Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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Nora Peralta, hotelera, delegada y una fiel testigo de la historia del pueblo donde creció

Siempre en la localidad, vivió una vida cargada de esfuerzos, pero reconoce que nunca bajó los brazos. Dos veces viuda, en la actualidad tiene 90 años de edad y sigue viviendo allí. "No me puedo quejar; no me falta nada y soy amiga de todos", cuenta.

Nora Peralta, junto a su nieto Joan. Fotos: Agencia Carmen de Patagones

   Con 90 años recién cumplidos y acompañada por su nieto Joan Aicardo, Nora Peralta de Aicardo recuerda cómo fueron sus primeros años en la población, su vida cargada de esfuerzos y el presente en la localidad.

   “Soy nativa de Pradere, aunque creo que mi mamá tuvo que ir a Stroeder para que yo naciera, porque allí había medico. Viviendo en el campo no había escuelas, así que las maestras iban a casa, con mucho esfuerzo y vocación de trabajo. Mi papá era criollo y mi mamá hija de noruegos y educada en colegio de monjas; de grande rendí para tener 7º grado”, recordó.

   Los Peralta eran nueve hermanos.

   “Yo ayudaba a mamá y los varones trabajaban en el campo. Después falleció papá y mis hermanos quedaron a cargo. Cuando tenía 15 años nos vinimos al pueblo y teníamos el hotel, donde trabajé hasta los 20 años”, señaló.

 

 

   “Me casé y a los 22 quedé viuda. Después de muchos años me volví a casar y ya hace 20 años que enviudé por segunda vez. Tuve una vida dura y perdí dos hijos; pero nunca bajé los brazos, porque siempre fui de la idea que hay que seguir adelante”, aseveró.

   Una vez casada, su marido trabajaba en un comercio en el pueblo.

   “Después tuvimos un negocio a la vera de la ruta, donde dábamos de comer; se llamaba El Guanaco. Trabajábamos mucho: no había asfalto y cuando llovía se llenaba de camioneros”, recordó Nora.

 

Nora fue delegada de Juan A. Pradere. Reconoce que hoy “el pueblo está muy lindo”.

 

   En la actualidad, está jubilada y sigue viviendo en Pradere.

   “No me puedo quejar; no me falta nada y soy amiga de todos, pero mucho no salgo me gusta estar en casa. Aunque en estos últimos años viajé mucho”, contó.

   “Pradere está muy lindo, ha mejorado mucho. Fui delegada cuatro años (en la intendencia del radical Carlos Arburúa) y a pesar de pensar distinto políticamente, esta etapa del municipio ha trabajado muy bien”, concluyó.