Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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“El básquet es uno solo y en algún momento te hace sacar el hambre y el amor propio”

Como en 2018, Martín Luis llevó a su equipo al título y el ascenso. Ahora, con Bahía Basket y en un contexto diferente. 

Fotos: archivo y Emanuel Briane-La Nueva.

Por Mauro Giovannini / mgiovannini@lanueva.com
(nota publicada en la edición impresa)

   Ser bicampeón en segunda división no es habitual. Las excepciones son buscadas, como el emblemático caso de Mariano Trellini, o consecuencia de una modificación.

   Ya el año pasado, la ABB había oficializado la incorporación, a su torneo de Segunda, de Bahía Basket. Por reglamento, debía participar. Y así lo hizo.

   La conducción recayó en Martín Luis, entrenador que en 2018 ascendió con Pacífico mientras paralelamente daba sus primeros pasos en el club de Juan Ignacio Sánchez.

   Y el DT, junto a Juan Cruz Marini, también campeón con el Verde, realizó una campaña histórica que apenas sufrió dos derrotas en todo el año.

   El éxtasis se produjo el último martes, en cancha de Olimpo, con la victoria por 83 a 54 sobre Argentino (3-1 en la serie), su piedra en el zapato.

   “Después de jugar el primer partido con Argentino bajamos a tierra, nos calmamos un poco y entendimos que no iba a ser nada fácil. Ahí nosotros también dijimos ‘esto es un deporte y estamos cincuenta por ciento para cada uno, se puede ganar y se puede perder’ y no teníamos ningún problema en recibir cualquiera de las dos cosas; estábamos totalmente preparados. Y si nos tocaba perder con Argentino, porque la realidad es que pudimos estar mucho más sobre las cuerdas, hubiésemos levantado la cabeza porque los primeros que aceptamos la serie que estaba haciendo Argentino, fuimos nosotros”, señaló Martín Luis.

   —¿Por qué les costó?

   —Argentino tuvo dos jugadores muy importantes a la hora de tomar el balón, como Segundo Vasconcelo y Sebastián Martínez, y jugaron con un equipo donde los cinco hombres podían tomar tiros desde afuera y jugar abiertos. Eso hizo que pudieran cambiar de defensa y, en ataque, ser mucho más dinámicos todavía. Por eso nos pudieron seguir el ritmo, nos obligaron a estar más activos en defensa y nos generaron un equilibrio. A eso le sumaron mucho coraje y no fueron conservadores. Para nosotros fue realmente complicado.

   —¿Sentís que se les quitó mérito?

   —Hay comentarios de todo tipo. Está el que cree que solamente era una obligación; el que cree que además de una obligación hay todo un trabajo por detrás que amerita lo que se hizo; y está el que, como me pasa a mí, cree que fue un torneo muy duro, que por momentos tuvimos que hacer las cosas muy bien para ganar partidos. Hay todo tipo de pensamientos.

   —¿Qué notaste en los chicos que vienen de afuera?

   —El torneo de Bahía es único. Hay algo acá que es diferente a cualquier torneo tradicional que vos puedas jugar. Los chicos imaginaban o pensaban en relación a donde estaban, al contexto. Vivir en el Dow Center, con gente atendiéndote constantemente… pensaron que eso era el básquet. Que solamente con eso, o con medir dos metros, o con hacer 20 puntos, ya te alcanza para jugar una serie y ganarla de taquito. Claramente, esta serie nos dio una lección: el básquet es uno solo y en algún momento te hace sacar el hambre y el amor propio. Los chicos que no son de Bahía sintieron eso, sintieron que no alcanza con el contexto sino con lo que vos puedas ofrecer.

   —En lo personal, ¿qué diferencias tuvo este título con el que lograste en Pacífico?

   —Hice el trabajo que tenía que hacer tanto en Pacífico como en Bahía Basket. No cambió el esfuerzo del día a día y el estar siempre bien predispuesto a aprender y demás. Lo que sí cambió es que en lo anterior estamos hablando de un club de barrio, de tener un logro con chicos que conozco desde los 10 años, de saber que lo que se logró se venía trabajando desde hace seis o siete años y el sentimiento que me genera un club como Pacífico, que no es cualquier club en Bahía Blanca. En el día a día trabajé como lo hice siempre, pero las sensaciones son diferentes porque hay un camino recorrido por un lado que no está en el otro.

   —¿Con este equipo peleás el título en Primera?

   —Si nosotros mantuviéramos un equipo, con Caio (Pacheco) por ejemplo, o jugando completos, es un equipo que puede pelear las primeras posiciones de Primera. Pero teniendo en cuenta que manejamos una rotación por la cantidad de partidos que afrontamos, que el torneo de Primera es más físico y que se juega mejor, hay una diferencia muy importante con Segunda. Depende mucho del plantel con el que se pueda afrontar. Podríamos estar en los primeros puestos, pero también caer a mitad de tabla tranquilamente o un poquito más abajo. La realidad es que este año nosotros cambiamos mucho las alineaciones. Arrancamos con Gonzalo Alonso, Tolosa, Novaes… y terminamos con Caio, Marini, Elías, Rafa Raulichi y Pedro Ianguas. 

   Será difícil que repitan semejante campaña en un nivel superior; de lo que no hay dudas es que van a ser competitivos. Habrá que verlos.

El plantel de Bahía Basket campeón: parados, desde la izquierda, J. Milito (AT), R. Mondino, G. Novaes, R. Paulichi, P. Ianguas, F. Elías, A. Cuya (K) y J.L. Pisani (AT). Arrodillados, desde la izquierda, E. Paz, B. Lugarini, F. Tolosa, F. Ruesga, J.C. Marini y M. Luis.

 

Una campaña solemne, con dos manchitas

   Indiscutido. En total, Bahía jugó 33 partidos, con récord de 31-2. Fue 23-1 en la fase regular, solo cayendo con Argentino, y 8-1 en playoffs, repitiendo derrota ante el Celeste, en la final. Anotó 3105 puntos (94,1 por juego) y recibió 2335 (70,7).

   Se suma. El club de Pepe Sánchez es el 26º en la historia en ganar un torneo de Segunda. Comercial y San Lorenzo (6 títulos); Estrella, Alem, Liniers, 9 de Julio y Pacífico (5); Velocidad (4); Barracas, El Nacional, Estudiantes, Independiente, Pueyrredón, Sportivo y Villa Mitre (3); Argentino, Bahiense del Norte, Bahiense Juniors, Deportivo Norte y Olimpo (2); Whitense, Juventud Unida, La Falda, Libertad, Napostá y Bahía Basket (1).

   Incorporación. En los últimos días Bahía Basket anunció la incorporación de un nuevo jugador al que, con seguridad, veremos en el campeonato de Primera del año próximo. Se trata Facundo Aranda, un base de 19 años y 1m82 proveniente de Mendoza de Regatas (Mendoza).