Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

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Carne indómita: el precio aumentó entre el 22 % y el 28 % en lo que va del año

“Venía muy retrasada. Pero creo que acá se quedará”, dijo Mauricio Mitili. El kilo de la tira de asado (premium) se fue a los $ 300.

La carne vacuna, un producto de extrema susceptibilidad. / Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Guillermo D. Rueda
grueda@lanueva.com

   Más temprano que tarde, los precios de los principales cortes de la carne vacuna iban a actualizarse. El inicio del año, en el Mercado de Liniers, dio las primeras señales y en este febrero, especialmente en las dos últimas semanas, se produjo la estampida.

  En cadenas de carnicerías y supermercados de Bahía Blanca, para los 54 días del corriente año, los precios han aumentado un 25 % en promedio, con extremos —por ejemplo— del 22,6 % en picada especial y del 28,1 % en bola de lomo.

  En este mismo período, la inflación en el país fue del 2,9 % en enero y, se prevé una cifra semejante para el presente mes.

   “El precio estaba 'quedado'. Hacía casi un año que no se movía y sí, es cierto, se actualizó de golpe. Mucho más no se podía aguantar”, dijo Mauricio Mitili, titular de Frigorífico Sur y Carnicerías Mity.

Mauricio Mitili, director de Frigorífico Sur y Carnicerías Mity.

   “En góndola, solo en esta semana, el aumento fue del 10 %; hace 15/20 días había subido otro 10 %. Ya estamos cerca del 28 % en todo el año”, agregó.

   “Han influido muchos factores, desde los estacionales en la previa de marzo, hasta la falta de oferta de animales. Cuando esto sucede, sube el precio; es lógico”, sostuvo.

   Mitili —en diálogo con La Nueva.— también dijo que en esta coyuntura no puede obviarse el incremento de los costos fijos. “Subieron servicios como la luz y el gas; y surgieron las paritarias y aumentaron los sueldos. Y ni hablar de las cargas impositivas y sociales. Todo esto, que es un combo, en algún momento se iba a cargar al precio”, explicó.

   De acuerdo con un relevamiento realizado por este medio (S.E.U.O), en el corriente año se produjo el mayor incremento de precios, ya que en enero había registros de subas del 8,4 %, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, IPCVA y del 6,7 % (Indec).

   Un corte sensible, como para preparar milanesas, subió el 27,1 % (el kilo cuesta entre 219 y 320 pesos) y uno tradicional, como el asado de tira, creció el 26,5 %, con extremos de 229 y 300 pesos (premium), según la compra se realice en el centro de la ciudad o en los barrios periféricos.

   En otras carnicerías locales se admitió el nivel de aumento, insistiendo en la cuestión de la estacionalidad, en la falta de oferta de los frigoríficos y en la presión impositiva.

   Respecto de los otros cortes en competencia, el cerdo y el pollo, también registraron aumentos, pero no con la magnitud de la carne vacuna. El promedio, en el mismo lapso analizado de enero y de febrero, es del 10 al 12 %.

Los precios tienen actualizaciones permanentes. 

   “¿Qué pasará con el precio? Se va a estabilizar. Este viernes (por el 22) los valores del ganado en pie en Liniers se pararon. Igual, hay que verlo en el día a día”, manifestó.

   “Porque la otra realidad es que, si bien los precios aumentan, la gente no 'llega'; es decir, el poder adquisitivo es mucho menor”, añadió.

  Respecto de la situación del sector, Mitili señaló que es muy compleja. “El tema estará complicado para el que no cobre la carne como la tiene que cobrar. El costo de la media res es único y si no lo cobra y no le saca una rentabilidad, andarán mal sus empresas”, comentó.

"Tarde o temprano, el precio se corrige"

   “La carne vacuna venía con cierto retraso. Los precios de los alimentos habían crecido el 50 % en el período enero 2018-enero 2019 y la carne diez puntos menos. De todos modos, me llama la atención un incremento de casi el 30 % en 50 días”, dijo David Miazzo, economista jefe de la Federación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA).

   “La cadena estaba esperando que la exportación ayudara a traccionar los precios, porque la invernada y el feedlot estaban con números muy deteriorados . Era necesario para que la exportación sea viable”, agregó Miazzo, en diálogo con La Nueva.

David Miazzo, economista jefe de la FADA.

   “También está el efecto de las inundaciones, que generan dos efectos en la zona de cría. El inmediato, donde se pierden envíos a faena que pueden deprimir un poco el precio pero, una vez pasadas las inundaciones, lo que se tiene es más disponibilidad de agua y de pasto, y conviene engordar más al animal. Es decir, otro retraso del envío a faena”, explicó.

¿Cara o barata?

   “Como el valor por kilo de carne es relativamente alto, el cambio de un porcentaje relativamente menor genera más impacto en la gente que cuando se mueven productos más baratos”, dijo Miazzo, acerca de las sensaciones sobre el aumento de la carne.

   “Además, está la repercusión en los medios que tiene el cambio del precio del pan o de la carne, que no existe para otros productos. Esto hace que algunos aumentos reales se magnifiquen en lo que es la percepción”, agregó.

   “Tenemos alimentos que son muy representativos de la mesa de los argentinos: la carne vacuna, el pan y la leche. Sus precios se tienen muy en cuenta, son representativos y de repercusión mediática”, dijo.

   “También hay una cuestión de nominalidad de la economía. Si el kilo de pan cuesta $ 70; el de asado $ 200 y el litro de leche $ 30, una suba del 10 % serán de $ 20 en la carne; de $ 7 en el pan y de $ 3 en la leche”, explicó Miazzo.