaron vía Couchsurfing.
Vivieron esta experiencia como una manera de llevar la música argentina por el mundo de un modo artesanal y de conocer otras culturas.
La Escuela de Música El Firulete recibe alumnos desde los 6 años. Está activa de lunes a viernes, con horarios de mañana y de tarde. Las clases están a cargo de Panky Sanz y su compañera María Luz Blanco.