Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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¿El chip sexual mejora la sexualidad?

   Desde hace unos años venimos escuchando acerca del chip sexual. Fue Carmen Barbieri quien en 2014 contó públicamente que se había hecho colocar este “chip sexual” que al parecer mejora el deseo sexual.

   También hace apenas unos meses, el conocido arquero Sergio Goicochea también hizo público que por segunda vez se ha hecho colocar el ya famoso chip.

   Al nombrarlo como chip probablemente la gente imagine un circuito electrónico similar al que estamos acostumbrados a usar en teléfonos celulares u otros aparatos. Pero no, de ninguna manera se trata de algo electrónico, ni va a mejorar nuestra vida sexual como si se apretara un botón. Nada de eso.

El comercialmente llamado chip sexual es, en realidad, el implante subcutáneo de un comprimido cilíndrico de testosterona cuyo tamaño se asemeja a un grano de arroz. Dicho comprimido está compuesto por hormonas bioidénticas de origen vegetal y se utiliza en las terapias de reemplazo hormonal.

   El implante de pellets subcutáneo de testosterona libera pequeñas dosis de esta hormona de manera prolongada durante cuatro a cinco meses.

   La testosterona es una hormona sexual masculina segregada por los testículos y en menor cantidad es segregada por los ovarios y la corteza suprarrenal en las mujeres, por este motivo, los comprimidos subcutáneos de testosterona son diferentes para mujeres y para varones.

   Los implantes se realizan de manera vigilada por el médico y según la evaluación realizada mediante estudios, éste indicará la cantidad de hormona que esa persona en particular debe recibir.

  La razón por la cual se lo llama comercialmente chip sexual es porque, al tratarse de un comprimido de testosterona, entre las muchas funciones que esta hormona tiene sobre nuestro organismo es la de regular todos los procesos sexuales.

   Se sabe que a partir de los treinta años se inicia el descenso de esta hormona y con este descenso en algunos casos se suele perder el interés en las relaciones sexuales o se suele manifestar en algunos hombres dificultades para mantener la erección o dificultades para lograrla. Por esta razón algunas personas recurren a los especialistas solicitando una evaluación y posterior tratamiento.

   La dosis personalizada de testosterona puede provocar beneficios en el organismo cuando este realmente este necesitando recibir terapia de reemplazo hormonal, de lo contrario su utilización es desaconsejada por los especialistas.

   Entre los beneficios que se obtienen se evidencia una mejoría del aspecto general de la persona. Aumenta la energía vital, favorece la tonificación muscular, genera una mayor predisposición para realizar ejercicios físicos, mejora el ánimo y claramente actúa aumentando el deseo sexual.

   Sin embargo, es necesario aclarar que no siempre que hay un descenso del deseo sexual la solución se encuentra en el “chip”. A veces tenemos que revisar si el descenso del deseo se debe a otras causas, como el consumo de drogas, alcohol, estrés, preocupaciones laborales o económicas.

   En algunos casos la falta de deseo puede estar evidenciando algún otro conflicto, ya sea con la pareja o algún conflicto interno.

   En todos los casos, siempre es mejor consultar a tiempo con algún especialista.