El cero: la trascendencia de la nada en el mundo de la matemática
Mario Minervino / [email protected]
Luego de haber sido lengua de todo el Imperio Romano, hoy el latín es una lengua muerta. Ya no es lengua materna de nadie.
Lo mismo ocurrió con los números romanos, desaparecidos de todo uso corriente. En este segundo caso la causa de su desuso fue la enorme dificultad que significaban para realizar cualquier tipo de operación matemática.
Los romanos, con toda su capacidad y poder, no tuvieron en cuenta al cero. Lo ignoraron, como también hicieron los griegos.
Sin embargo, su incorporación al mundo de la matemática fue clave. Cuestionado hasta la actualidad como número, supuso una revolución total para el cálculo.
Vacío
La palabra cero deriva del sánscrito --lengua clásica de la India-- y significa "vacío". Si bien se sabe que los mayas, los egipcios y los griegos tuvieron símbolos para representarlo, ninguna de estas civilizaciones advirtió los beneficios de su uso o no lo quiso reconocer como parte de los números.
Esa visión favorable de su uso correspondió a los Indios, quienes los incorporaron para designar una ausencia.
Del año 683 se tiene conocimiento de su uso, pero no fue hasta entrado el 1100 que se lo comenzó a utilizar de manera continua.
Se piensa que fue Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci, el matemático responsable de su introducción en el mundo de los números. El sistema decimal lleva su nombre gracias al cero, que completó la existencia los 10 dígitos, cada por cada uno de los dedos de las manos.
Su condición
No hay consenso completo acerca de si el cero es un número natural, es decir que sirve para contar.
Tanto en la una suma como en la resta es neutro, no da ni quita. Multiplicar por cero da cero y la división por cero carece de sentido.
Para el análisis matemático, que considera resultados matemáticos en cercanías al cero sin llegar a él, todo número dividido por cero da un resultado no menos complejo: "infinito".
Otra cualidad que puede sorprender es la paridad del cero. Es decir que se trata de un número par, ubicado, como corresponde, entre dos impares (el -1 y el 1). Esa condición no siempre es reconocida. Es el caso de los automóviles que en algunos estados norteamericanos pueden circular determinados días de acuerdo a tener patente "par o impar". Las terminadas en cero siempre tienen algún conflicto.
Otras curiosidades
En el calendario gregoriano el año cero no existe: el inicio del tiempo a partir de Jesús comenzó con el primero de enero del año uno.
La informática utiliza para funcionar el "sistema binario", en el que todo se representa utilizando solo dos cifras: cero y uno.
En su poema "La Suma", Jorge Luis Borges incluye al cero en un reducido grupo de elementos. "Ante la cal de una pared que nada/nos veda imaginar como infinita/un hombre se ha sentado y premedita/trazar con rigurosa pincelada/en la blanca pared el mundo entero:/puertas, balanzas, tártaros, jacintos,/ángeles, bibliotecas, laberintos,/anclas, Uxmal, el infinito, el cero".
En algo más banal, el jurado de Bailado por un sueño, el programa más visto en la TV Argentina, el jurado incorporó el cero para calificar.
En España, hace diez años el cero fue suprimido como calificación. En ese país se lo llama también "rosco", por su "bella forma". Tienen además el "cero patatero" que no es "cualquier cero" sino que es uno "con énfasis".
Las rutas argentinas empiezan con el kilómetro cero. Un mojón en la plaza Rivadavia de nuestra ciudad da cuenta de esa situación.
En periodismo un número cero es una prueba que jamás será impresa y el inicio de muchos juegos ocurre el "minuto cero".
Número o no, símbolo de lo ausente, lo cierto es que nada existiría si su presencia. Ni en la matemática, ni en la física, ni en la informática.
Sin su presencia, la nada.