Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Peritan celulares en un caso de abuso infantil que tuvo un llamativo origen

La investigación surgió cuando un joven encontró un teléfono y al tratar de averiguar de quién era, halló numerosos videos de adultos teniendo sexo con chicos.

El sospechoso vive en Castelli al 200. Su domicilio fue allanado el 25 de noviembre. Se espera el resultado de las pericias del material secuestrado. (Archivo-LN.)

   Peritos de la Policía Federal analizan dispositivos electrónicos secuestrados en una investigación a cargo de la fiscal Marina Lara por presuntos hechos de abuso sexual infantil, en el marco de la cual días atrás se allanó la vivienda del sospechoso en esta ciudad.
   La pesquisa surgió casi de manera insólita, porque se dio a partir de que un joven encontrara un celular perdido y al tratar de identificar a su dueño para devolverlo, halló en su contenido videos de adultos que manosean y mantienen relaciones sexuales con chicos, algunos menores a 13 años.
   La titular de la fiscalía de delitos sexuales procura establecer si el supuesto depravado distribuyó el material obsceno además de su tenencia, conducta que agravaría el monto de pena en el caso de una eventual condena.
   Expertos de la Federal peritan dos equipos de telefonía móvil y una tablet incautados en el domicilio del sospechoso, en Castelli al 200, para determinar si contienen fotografías y/o videos de ese tenor.
   La doctora Lara intervino en junio cuando el citado joven denunció en la fiscalía el hallazgo del celular en el centro cultural Patio Espiral, en Bolivia al 600.
   El denunciante afirmó que con la finalidad de devolver el aparato a su propietario accedió al dispositivo en busca de fotos de quién podría ser el dueño porque -dijo- desconocía su identidad.
   “Cuando procedió a revisar el celular, surgieron videos con contenido de abuso infantil”, informaron desde la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 14.
   La informante dijo que el teléfono contenía una gran cantidad de material audiovisual de esa índole.
   “El sospechoso recibió el material, pero no participa de los videos. Las imágenes serían de otros lugares del país y, posiblemente, del exterior”, expresó la vocera consultada.


   El denunciante declaró que el celular lo halló cuando concurrió a un evento en el centro cultural.
   “Si bien no tiene trato con él, lo conoce y sabe quién es el denunciado por haberlo visto en el lugar. Por eso, a través del contenido del celular, pudo determinar que el aparato era de esa persona. Ellos frecuentaban los mismos lugares”, agregó la entrevistada.

¿Privacidad?

   La jueza de Garantías Nº 3, Susana Calcinelli, entendió que el denunciante violó el derecho a la privacidad del sospechoso al acceder a la información de su celular, pero la situación “se aclaró con declaraciones posteriores”.
   “Uno no puede entrar en el teléfono de cualquier persona y mirar las conversaciones, por eso la justicia de Garantías planteó que la conducta del denunciante no sería correcta". 
   “Después se lo citó y explicó que lo hizo para tratar de identificar al dueño del celular, entonces en principio se admitió (la prueba)”, se precisó desde el Ministerio Público.

Por el momento no hay acusación

   La fiscal Lara no imputará al sospechoso hasta después de indagarlo, una vez que disponga del informe de los peritajes a los soportes electrónicos decomisados en torno de la Investigación Penal Preparatoria.
   “Se lo podría acusar de tenencia (de contenido sexual infantil, delito con una pena de hasta 4 años de cárcel) y las pericias se hacen para determinar si hay distribución de ese material. Si se prueba que distribuyó ese contenido, recibiría una pena de entre 3 y 6 años de prisión prevista en el artículo 128 del Código Penal”, detalló la operadora judicial.
   “El hecho de que se pueda lograr una imputación más gravosa depende de la prueba con la que cuente la fiscal. Si solo se tiene una foto, nunca van a condenar al imputado a 6 años de cárcel. Por eso la idea es peritar también todo lo que se secuestró en el domicilio de Castelli al 200”, indicó una integrante de la UFIJ Nº 14.
   El sospechoso, de menos de 40 años de edad, no tendría antecedentes.
   Un fallo de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza estableció que el concepto pornografía infantil implica un “consentimiento que el niño no puede dar; son nenes que están siendo abusados”.